Hacia la feminizaci¨®n de las campa?as electorales
Unas doce horas de avi¨®n para aterrizar en el pa¨ªs de las rancheras. La ciudad de M¨¦xico fue la escogida para celebrar los pasados 4, 5 y 6 de diciembre la VICumbre de Comunicaci¨®n Pol¨ªtica que, este a?o, contaba con un eje nuevo: mujer y pol¨ªtica. Un eje tan necesario como vital para incidir, una vez m¨¢s, en algo que necesita de m¨¢s y mejor atenci¨®n. Pero un eje que a¨²n sigue siendo noticia cuando no deber¨ªa. Mientras tanto, se sigue en la lucha. ?El objetivo? El mismo, sigue siendo el mismo: igualdad, m¨¢s valores, mejores principios.
Ann Liston, profesional de la estrategia y socia de Adelstein Liston, abri¨® las puertas de la cumbre con su ponencia y aludi¨® que las mujeres son m¨¢s del 50% de la poblaci¨®n y que, por tanto, no son un tema m¨¢s en pol¨ªtica: son el tema principal. En un mundo cambiante y con sed de justicia, Latinoam¨¦rica se ha convertido en ese espacio donde un tercio de los gobernantes ya son mujeres y, en comparaci¨®n mundial, ya tiene el n¨²mero m¨¢s alto de representantes. M¨¢s mujeres, dijo, son necesarias para m¨¢s democracias y menos dictaduras. Evidentemente, puso diferencias entre los hombres y las mujeres. Las mujeres logran m¨¢s acuerdos y se cree que las mujeres son m¨¢s dignas de confianza, dijo. Ella opina que las mujeres deben apelar a la simpat¨ªa para ser electas y seg¨²n su experiencia en Estados Unidos, el 90% de la poblaci¨®n votar¨ªa por las mujeres: ¡°En Estados Unidos los votantes esperan que las mujeres candidatas sean simp¨¢ticas, adem¨¢s de preparadas¡±. Y a?ade: ¡°No s¨®lo las pol¨ªticas cambian el marco pol¨ªtico. Tambi¨¦n las mujeres entre bambalinas marcan la diferencia pol¨ªtica¡±.
Thomas Edmons no habl¨® de mujeres expresamente en la Cumbre mexicana. Este consultor republicano focaliz¨® su discurso en la deseada hip¨®tesis de qui¨¦n ganar¨¢ las pr¨®ximas elecciones de 2016 en el pa¨ªs que, a¨²n hoy, preside Barack Obama. Habl¨® de lo que le preocupaba a los republicanos: que si la pol¨ªtica exterior, que si el d¨¦ficit presupuestario, que si la debilidad del crecimiento econ¨®mico¡ ?N¨¢! A los dem¨®cratas les interesa la salud, la inmigraci¨®n¡ Pero a la audiencia la interesaba lo que le interesaba cuando aludi¨® a la prematura, seg¨²n ¨¦l, muerte del presidente. James Aldrete, estratega dem¨®crata, le respondi¨® expresamente a Edmons: ¡°El muerto no siempre est¨¢ muerto¡±. Exacto. Pero vamos a lo que vamos, a lo interesante, a lo que queremos saber, se?or Edmons: ?qui¨¦nes ser¨¢n los candidatos de las pr¨®ximas elecciones? Curioso, y ah¨ª voy. Entre sus apuestas dem¨®cratas mencion¨® a dos mujeres: Hillary Clinton (con el 64% de probabilidades de que lo fuera) y Elizabeth Warren (con el 8% de probabilidades de que fuera ella la candidata. Entre los posibles candidatos republicanos que baraj¨®, no cit¨® a ninguna mujer. Y digo lo que dir¨ªa Soledad Gallego-D¨ªaz: 163.638.417 mujeres en Estados Unidos (50,6%), ?ninguna es lo bastante buena? ?Y republicanas?
Claudia Corichi es senadora y secretaria de la Mesa Directiva del Senado de la Rep¨²blica de Mexico, un pa¨ªs en crecimiento, s¨ª, pero a¨²n donde la astucia y la picard¨ªa es Ley y donde la amabilidad y la seguridad se siguen pagando con unos pesitos de m¨¢s. Su conferencia estuvo protagonizada por el g¨¦nero femenino en pol¨ªtica, as¨ª como la feminizaci¨®n de las campa?as electorales. Corichi defini¨® el cuarteto en el que la mujeres hemos estado siempre enmarcadas: la casa, el convento, la c¨¢rcel o el manicomio. Es por eso, seg¨²n ella, que se necesitan m¨¢s estrategias y m¨¢s pol¨ªtica para ayudar a la mujer a empoderarse. Adem¨¢s, la reducida participaci¨®n de las mujeres la achac¨® a un modelo de d¨¦ficit en el liderazgo femenino. Ella buscaba l¨ªderes que pusiesen atenci¨®n a las necesidades desde una perspectiva humana, y apuesta por candidatas que sumen esfuerzos, que busquen nuevos c¨®digos, nuevos estilos de hacer pol¨ªtica y que defendieran sus candidaturas. Corichi puso el ejemplo de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff y su ¡°no necesito hacer pol¨ªtica como los hombres para ganar¡±. Seg¨²n la senadora, ¡°logr¨® feminizar la manera con la que nos comunicamos¡±. El final de Corichi es clave: ¡°La sociedad se enfrenta a un gran reto: el que las mujeres sean reconocidas entre s¨ª de que son l¨ªderes. Cambios de conciencia, de organizaci¨®n, de cultura. No s¨®lo depende de la reforma electoral. Es un esfuerzo tambi¨¦n entre las mujeres: sus valores como persona¡±.
En relaci¨®n a la direcci¨®n femenina de las campa?as electorales, Imma Aguilar, periodista y asesora del Grupo Entesa del Senado espa?ol, marc¨® las diferencias existentes entre el ajedrez y el arte de la guerra, es decir, ¡°la diferencia sutil entre las guerras y las batallas¡±. En el ajedrez, seg¨²n ella, no s¨®lo hay reglas y la fuerza no tiene relevancia alguna. El ajedrez, adem¨¢s, es juego. Y en ese juego la esencia es la inteligencia. Por tanto prefiere la inteligencia a la guerra en s¨ª misma. En esta guerra afirm¨® que falla la comprensi¨®n entre representantes y representados y, por lo tanto, falla la vieja pol¨ªtica. ¡°Se necesita otra pol¨ªtica¡±, dice, ¡°la neopol¨ªtica, aquella que es m¨¢s colaborativa y emp¨¢tica¡±. Y es la que intenta llevar a cabo en su d¨ªa a d¨ªa profesional. ¡°Sin orden no hay campa?a. El fin ¨²ltimo no es democratizar las campa?as, sino montar campa?as invencibles. No es una exigencia ¨¦tica ni de justicia, sino de no renunciar a todas las capacidades que pueden adaptar nuevos estilos¡±.
Alberto Pedro es doctor e investigador en Chile y a su ponencia le dio un toque especial, el de "perfume de mujer". En su arranque, distingui¨® tres tipos de feminismos: 1) el "feminismo cl¨¢sico", que no sirve de mucho seg¨²n ¨¦l, porque se ve al hombre como un adversario; 2) el "feminismo chic", aquel que es como la serie Sexo en Nueva York y que ve al hombre como a un juguete; 3) y el "feminismo pop", donde los hombres no son rivales sino que forman un equipo con la mujer. ?l es de los que defienden que no se puede centrar el feminismo s¨®lo en la mujer. Y record¨® que una candidata mujer en una elecci¨®n no es el tema ¡°mujer¡± de un programa pol¨ªtico.
El consultor pol¨ªtico Antoni Guti¨¦rrez-Rub¨ª se subi¨® al escenario para hablar de personas y de pol¨ªtica, sobre todo de aquellas mujeres que a ¨¦l m¨¢s le hab¨ªan inspirado y de las cu¨¢les m¨¢s hab¨ªa aprendido. Y en su conferencia, arranc¨® diciendo que ser feminista en el siglo XXI es el camino m¨¢s directo y m¨¢s r¨¢pido para hacer mejor pol¨ªtica: ¡°Tenemos que aprender a feminizarnos en la vida personal y en la pol¨ªtica, en la vida profesional y en nuestras campa?as¡±. Y es cierto lo que record¨®, que los ¨¦xitos de las mujeres parecen menos ¨¦xitos en la actualidad: ¡°Se les reconoce la mitad del trabajo, les cuesta el doble llegar y permanecen la mitad del tiempo¡±. Para feminizar la pol¨ªtica hay que inspirarse en las valientes, dijo: ¡°Dime c¨®mo eres y te dir¨¦ c¨®mo me vas a gobernar¡±. E invit¨® a luchar contra los silencios, porque ¡°la lucha contra los silencios es la primera a favor de la pol¨ªtica¡±. Gritemos pues: ¡°Las voces son necesarias para la libertad¡±.
Pero a¨²n no hemos hablado de cuotas, un tema que genera m¨¢s que debate en el mismo debate sobre la igualdad. Cecilia Romero, diputada y senadora de la Rep¨²blica de M¨¦xico por el Partido de Acci¨®n Nacional, hizo la gran pregunta: las mujeres en pol¨ªtica, s¨ª, pero despu¨¦s de las cuotas, ?qu¨¦? Despu¨¦s de las cuotas, dijo, existe la necesidad de que participen m¨¢s hombres y mujeres por igual para solucionar los grandes problemas de los pa¨ªses: ¡°Eso es ser hombres y mujeres responsables en el siglo XXI¡±.
En mi exposici¨®n, puse el acento no s¨®lo a las campa?as de mujeres que no funcionan. Intent¨¦ demostrar,a trav¨¦s de una aplicaci¨®n, que el mensaje de las mujeres candidatas en campa?a no moviliza al electorado femenino. Al menos no ocurri¨® en las ¨²ltimas elecciones europeas de 2014. En escasas ocasiones se estudia la relaci¨®n entre los mensajes de las pol¨ªticas y la movilizaci¨®n del electorado femenino. Pero es algo que preocupa. Y mucho. Ese efecto es llamado en la academia como gender affinity effect, o efecto de afinidad de genero. M¨¢s mujeres en las listas electorales de un a?o electoral a otro no significa m¨¢s igualdad. Y si sumamos los esca?os de mujeres en el Parlamento Europeo, por ejemplo, llegamos a la conclusi¨®n de que existe un grand¨ªsimo problema en cuanto a la representaci¨®n social. Existe una brecha a¨²n muy grande donde los profesionales de la comunicaci¨®n tenemos una gran tarea y una gran responsabilidad: debemos investigar m¨¢s y escuchar m¨¢s.
S¨®lo comprendiendo bien lo que est¨¢ ocurriendo podemos ayudar a construir m¨¢s y mejores sociedades. Feminizar las campa?as electorales ya no es una ilusi¨®n, es un hecho. Feminizar la pol¨ªtica es el gran reto, humanizar sociedades el gran objetivo.
La Cumbre la sell¨® una mujer: Lilian Tintori, la activista por los Derechos Humanos y, como ella misma se identifica, luchadora por la democracia y la libertad en Venezuela. No lucha sola: lo hace en equipo con su marido, Leopoldo L¨®pez, encarcelado por un discurso que seg¨²n el Gobierno de Maduro incitaba a la violencia. Tanto ella como ¨¦l se defienden de esa acusaci¨®n: querer una mejor Venezuela no es delito.
Las diez horas de vuelo de regreso a Espa?a desde M¨¦xico se hacen cortas cuando se divisa lo que a¨²n queda por recorrer para llegar a la tan ansiada igualdad. Igualdad de derechos y oportunidades. Algunos profesionales impulsamos algo que deber¨ªa ser normal en sociedades democr¨¢ticas. Investigamos, escuchamos y compartimos para dibujar palabras que inspiren nuevas formas de hacer sentir, sentir que hay que hacer y, sobre todo, qu¨¦ hay que hacer para poder decir. Se investiga cada vez m¨¢s para que haya m¨¢s pol¨ªticas para otra pol¨ªtica. Como dec¨ªa Empsy Cambell, "feminizar la pol¨ªtica es el reto del siglo XXI".
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