Ahora que ya nadie escribe cartas

El ingl¨¦s Shaun Usher tiene 36 a?os, y de peque?o nunca escribi¨® cartas. Las enviadas a sus abuelos para felicitarles la Navidad no cuentan: eran una imposici¨®n paterna. Ni siquiera al amigo por correspondencia que tuvo en el colegio le escribi¨® una. Pero hace 12 a?os conoci¨® a su actual mujer. ¡°Y dos semanas despu¨¦s de empezar a salir ella se fue a Salamanca a estudiar. ?bamos a estar separados 10 meses y tomamos la decisi¨®n de seguir en contacto solo por carta. Nos enamoramos a trav¨¦s de ellas¡±, relata en una visita reciente a Madrid. ¡°Fue el mejor de los comienzos. Compartimos cosas que no creo que hubi¨¦ramos puesto por escrito en un correo electr¨®nico¡±. Despu¨¦s se enamor¨® de las cartas. Hace cinco a?os trabajaba de redactor publicitario y ten¨ªa que resolver un encargo para una empresa de papeler¨ªa. Usher pas¨® tres d¨ªas en la biblioteca, document¨¢ndose: busc¨® inspiraci¨®n en cartas escritas por ¡°maestros epistolares¡± como Mark Twain o Jane Austen. Y la encontr¨®, pero no para su cliente, sino para fundar el repositorio online Letters of Note, donde se acumulan en torno a 1.200 cartas escritas por Iggy Pop, Virginia Woolf, Albert Einstein, Fidel Castro o Dorothy Parker. Ciento veinticinco de ellas ahora forman parte del libro Cartas memorables (Salamandra).

Al principio, recuerda, su m¨¦todo de b¨²squeda se limitaba a escribir en Google ¡°Woody Allen + cartas¡±. ¡°Ahora, en cambio, tengo una red de archiveros y comisarios en museos y editoriales de todo el mundo¡±. Cuenta entusiasmado que, justo antes de enviar a imprenta el libro, hab¨ªa dado, por fin, con una carta de Stephen King. ¡°Solo sab¨ªa que la hab¨ªa escrito antes de ser famoso y que era sobre una tormenta de nieve¡±. La b¨²squeda dur¨® un a?o. ¡°Hubo una gran tormenta donde ¨¦l viv¨ªa, en esa ¨¦poca ¨¦l era periodista, y escribi¨® una carta en la que la describ¨ªa. Es incre¨ªble, muy intensa¡±, asegura.

La favorita de los lectores de Letters of Note ¨Cque recibe en torno a dos millones de visitas al mes¨C es la enviada por un esclavo a su antiguo amo. Jourdon Anderson tuvo que dictar la respuesta a Patrick Henry Anderson, que le ped¨ªa, desesperado, que regresara a la plantaci¨®n en la que hab¨ªa servido durante 32 a?os: ten¨ªa que ayudarle a salvar un negocio en apuros. ¡°A las 24 horas de colgarla la hab¨ªan le¨ªdo tres millones de personas¡±. La de Usher, en cambio, es la que remiti¨® Robert Pirosh a los estudios de Hollywood para conseguir trabajo de guionista. Me gustan las palabras solemnes, angulosas, chirriantes, como mojigato, cascarrabias, pecuniario, perfunctorio. ¡°Es una lectura deliciosa¡±.

Ahora que ya nadie escribe cartas, Usher espera trasladar a sus hijos ¨Clos ¨²nicos destinatarios de las suyas¨C su valor. ¡°Cuando escribes un correo electr¨®nico tu estado mental es distinto que cuando te sientas a escribir una carta: eres m¨¢s sincero. Despu¨¦s de leer todas esas misivas he aprendido que todos somos iguales. En los momentos privados manifestamos las mismas preocupaciones¡±.