M¨¢s empleo

El mes de diciembre ha contribuido a hacer de 2014 el mejor a?o en registros de empleo desde el inicio de la crisis. Los datos de paro registrado y afiliaci¨®n a la Seguridad Social son tanto m¨¢s favorables cuanto menos habituales son los avances mensuales que se pueden observar en este mes en la serie hist¨®rica. El descenso en el n¨²mero de desempleados en diciembre respecto al mes anterior, en 64.405 personas, es la segunda mayor ca¨ªda en un diciembre. Ese registro tambi¨¦n cay¨® en t¨¦rminos desestacionalizados, en 5.404 personas, por quinto mes consecutivo.

Las m¨¢s significativas afiliaciones a la Seguridad Social crecieron en 79.463 personas, contribuyendo a un cierre del a?o con 16.775.214 personas. Ese buen comportamiento de las afiliaciones queda subrayado por su extensi¨®n a casi todos los sectores, con la excepci¨®n del financiero y la energ¨ªa. Son todos ellos datos expresivos de una clara recuperaci¨®n del todav¨ªa maltrecho mercado de trabajo en el conjunto del a?o: han sido 417.574 los efectivos adicionales en la afiliaci¨®n al tiempo que el paro registrado ha descendido en 253.627 efectivos.

Estos datos favorables no ocultan un momento que todav¨ªa sigue siendo preocupante en relaci¨®n al empleo y m¨¢s si se compara con la situaci¨®n inmediatamente anterior a la llegada de la crisis a la eurozona. Ser¨¢n varios a?os los que se tardar¨¢n en alcanzar el n¨²mero de afiliaciones existentes en 2008. A esas diferencias cuantitativas hay que a?adir las existentes en la calidad del empleo, marcadas por una elevaci¨®n sin precedentes en la temporalidad y la extensi¨®n de los contratos a tiempo parcial. Junto a ello, la contenci¨®n en el crecimiento de los salarios contribuye a que las familias en su conjunto no reflejen esos datos a trav¨¦s del fortalecimiento de su confianza y con ascensos significativos en sus decisiones de gasto y reducci¨®n del endeudamiento.

Y es que la recuperaci¨®n en ciernes de la econom¨ªa espa?ola es, adem¨¢s de t¨ªmida, fr¨¢gil. Los empresarios no acaban de observar repuntes sostenidos en la demanda. Las ventas en el exterior, que constituyeron el impulso m¨¢s importante a la recuperaci¨®n del crecimiento, han reducido su dinamismo en gran medida por la debilidad de las principales econom¨ªas de nuestro entorno. La ausencia de una clara reactivaci¨®n en el conjunto de la eurozona, o su eventual complicaci¨®n con tensiones derivadas de los problemas en Grecia, podr¨ªa alterar esa senda de recuperaci¨®n de la actividad en la econom¨ªa espa?ola y frenar el ritmo de avances en el empleo. Tampoco la demanda dom¨¦stica registrar¨¢ aumentos significativos mientras esos nuevos empleos creados no dispongan de mayor estabilidad y devenguen rentas salariales m¨¢s elevadas con las que atender el elevado endeudamiento de las familias.

La esperanza sigue localizada en la continuidad de la acci¨®n del BCE y la flexibilizaci¨®n de las pol¨ªticas de austeridad que siguen haciendo de la eurozona el principal lastre al crecimiento de la econom¨ªa global.