La estrategia de Justin Bieber, al desnudo
El cantante escenifica su paso de ¨ªdolo de masas adolescente a estrella adulta en la nueva campa?a de Calvin Klein
No se puede decir que sea una sorpresa total. En su nueva faceta de sex symbol, es decir, en los m¨²ltiples selfis a torso descubierto con los que Justin Bieber lleva deleitando a sus fans durante varios meses, siempre (o casi siempre) dejaba ver la cintura de los famosos calzoncillos. Incluso el pasado septiembre, en la gala ben¨¦fica Fashion Rocks, apareci¨® vestido ¨²nicamente con esta prenda al lado de la modelo Lara Stone. Ahora sabemos que la maniqu¨ª, una cara (y cuerpo) recurrente en la publicidad de Calvin Klein, es su compa?era en su primera campa?a como imagen de la marca estadounidense. Posa junto a ella en varias im¨¢genes; los dos en actitud provocadora, los dos a medio vestir. Tal y como lo hicieron Kate Moss y Mark Wahlberg en aquella m¨ªtica publicidad que lanz¨® la carrera de ambos en los noventa.
El de este ¨²ltimo es, precisamente, uno de los primeros casos en los que la firma americana sirvi¨® para validar la transici¨®n de posadolescente problem¨¢tico a maduro icono sexual, una historia que se ha repetido en tantas ocasiones que casi se ha constituido en rito inici¨¢tico. Antes de Calvin Klein, Wahlberg era Marky Mark, un jovenc¨ªsimo rapero que acumulaba casi tantos encontronazos con la ley como enloquecidas fans menores de edad. Tras mostrar su torso e insinuar sus atributos en vallas publicitarias, se convirti¨® en un actor respetado y comenz¨® a encabezar las listas de los hombres m¨¢s sexis del planeta. Algo similar le ocurri¨® a Justin Timberlake cuando dej¨® la boy band N'Sync y se separ¨® de Britney Spears; no protagoniz¨® instant¨¢neas en calzoncillos, pero se vali¨® de esta y otras marcas como Givenchy para legitimar su nuevo estatus de m¨²sico e int¨¦rprete profesional.
Hoy las redes sociales funcionan como una suerte de diario vital para masas, pero quiz¨¢ los millones de seguidores que esp¨ªan el d¨ªa a d¨ªa de estas estrellas planetarias no sean suficientes para legitimar su paso a la edad adulta. Curiosamente, en la mayor¨ªa de las ocasiones la transici¨®n no est¨¢ completa hasta que no la apoyan las instituciones cl¨¢sicas, ya sea al de aparecer en campa?as de moda o al de ense?ar sus nuevos cuerpos en pel¨ªculas o portadas de revistas para demostrar que ya no son unos ni?os.
Pese al poder de las redes sociales, para legitimar la transici¨®n al mercado adulto siguen siendo necesarias las instituciones cl¨¢sicas: campa?as de publicidad, medios o cine
El ejemplo paradigm¨¢tico es el de Miley Cyrus, reina de twerking, de las pezoneras como complemento, antigua imagen de la firma Marc Jacobs y musa del nuevo Moschino. Le sigue de cerca Nick Jonas, que recientemente quiso estrenar su nueva carrera en solitario ense?ando al mundo el fruto de sus horas de gimnasio?desde la portada de revistas como Flaunt o Details. Incluso Selena G¨®mez, la eterna novia/exnovia de Bieber, no dud¨® en enfundarse un bikini para protagonizar Spring Breakers, aquella pel¨ªcula independiente de Harmony Corine con la que intent¨® desembarazarse de su aura de estrella infantil.
Hace tiempo que Bieber no es ese ni?o c¨¢ndido que colgaba sus baladas en YouTube. Como aquel Mark Wahlberg de los inicios, suma tantos tatuajes como faltas delictivas, pero ni unos ni otras le han permitido ganar credibilidad art¨ªstica. Tal vez su estreno como modelo de ropa interior no s¨®lo sirva para deleitar a sus millones de admiradoras, sino que tambi¨¦n le permita pasar p¨¢gina profesional ante el mundo. "Este es el comienzo de un emocionante nuevo a?o para m¨ª, tanto en el plano personal como profesional", declara Bieber en el comunicado oficial de la campa?a. Sin duda, 2015 es la prueba de fuego del cantante. Con un nuevo disco en el horno, esta demostraci¨®n visual de que ya no es s¨®lo carne de jovencitas servir¨¢ para reforzar su deseo de convertirse en un m¨²sico (y quiz¨¢ icono sexual) apto para todos los p¨²blicos
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