?Nos hundimos, o nos hunden?

Soy una aut¨®noma con un peque?o comercio de mueble y decoraci¨®n que lleg¨® a tener siete personas trabajando a jornada completa y en el que actualmente estamos dos a media jornada, y yo misma. La crisis nos trajo una radical bajada de ventas, pero con duros ajustes en los gastos hemos ido aguantando.

En febrero del a?o pasado, en previsi¨®n de que la situaci¨®n no mejorase, solicit¨¦ a mi banco una refinanciaci¨®n y ampliaci¨®n del hipotecario. La directora de la sucursal me dijo que eso es lo que hab¨ªa que hacer: poner medidas antes de que se presentaran los problemas. No debe practicar lo que recomienda porque hasta agosto no me dieron contestaci¨®n, negativa, por cierto. Ped¨ª entonces sencillamente una novaci¨®n, es decir, bajar las cuotas estirando el plazo de amortizaci¨®n. A d¨ªa de hoy, cuatro meses despu¨¦s, no se han dignado a responder. En las ¨²ltimas tres visitas a la sucursal, no he conseguido tampoco ver a la directora, me remiten a vagos momentos de enero porque ¡°est¨¢n con el fin de a?o¡±.

Si una empresa como la m¨ªa, sin deudas, sin letras devueltas, con un historial de m¨¢s de veinte a?os sin problemas, una tasaci¨®n del local seis veces superior al valor de la hipoteca pendiente y un valor de inventario que a precio de coste lo duplica, no consigue ya no un cr¨¦dito, sino que ni siquiera una prolongaci¨®n de los plazos de amortizaci¨®n, ?c¨®mo va a salir adelante este pa¨ªs?¡ª Loreto Garc¨ªa Ab¨®s.