Nace el lujo ¡®made in China¡¯
Nicole Kidman y Gwyneth Paltrow visten ya de j¨®venes dise?adores que buscan competir con las marcas extranjeras
China es el l¨ªder mundial en consumo de productos de lujo, un pa¨ªs que hasta ahora hab¨ªa olvidado la creaci¨®n nacional en pro de firmas europeas. Una generaci¨®n de j¨®venes dise?adores chinos lucha por establecer marcas propias que puedan llegar a competir con el logo de Louis Vuitton o de Chanel. La clave: la utilizaci¨®n de c¨®digos occidentales, la recuperaci¨®n de las t¨¦cnicas tradicionales orientales y el conocimiento del mercado chino.
La desaceleraci¨®n del del lujo en el pa¨ªs asi¨¢tico ¡ªde un crecimiento del 20% en 2011 se ha pasado a un 2% el ¨²ltimo a?o, seg¨²n la consultora Bain & Co¡ª muestra que China es m¨¢s compleja de lo que grupos como LVMH preve¨ªan. La clase media se est¨¢ expandiendo, y tambi¨¦n las grandes fortunas; actualmente existen 2,8 millones de millonarios en el pa¨ªs comunista, seg¨²n informa The Economist. Un mercado que, afectado por las medidas anticorrupci¨®n, comienza a rechazar el lujo como ostentaci¨®n.
Una nueva generaci¨®n de dise?adores chinos se forma en las grandes escuelas de moda europeas, donde asumen los c¨¢nones occidentales, y luego retorna a su pa¨ªs natal para aplicar su experiencia. Estos j¨®venes creadores comparten un perfil muy similar. Jian Qiong Er, directora creativa de Shang Xia, estudi¨® dise?o de interiores en Par¨ªs y en 2010 abri¨® su primera tienda en Shangh¨¢i. Su marca, propiedad de Herm¨¨s, est¨¢ especializada en la aplicaci¨®n de t¨¦cnicas artesanales milenarias en la producci¨®n de moda y objetos de decoraci¨®n. Herm¨¨s espera que en 2016 Shang Xia empezar¨¢ a registrar beneficios.
¡°Las cosas est¨¢n cambiando. Antes quer¨ªamos comprar moda italiana y francesa¡±, se?ala el dise?ador Uishang Zhang en una entrevista para The Telegraph, ¡°pero desde la aparici¨®n de Alexander Wang y Philip Lim (dise?adores chinos asentados en Nueva York) nos estamos dando cuenta de que es hora de trabajar juntos para mostrar al mundo lo que somos capaces de hacer. Ahora los chinos queremos ver algo que realmente nos pertenezca¡±. Exalumno de la escuela de moda Central Saint Martins, su primera colecci¨®n se agot¨® en menos de un mes en los grandes almacenes Browns de Londres, y ya ha vestido a estrellas como Gwyneth Paltrow. La producci¨®n de sus prendas se realiza en un peque?o taller de China, algo que destaca orgulloso.
Las mayor¨ªa de los creadores coinciden en aunar la calidad artesanal occidental con ¡°el alma oriental¡±, como subraya la firma Shiatzy Chen, que desfila en Par¨ªs pero tiene su base en Taipei. Momo Wang, otra de las creadoras chinas m¨¢s valoradas, apuesta por rescatar la herencia de la industria textil y recuperar los motivos folcl¨®ricos m¨¢s kitsch de su regi¨®n. A diferencia de Qiu Hao, cuyos depurados dise?os beben del estilo de Ann Demeulemeester y otros creadores belgas.
El estandarte del lujo chino es actualmente Shanghai Tang, que ha vestido a Nicole Kidman. En sus inicios centraba la estrategia en atraer al consumidor internacional, pero cuando en 2008 la firma fue adquirida por el grupo suizo Richemont, cambiaron de modelo para dirigirse al cliente interno. Hoy, 30 de sus 45 tiendas est¨¢n en China. ¡°Es importante continuar reflejando la herencia y la tradici¨®n de todas las maisons del grupo", comenta un portavoz de Richemont por correo electr¨®nico.
¡°Conforme van reasumiendo sus ra¨ªces, los consumidores chinos ir¨¢n abrazando el lujo como una entrada a la cultura, a la belleza y al estilo de vida refinado que tuvieron en el pasado¡±, afirma Concetta Lanciaux en el libro Elite China. Como reza el eslogan de Shanghai Tang: Re-Orient yourself (reori¨¦ntate).
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