Un cambio de ¡®look¡¯
A todos se nos ablanda el coraz¨®n cuando un heredera como Marta Ortega atraviesa su minietapa de ¡®pobre ni?a rica¡¯ en una sociedad en la que el divorcio es un fracaso
No ha podido ser de otra manera y estrenamos el 2015 atrapados por el terror. Imposible no reconocer que la barbarie existe y nos ataca. Todos los que escribimos y leemos somos v¨ªctimas de la matanza perpetrada en la redacci¨®n del sat¨ªrico Charlie Hebdo.
Justo un d¨ªa antes, durante la festividad de Reyes, Ortega Cano sali¨® de prisi¨®n y nos dej¨® a todos asombrados por su cambio de look. ?Qu¨¦ est¨¢ pasando en nuestras c¨¢rceles? Antes sal¨ªas de ellas como si las hubiera pasado canutas, enfrent¨¢ndote a una nueva vida llena de incertidumbres y posibles humillaciones. Ahora en la c¨¢rcel pueden hacerte un cambio de look como el que experiment¨® Ortega Cano, que entr¨® como un hombre culpable, agobiado por infinitas revueltas familiares, y de repente ha salido como un hipster, achavalizado, con esa coqueta barbita como de ejecutivo en camiseta de Silicon Valley y que disimula esos problemas de quijada que afectan a los varones superados los cincuenta. No solo la cara, aunque lo vi¨¦semos sentado (igual que al Rey en su discurso de Navidad) se notaba que hab¨ªa bajado de peso, m¨¢s hombro y menos abdomen. ?C¨®mo es la vida real detr¨¢s de los muros de nuestras c¨¢rceles para los presos ilustres? ?Hay salones de belleza para ellos, estilistas compa?eros de celda, amigos del patio que se convierten en entrenadores personales? ?Un nuevo Llongueras? Si Ortega sali¨® en plan Bono de U2, ?c¨®mo va a salir Pantoja? Es la pregunta del 2015. ?Lo har¨¢ con pelito corto, reinterpretaci¨®n de Ana Torroja, o melenon a capas en plan Lana del Rey?
Tenemos tantos presos ilustres que algunos centros penitenciarios parecen casi m¨¢s selectos y desde luego m¨¢s entretenidos que el club Puerta de Hierro o Sotogrande. Cuando Blesa, el banquero que pasar¨¢ a la historia por vivir a todo trapo con tarjetas black gratis, sali¨® de la c¨¢rcel, la verdad que se ve¨ªa mejor que nunca. Con aire desenfadado, paso m¨¢s din¨¢mico, cochazo y ch¨®fer esperando en la puerta. Igual ocurri¨® con Correa, cabecilla y melenita de la trama Gurtel, que tambi¨¦n se mostr¨® con mejor cuerpo, unas bolsas de piel cargadas y lustrosas subiendo a un buen Mercedes, al parecer de su mam¨¢, preparado para reintegrarlo a la sociedad de consumo. Visto este nuevo desfile, cuando salga Luis B¨¢rcenas seguro que hay hasta m¨²sica de fondo. ?Eso ser¨¢ el haute couture de las salidas de la c¨¢rcel! Pelo espectacular, traje diplom¨¢tico o, ya rozando la provocaci¨®n, camiseta ce?ida a ese torso cincelado junto a los dos malotes personal trainers que ser¨¢n sus nuevos coleguis y esas pulseras de cuero virilmente elaboradas en los talleres de la c¨¢rcel con alguna inscripci¨®n evocadora. Quiz¨¢s un ¡°Aguanta, Luis¡± que fue el ¨²ltimo whatsapp que el presidente Rajoy le envi¨® antes que su suerte como tesorero cambiara.
Otra Ortega ha recuperado la libertad sin perder su t¨ªtulo de heredera de Inditex. Marta Ortega, ha salido de la c¨¢rcel de su matrimonio. Despu¨¦s de una temporada Desigual, en la que ya no sonaba la dulce m¨²sica de los Stradivarius, la heredera del imperio Zara se dejo de Truccos y decidi¨® tomar la sart¨¦n por el Mango para darle un Cortefiel a su vida y un Corte Ingl¨¦s y cort¨¦s a su matrimonio. Carolina Herrera, Adolfo Dom¨ªnguez, en fin a todos, amigos y competidores, les ha cogido por sorpresa esta decisi¨®n de Marta, la hija de Zara.
Pero a ella la ha vuelto, por fin, una estrella. Las publicaciones top, desde este semanario pasando por el ?Hola! y la Vanity Fair, la requieren para sus portadas. Es que a todos nos ablanda el coraz¨®n cuando una heredera as¨ª atraviesa su minietapa de pobre ni?a rica. Como vivimos en una sociedad que todav¨ªa ve el divorcio como un fracaso personal, creemos que Marta es ahora m¨¢s emp¨¢tica porque atraviesa ese mal trago por el que muchos pasan. Antes le criticaban que no tuviera aspecto de heredera de las pel¨ªculas, que no fuera m¨¢s Grace Kelly, como si eso fuera algo que todas las mujeres tuvieran que poseer. Ahora ya se habla de ella como una mujer capaz de decidir. Y Marta debe hacer como su pap¨¢ y aprovechar cada oportunidad para obtener ganancia. Es su momento para que nos caiga bien y la queramos m¨¢s. Lo de menos es reorganizar ahora su vida sentimental. Lo importante es aprovechar para convertirse en una lideresa de tendencias, que avance hacia su dorada libertad con un definitivo cambio de look.
Su separaci¨®n acaba de ponerla bajo los focos, tras m¨¢s de 30 a?os superprotegida, siguiendo el tratamiento que la prensa rosa otorga a los verdaderamente poderosos: cero molestias o persecuci¨®n. Marta ya parece vestida para plantarle cara a la ventolera de la popularidad. Quiz¨¢s pueda verlo como si fuera otra carrera de saltos. Cuando decida recuperar una vida sentimental, (que no hay prisa, Marta) nuestra heredera de moda no tiene por qu¨¦ fijarse en alguien que sea jinete o polista. Pero, contemplar la posibilidad de un gran bod¨®n, claro que s¨ª. Y que, por favor, vuelva a contratar los servicios de Thierry Boutemy, que decor¨® su primera boda con un despliegue floral que casi super¨® los que cre¨® para la Mar¨ªa Antonieta de Sophia Coppola. Despu¨¦s con las flores que sobren, podr¨ªan decorar el d¨ªa que B¨¢rcenas regrese a la libertad.
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