Fotograf¨ªas que hieren, titulares que irritan
Algunos lectores cuestionan nuestros criterios a la hora de publicar im¨¢genes de cat¨¢strofes o atentados terroristas. Quejas por t¨ªtulos que generalizan indebidamente
En periodismo no hay nada tan contundente como una buena fotograf¨ªa. Y esto es especialmente evidente en el caso de cat¨¢strofes naturales, accidentes o atentados terroristas. Los ¨²ltimos d¨ªas de 2014 y los primeros de 2015 se han visto ensombrecidos por sucesos terribles que EL PA?S ha cubierto vali¨¦ndose de im¨¢genes de gran crudeza en alg¨²n caso. ?Hemos sobrepasado los l¨ªmites que nos impone el respeto a las v¨ªctimas? S¨ª, en opini¨®n de algunos lectores que me han escrito para quejarse de ello.
El atentado del que fue objeto el semanario sat¨ªrico franc¨¦s Charlie Hebdo, el mi¨¦rcoles 7 de enero, ha dejado im¨¢genes escalofriantes. EL PA?S public¨® ese mismo d¨ªa en su p¨¢gina web una fotograf¨ªa estremecedora que fue portada de la edici¨®n impresa del d¨ªa siguiente. Un lector, Carles Gasc¨®, me escribi¨® esa misma noche para preguntar por qu¨¦ este peri¨®dico, ¡°al igual que han hecho otros muchos en Espa?a, ha escogido publicar en su edici¨®n digital las im¨¢genes del abatimiento y remate en el suelo de un polic¨ªa indefenso. Estas im¨¢genes y v¨ªdeo no parecen haber sido divulgadas en la prensa digital francesa. ?Creen realmente necesario ese recurso al horror para reflejar la noticia?¡±.
La elecci¨®n de las fotograf¨ªas de portada corresponde al director. En su nombre, el director adjunto, David Alandete, explica: ¡°EL PA?S publica s¨®lo im¨¢genes que, como prescribe el Libro de Estilo, tienen ¡®valor notarial¡¯. Del atentado terrorista en Par¨ªs, el peor vivido en Francia en medio siglo, publicamos en portada una foto que refleja la barbarie cometida en toda su intensidad: una toma de v¨ªdeo que muestra a dos encapuchados apuntando a una v¨ªctima en el suelo, antes del asesinato. Es, sin duda, un valioso testimonio de los acontecimientos relevantes de los que el c¨¢mara fue testigo, que es lo que recomienda el Libro de Estilo. Muestra un instante decisivo de un comportamiento propio de guerras, no de las calles de una capital europea. La instant¨¢nea, adem¨¢s, da una valiosa informaci¨®n para el lector, por la indumentaria y forma de portar las armas de los asesinos, y por la indefensi¨®n en la que mataron a su duod¨¦cima v¨ªctima¡±.
La secci¨®n de Fotograf¨ªa manej¨® ese d¨ªa unas 800 fotos del suceso. No deja de ser elocuente que la imagen elegida para ilustrar la portada de EL PA?S fuera una de las m¨¢s utilizadas por los diarios de todo el mundo, con excepci¨®n de los franceses, que se abstuvieron de mostrar en sus portadas la escena del gendarme enca?onado por los terroristas.
No es la ¨²nica fotograf¨ªa cuya publicaci¨®n nos reprochan los lectores. Francisco Javier Barbado me escribi¨® dos mensajes para protestar por dos diferentes im¨¢genes de portada. La del 2 de enero, que alud¨ªa a la tr¨¢gica estampida producida la noche de fin de a?o en Shangh¨¢i, que se sald¨® con decenas de j¨®venes muertos, y la que dominaba la portada del diario el 31 de diciembre pasado, en la que pod¨ªa verse un momento del rescate de un pasajero del vuelo QZ8501 de AirAsia que se precipit¨® al mar el 28 de diciembre pasado. La imagen del cad¨¢ver semidesnudo era impactante. El lector lamenta que mostremos en portada estas im¨¢genes porque constituyen en su opini¨®n una falta de respeto a personas fallecidas tr¨¢gicamente.
David Alandete se?ala que ambas fotograf¨ªas, ¡°la del rescate en el ?ndico y la escena de la estampida de a?o nuevo en Shangh¨¢i, muestran las consecuencias de dos accidentes con numerosas v¨ªctimas, una con un cad¨¢ver apenas identificable y otra con heridos desmayados en el suelo. Se ajustan al Libro de Estilo, que dice al respecto que im¨¢genes de este tipo ¡®s¨®lo se publicar¨¢n cuando a?adan informaci¨®n¡±.
La imagen del rescate de un cad¨¢ver semidesnudo no a?ade nada
Creo, no obstante, que en el caso del pasajero del avi¨®n siniestrado, la elecci¨®n es m¨¢s que discutible. La imagen no a?ade nada a la noticia, salvo el horror de ver un cuerpo sin vida, expuesto al mundo de la manera m¨¢s terrible.
No s¨®lo las fotograf¨ªas tienen la capacidad de impactar, tambi¨¦n los titulares de portada est¨¢n concebidos para atraer de inmediato la atenci¨®n de los lectores. El que ilustraba la edici¨®n impresa de EL PA?S del 5 de enero, con gran despliegue tipogr¨¢fico, ha causado algunas protestas. El titular abordaba una noticia exclusiva que ten¨ªa amplio desarrollo en las p¨¢ginas interiores del diario. La fiscal¨ªa ve indicios de delito en las finanzas de todos los partidos, anunciaba el t¨ªtulo. La fiscal¨ªa en cuesti¨®n es la del Tribunal de Cuentas, pero el art¨ªculo publicado en la secci¨®n de Espa?a no inclu¨ªa en realidad a todos los partidos, de hecho, en esas p¨¢ginas, el t¨ªtulo hablaba de casi todos los partidos.
Un lector, Antonio Segura, me ha remitido una carta en la que protesta porque, pese a la contundencia del titular, en el texto se citan varios partidos, pero no todos. No se mencionan, ¡°UPyD, Ciutadans o Podemos, por ejemplo. A IU y PAR se les cita como expedientados por el Tribunal de Cuentas, pero no acusados de delito y desde luego no por la fiscal¨ªa. Salvo que quieran consolidar la muy extendida opini¨®n (sin embargo falsa) de que ¡®todos son iguales¡¯ no se entiende esta negligencia¡±.
Otros dos lectores, militantes de UPyD, han expresado una queja similar. Carlos Fern¨¢ndez Cron se?ala: ¡°En UPyD nos esforzamos por mantener limpias y cristalinas nuestras cuentas, tanto las privadas como partido como las p¨²blicas que gestionamos. No me parece justo que se nos quiera meter a todos en el mismo saco. No represento a UPyD ni hablo en su nombre. Lo hago en el m¨ªo propio porque me ha dolido esa velada acusaci¨®n¡±.
Ignacio Alonso Mart¨ªnez llega a preguntarse incluso si EL PA?S est¨¢ en contra de ese partido que es el suyo, bas¨¢ndose en que ese mismo d¨ªa se public¨® tambi¨¦n un editorial que, a su juicio, abundaba en la misma generalizaci¨®n. ¡°Esto me lleva a varias reflexiones. La primera es subrayar la p¨¦sima forma de dar una noticia de este calado y la irresponsabilidad de un peri¨®dico que parece m¨¢s interesado en meter el dedo en la llaga de la desconfianza ¡®por curados de espanto que estemos¡¯ (en palabras de su editorialista). ?En qu¨¦ quedamos? O todos, o casi todos, o los m¨¢s importantes, o los partidos grandes¡ ?Quieren dar la sensaci¨®n de que otros partidos menos ¡®grandes¡¯ o menos ¡®importantes¡¯ pudieran tambi¨¦n estar pringados? ?A qu¨¦ viene esta generalizaci¨®n?¡±.
David Alandete responde nuevamente. ¡°En la portada del 5 de enero se resumi¨® la idea del informe del fiscal del Tribunal de Cuentas, se?or Olayo Gonz¨¢lez Soler, con el titular La fiscal¨ªa ve indicios de delito en las finanzas de todos los partidos. Se detectaban indicios de irregularidad en las cuentas del 2012 en la inmensa mayor¨ªa de los partidos con representaci¨®n parlamentaria, incluidos ¡®unos 1,7 millones de euros que CDC contabiliza como ingresos por servicios sin su correcta acreditaci¨®n; 9,5 millones condonados a Uni¨®; 1,3 millones no declarados al fisco por el PP; pr¨¦stamos supuestamente falsos del PSOE a sus fundaciones por valor de, al menos, 4,4 millones de euros; o 4,9 millones derivados de una extra?a y lucrativa permuta sobre una extensa finca por parte del PNV¡¯. Son pr¨¢cticamente la totalidad de los partidos. De otros, m¨¢s peque?os, como IU o el PAR, dec¨ªa la informaci¨®n que se detect¨® ¡®una supuesta vulneraci¨®n de la ley de financiaci¨®n¡¯, pero que ¡®la tardanza en fiscalizarlos era tan dilatada que los asuntos ya estaban prescritos en el momento de examinarlos¡¯. A Podemos no se le pod¨ªa examinar entonces porque no exist¨ªa en el a?o de las cuentas auditadas, 2012, como partido¡±.
Es cierto que el titular no afecta a Podemos por razones obvias, pero es cierto tambi¨¦n que ¡®todos¡¯ implica totalidad sin exclusiones y no es razonable pretender que se interprete como ¡®la inmensa mayor¨ªa¡¯. Por tanto, el titular de primera no responde fielmente a la informaci¨®n y no cumple las exigencias del Libro de Estilo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.