Dios del Miedo
Entre las cosas que Dios no puede hacer, Tom¨¢s de Aquino destacaba que no pod¨ªa ¡°encolerizarse ni entristecerse¡±
De las ¨²ltimas voluntades de Voltaire, sabemos que quiso morir como activista en el partido de la risa. Es el que m¨¢s odian los fan¨¢ticos porque tambi¨¦n es el m¨¢s liberador. Y el que mejor resiste. En los espacios de prohibici¨®n, en la triste arquitectura totalitaria, el partido de la risa supo adoptar la inteligente estrategia del subrisus: la sonrisa secreta. Podr¨ªa ser un buen epigrama funerario en tiempos oscuros: ¡°Aqu¨ª yace Subrisus, el de la sonrisa hacia dentro¡±. Parece incre¨ªble, pero todav¨ªa se mantiene inconcluso el gran debate medieval sobre ¡°la licitud de la risa¡±. Todav¨ªa hay que luchar por el m¨¢s humano de los derechos, el derecho a re¨ªr. Todav¨ªa poderosos cabezotas predican contra el pecado de la risa, como aquel enfurecido Jorge de Burgos, en El nombre de la rosa, que advierte del cataclismo que supondr¨ªa la propagaci¨®n de la comedia. La risa como ¡°acto de sabidur¨ªa¡± acabar¨ªa con el miedo. El miedo al diablo. El temor de Dios. Pero equivocaba la sospecha, como hacen los obtusos de hoy. Si Dios se sostiene en el miedo, el verdadero dios ser¨ªa el miedo. La primera vez que tuve la sensaci¨®n de estar ante un pueblo humillado fue cuando de ni?o o¨ª a los adultos implorar a Dios en procesi¨®n: ¡°?No est¨¦s eternamente enojado!¡±. Entre las cosas que Dios no puede hacer, Tom¨¢s de Aquino destacaba que no pod¨ªa ¡°encolerizarse ni entristecerse¡±. Y tambi¨¦n: ¡°No puede hacer que un hombre no tenga alma¡±. El horror viene cuando un Kal¨¢shnikov ocupa el lugar del alma. S¨ª, el epitafio puede ser tambi¨¦n un g¨¦nero humor¨ªstico. El humor como estrategia curativa del dolor. Pero a¨²n as¨ª, despu¨¦s de la masacre del Charlie Hebdo,lo ¨²nico que podr¨ªa escribir es un grito en el que acecha el miedo: ¡°Nosotros no quer¨ªamos morir¡±.
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