Sovaldi, el mejor ejemplo

El Sovaldi, medicamento solicitado por muchos enfermos de hepatitis C debido a su efectividad, es un ejemplo del sistema absurdo en que vivimos. Un medicamento que se vende al 15.000% de su valor de fabricaci¨®n y nadie hace nada por evitarlo. Sabemos que al cient¨ªfico que lo descubre hay que pagarle muy bien, pero no es ¨¦l el que recoge ese beneficio, sino la multinacional que lo genera, que ahora se llama ¡°los mercados¡±. Siendo un bien p¨²blico, casi ning¨²n Gobierno pone l¨ªmites a este abuso porque los pol¨ªticos, al menos en Europa, han dejado de ejercer su profesi¨®n para estar a la espera de que les recojan en esas empresas o bien recoger migajas de su trabajo sucio, con lo que est¨¢n socavando la democracia. Conozco gente obrera que a¨²n aplaude el sistema porque dicen que ¡°no hay otra soluci¨®n¡±. Es incre¨ªble como se les ha lavado el cerebro. Yo no creo que ante este esperpento y desgracia haya que cambiar el sistema. Simplemente hay que controlarlo ante un problema de salud p¨²blica. Tambi¨¦n s¨¦ que la soluci¨®n no es votar a Podemos, porque a ellos les ahogar¨¢n en su d¨ªa ante el ¨²nico dios universal que es el dinero que cada vez est¨¢ en manos de menos personas. Y sin dinero nadie puede funcionar por causa del propio sistema. Lo que digo aqu¨ª es tan de sentido com¨²n que nadie podr¨¢ rebatirlo, ni siquiera Esperanza Aguirre, defensora a ultranza. Y conste que soy un simple peat¨®n de este mundo tan absurdo y peligroso, que est¨¢ en manos exclusivamente de ese dios que han dado en llamar Mercados.¡ª Cesar Moya Villasante.