¡°Un aut¨¦ntico regalo de Dios¡±
Los gemelos Moustapha y Mohamed han llenado de vida la casa de los Coly, en Dakar, una familia de clase media senegalesa que sue?a con que sus hijos puedan estudiar en el extranjero
Cuando a Nalla Diouf le dijeron que estaba embazada casi se cae de la silla. Normal. Ya hab¨ªa cumplido los 48 a?os y empezar de nuevo con la crianza no entraba dentro de sus planes. Pero cuando le informaron de que en su vientre hab¨ªa, no uno, sino dos peque?os embriones que se convertir¨ªan en dos hermosos beb¨¦s, a Nalla le entraron aut¨¦nticos sudores. Su marido, Moustapha Djamil Coly, recuerda ese d¨ªa perfectamente. ¡°No es posible¡±, pens¨® ¨¦l, ¡°somos demasiado viejos para esto¡±. Ahora, un a?o y medio despu¨¦s, los peque?os Mohamed Bosco y Moustapha Ouezzin corretean por el patio de su casa de Dakar, la capital senegalesa, se pelean, r¨ªen, juegan a la pelota, se suben a las mesas y, en fin, se han convertido en los aut¨¦nticos due?os y se?ores del hogar. La vida de la familia gira ahora en torno a ellos. ¡°Un aut¨¦ntico regalo de Dios¡±, aseguran ahora sin dudarlo un instante los encantados padres.
La casa de los Coly se encuentra a escasos cien metros de la c¨¦ntrica avenida Burguiba de la capital senegalesa, en el coraz¨®n del barrio Libert¨¦ 1, una zona de clase media. Es la t¨ªpica residencia que prolifera por all¨ª: una sola planta con un enorme sal¨®n, cuatro habitaciones y cocina y ba?os en el exterior. Sin embargo, el coraz¨®n de la casa, el lugar donde se come, se tiende la ropa, se prepara la comida, se toma el t¨¦ y se juega, es un patio en forma de L protegido del calor por un techo alto de chapa. Y all¨ª es donde Mohamed y Moustapha pasan la mayor parte del tiempo, vestidos solo con sus pa?ales o completamente desnudos y luciendo en el cuello los amuletos o gri-gris que, supuestamente, les protegen de enfermedades y les alivian el dolor de los dientes, correteando de un lado para otro, jugando con su peque?o triciclo o con la pelota de pl¨¢stico, bajo la atenta mirada de los adultos, casi siempre su madre, sus t¨ªas, sus hermanos mayores o sus primos, mientras el padre trabaja en una f¨¢brica situada en Mbao, en las afueras de Dakar.
Los gemelos nacieron de parto natural el 5 de marzo de 2013, tras un poco m¨¢s de ocho meses de gestaci¨®n. El primero en llegar al mundo fue Mohamed, que pes¨® 2,1 kilogramos, mientras que su hermano Moustapha, con 2,4 kilos, se hizo un poquito el remol¨®n. El alumbramiento tuvo lugar en la cl¨ªnica Niang, un establecimiento privado situado en el Bulevar Charles de Gaulle de Dakar. En un primer momento, ambos fueron alimentados con biber¨®n, pero con el paso de los d¨ªas su madre logr¨® introducir tambi¨¦n la leche materna, alternando ambos sistemas. El pecho, a demanda, y la leche que toman ahora, de continuaci¨®n. La madre no se despega de los peque?os apenas un instante, siempre los tiene cerca, en su radio de acci¨®n. Pero hacen falta mucho m¨¢s que dos ojos y dos manos para gestionar este aluvi¨®n de energ¨ªa que se ha desencadenado en la casa de los Coly. Afortunadamente, voluntarios no faltan.
Cartilla de Moustapha y Mohamed
1. Nombre y fecha nacimiento: Mohamed Bosco Coly y Moustapha Ouezzin Coly, 5 de marzo de 2013
2. Pero al nacer / ahora: 2,1 y 2,4 kilos / 12 kilos cada uno
3. Lactancia: primeros d¨ªas biber¨®n, luego lactancia materna a demanda hasta ahora; a los seis meses tambi¨¦n leche de continuidad.
4. Posici¨®n entre los hijos: son los dos menores de un de cinco hermanos
5. Padres: Moustapha Djamil Coly, Dakar (Senegal), t¨¦cnico qu¨ªmico en una f¨¢brica de Industrias Qu¨ªmicas de Senegal, 54 a?os, cat¨®lico convertido al Islam, y Nalla Diouf, Dakar (Senegal) ama de casa y vendedora informal de helados, 50 a?os, musulmana
6. Revisiones m¨¦dicas: Una al nacer, a los tres meses, a los seis meses y al a?o. Cuatro en total
7. Hospital: Cl¨ªnica Niang de Dakar, una peque?a cl¨ªnica privada
8. Pediatra: doctora Mame Ami Sene, de la Sanidad P¨²blica, centro de salud de Grand Dakar
9. Controles m¨¦dicos: cuatro, para vacunaci¨®n y revisi¨®n, ahora s¨®lo cuando se ponen enfermos.
10. Enfermedades pasadas: resfriado, infecci¨®n en la boca (ambos)
11. Vacunas: difteria la primera a los tres meses, a partir de los seis meses las dem¨¢s: t¨¦tanos, tosferia, polio, rubeola, fiebre amarilla
12. Alimentaci¨®n: primero biber¨®n y leche materna, a partir de los seis meses papilla de frutas, cereales y leche de continuaci¨®n. Ahora, de todo un poco, les gusta mucho el arroz, las patatas y la pasta con carne picada. Sin embargo rechazan el pescado y las verduras.
13. Cuidados: se encarga su madre con la ayuda de sus dos hijas, Aisha (20) y Mariame Janette (12). Adem¨¢s est¨¢n dos hermanas del padre que viven en la casa familiar, su primo Dominique que los suele sacar a la calle y tienen una empleada de hogar, Ndew.
14. Guarder¨ªa: no van
15. Dotaci¨®n de la casa y el barrio donde viven: la casa cuenta con un gran sal¨®n, cuatro habitaciones, y un gran patio con un mango y cocina exterior. El barrio, Libert¨¦ 1, es t¨ªpico de clase media, hay un gran supermercado Casino muy cerca, muchas peque?as tiendas, una guarder¨ªa, varios colegios, un campo de f¨²tbol. Sin embargo, hay un solo parque infantil pero est¨¢ bastante deteriorado
16. Juguetes: tienen una pelota, un triciclo, alg¨²n peluche, una manta de juegos con sonido, varios coches de pl¨¢stico, un ordenador para beb¨¦s
17. Escuela: empiezan este a?o en la escuela franco-cor¨¢nica RAHMA, situada en el barrio, donde aprender¨¢n el Cor¨¢n pero tambi¨¦n franc¨¦s y matem¨¢ticas para luego empezar su educaci¨®n oficial. Es una f¨®rmula cada vez m¨¢s escogida por los senegaleses con ciertos recursos
18. Qu¨¦ esperan los padres de ellos: est¨¢n convencidos de las bondades de la educaci¨®n, quieren que se formen y si puede ser en el extranjero cuando sean mayores. Su madre sue?a con que Mohamed se convierta en m¨¦dico o profesor de Universidad, y a Moustapha lo ve m¨¢s como futbolista de ¨¦xito.
La pareja formada por Moustapha y Nalla, que en la actualidad tienen 54 y 50 a?os respectivamente, ya ten¨ªa tres hijos. El mayor, Alain David, de 23, est¨¢ ahora en Estados Unidos estudiando Ingenier¨ªa Inform¨¢tica gracias a una beca. Pero las dos chicas siguen en casa y se han convertido en una ayuda imprescindible para la madre en el cuidado de los gemelos. Se trata de Aisha, de 20 a?os, que comienza ahora la Universidad, y Mariame Janette, de 12, que cursa sus estudios en el barrio. Entre ambas, su primo Dominique, que revolotea todo el rato por all¨ª, las dos hermanas de Moustapha que viven tambi¨¦n en la casa, y otros familiares y vecinos, los cuidados, atenciones y mimos a los peque?os no van a faltar. Y es que el concepto de familia extensa es una m¨¢quina bien engrasada en Senegal. Adem¨¢s, tienen una empleada de hogar llamada Ndew que asume el peso de las tareas del hogar para dejar a Nalla m¨¢s liberada, sobre todo teniendo en cuenta que los ni?os no van ni ir¨¢n a la guarder¨ªa. ¡°Hay una en el barrio pero cuesta 60.000 francos CFA al mes por ni?o (unos 90 euros)¡±, explica la madre. Una cantidad que descalabrar¨ªa el presupuesto familiar.
Moustapha, que trabaja en Industrias Qu¨ªmicas de Senegal y gana 300.000 francos CFA al mes (unos 450 euros), es un firme convencido de las bondades de la educaci¨®n, de lo importante que es que sus hijos estudien. El acceso de la mayor parte de la poblaci¨®n infantil al sistema educativo es uno de los cambios m¨¢s importantes que ha vivido este pa¨ªs en los ¨²ltimos 50 a?os y el padre de los gemelos es una buena prueba. ?l hizo su Bachillerato en Dakar y luego se fue a Lyon (Francia) para estudiar Ciencias Sociales. Aunque no logr¨® obtener su diploma, permaneci¨® 10 a?os all¨ª y la experiencia le cambi¨® la vida. ¡°Tengo la suerte de conocer los dos mundos, lo que me permite tener un criterio m¨¢s amplio para elegir lo mejor para mis hijos. Quiero que estudien y que lo hagan en los mejores lugares posibles¡±, asegura. Ahora est¨¢ luchando para mandar tambi¨¦n a su hija mayor al extranjero, ¡°la Universidad en Dakar es una fuente constante de inestabilidad¡±, dice. Respecto a los peque?os, lo tienen claro: empezar¨¢n su formaci¨®n el pr¨®ximo a?o en la escuela franco-cor¨¢nica RAHMA que est¨¢ en el barrio. Es decir, aprender¨¢n los preceptos del Islam, pero tambi¨¦n comenzar¨¢n su instrucci¨®n en la lengua francesa y otras materias, como las matem¨¢ticas.
Ajenos a estos planes de futuro, Moustapha y Mohamed juegan cada d¨ªa en el patio. Apenas balbucean algunas palabras en wolof (lengua nacional) y su ¨²nica ocupaci¨®n es divertirse y comer. Y no se les da mal ninguna de las dos. ¡°A los seis meses empec¨¦ con papillas de frutas y cereales, pero ahora comen casi de todo. Patatas, spaghettis con carne picada y les encanta el arroz blanco solo. El pescado y las verduras lo rechazan, sin embargo¡±, asegura su madre. Pero para estar sanos y prevenir enfermedades, adem¨¢s de la alimentaci¨®n, es fundamental la vacunaci¨®n. En cuanto alcanzaron los tres kilos de peso, aproximadamente dos meses despu¨¦s de nacer, empezaron los pinchazos. Primero la difteria, luego el t¨¦tanos, la tosferina, la polio, la rubeola y finalmente la fiebre amarilla, todas ellas bajo la supervisi¨®n de la pediatra Mame Ami Sene del centro de salud de Grand Dakar.
Los gemelos est¨¢n bien de salud, no hay m¨¢s que verlos. Tan solo han tenido alg¨²n resfriado y, este verano, una infecci¨®n en la boca que se manifest¨® con llagas. El problema es que cuando uno coge cualquier virus o infecci¨®n, el otro se contagia de inmediato. Al caer la tarde el sol da una peque?a tregua. Es entonces cuando los peque?os hacen sus primeras incursiones en el exterior, siempre de la mano de alg¨²n adulto. Hoy toca que su primo Dominique, estudiante de Electr¨®nica, les lleve al campo de f¨²tbol del barrio, una extensi¨®n de arena con dos porter¨ªas. El barrio es seguro, calles asfaltadas, iluminaci¨®n por la noche, todos se conocen. En otras ocasiones van a un peque?o parque infantil un tanto abandonado o al aparcamiento del supermercado Casino, donde pueden correr. Una vez fueron a visitar la isla de Gor¨¦e y a sus padres les gustar¨ªa llevarlos un d¨ªa al parque de atracciones Magic Land, pero ¡°es muy caro. Puedes gastar 15.000 ¨® 20.000 francos CFA por cada ni?o un solo d¨ªa (entre 25 y 30 euros)¡±, explica Nalla.
As¨ª, d¨ªa a d¨ªa, van desarrollando su car¨¢cter. Moustapha es el m¨¢s activo, ¡°el m¨¢s desobediente¡±, dice su madre, ¡°se r¨ªe mucho y nunca se est¨¢ quieto. Por aqu¨ª pasa mucha gente porque yo vendo helados para tener unos ingresos extra en la casa y a ¨¦l le encanta hacer caras y arrimarse a todos los ni?os que vienen. Es muy simp¨¢tico¡±. Mohamed, sin embargo, obedece un poco m¨¢s, est¨¢ m¨¢s atento a lo que le dicen los adultos. A primera vista es dif¨ªcil diferenciarlos, pero pasadas unas horas aprecias que Mohamed tiene la cara m¨¢s redonda y que Moustapha es ligeramente m¨¢s peque?o de talla. El 24 de julio pasado ambos med¨ªan 35 cent¨ªmetros y pesaban unos 12 kilos.
La familia no esperaba a estos dos ni?os, pero ahora son el centro de la casa, donde viven con t¨ªos y primos
No tienen muchos juguetes, un triciclo, alg¨²n que otro coche, un ordenador para beb¨¦s ya sin pilas. Pero en el terreno de f¨²tbol persiguen la pelota como si les fuera la vida en ello. A veces se tropieza uno con el otro y se caen. Su madre, que les deja ir tranquila con su sobrino, se queda so?ando un futuro prometedor para ambos, un porvenir que en buena medida refleja tambi¨¦n la mentalidad de la clase media senegalesa. ¡°Me gustar¨ªa que Mohamed fuera un gran m¨¦dico o un gran profesor de la Universidad, mientras que Moustapha podr¨ªa ser un futbolista de ¨¦xito. ?Golpea muy bien la pelota!¡±. A la ca¨ªda de la noche, los ni?os regresan de su excursi¨®n diaria. Es la hora de la cena. Sin embargo, a¨²n tardar¨¢n en ir a dormir. ¡°Suelen caer a las doce de la noche o la una de la madrugada. Y a las nueve o diez ya est¨¢n despiertos otra vez¡±, explica su madre. A las dos de la tarde suelen hacer una siesta.
Con la oscuridad, un instante de paz. Es la hora de las conversaciones tranquilas en la casa. Al padre le preocupa c¨®mo sacar adelante a la prole. ¡°A veces se hace dif¨ªcil con mi sueldo¡±, asegura. Afortunadamente no tienen que pagar alquiler, porque la casa es heredada de su padre, pero as¨ª y todo Moustapha Coly tiene que hacer encaje de bolillos. ¡°Voy muy justo, pero Dios siempre acaba proveyendo¡±. Se nota que ambos son muy religiosos, musulmanes, como la mayor¨ªa de los senegaleses. Gente de paz. En la familia tambi¨¦n hay cristianos, pues los abuelos paternos, procedente de Bignona, en Casamance, lo eran. De hecho, Moustapha se convirti¨® al Islam ya de mayor. Los ni?os interrumpen todo el tiempo agarr¨¢ndose a las piernas de los mayores, pidiendo que los cojan o lanzando objetos al suelo. Su padre los observa con una sonrisa. ¡°?Sabes?¡±, me dice, ¡°poco antes de que Nalla se quedara embarazada ella fue a la Meca. Estoy seguro de que Dios la bendijo y nos bendijo a todos con los peque?os. Ella est¨¢ agotada, pero feliz. Y s¨¦ que los peque?os nos traer¨¢n muchas cosas buenas durante toda la vida y que nunca nos faltar¨¢ para alimentarles¡±.
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