Cristiano vestido por Cristiano

El traje de Dolce & Gabbana que Lionel Messi llev¨® a la entrega del Bal¨®n de Oro volvi¨® a monopolizar las conversaciones sobre moda del evento. C¨®mo sustraerse a su brillo viol¨¢ceo o a esa pajarita desproporcionadamente peque?a. Sin embargo, el verdadero protagonista en t¨¦rminos textiles de la ceremonia fue Cristiano Ronaldo. Aunque la prueba tangible de su preeminencia resultara menos visible, m¨¢s ¨ªntima: sus calzoncillos, zapatos y camisa pertenec¨ªan a su propia marca, CR7.

El delantero del Real Madrid, que luci¨® abdominales en una campa?a de Armani hace cinco a?os, encarna una tendencia en auge y que viene a renovar la ya longeva relaci¨®n entre moda y deporte. Como hicieran cantantes y actrices hace ya una d¨¦cada, cada vez m¨¢s atletas han pasado de ser imagen de una firma a dise?ar la suya propia.

¡°Jugadores como Cristiano Ronaldo o David Beckham son marcas globales por s¨ª mismos. Y comienza a entenderse que deben dirigirse de forma profesional¡±, apunta Andy Stalman, experto en gesti¨®n de marcas y autor del libro de referencia en esta disciplina Brandoffon (Gesti¨®n, 2000). Ser un ¨ªdolo y vender un mill¨®n de camisetas del Real Madrid, como Cristiano hizo el a?o pasado, ya no es suficiente. ¡°Los deportistas tienen un capital intangible, que todas las compa?¨ªas persiguen y que muy pocas consiguen: la capacidad de suscitar la emoci¨®n humana. Esto puede ayudarles a desarrollar distintas ¨¢reas de negocio al margen de su carrera profesional, que suele ser bastante ef¨ªmera¡±, argumenta el especialista.

La colecci¨®n CR7 va desde los 25 euros de unos calzonzillos a los 80 de una camisa

Ni siquiera los rivales del astro merengue pueden negar su capacidad de influencia. ¡°Solo hay un cristiano que tenga m¨¢s adeptos que el Papa¡±, bromea Stalman. Francisco Bergoglio, que es uno de los l¨ªderes mundiales con m¨¢s predicamento en las redes sociales, cuenta con unos 17 millones de seguidores en Twitter. La estrella portuguesa atesora 33 millones. En Facebook supera los 100. Cualquier cosa que comparta en Internet ¡ªya sea un v¨ªdeo de su ONG (Un ni?o, un bal¨®n) o una foto del ¨²ltimo modelo de gayumbos CR7¡ª tiene un impacto global.

Para rentabilizar esa repercusi¨®n, el futbolista se ha asociado con el dise?ador neoyorquino Richard Chai y el fabricante dan¨¦s JBS. Su l¨ªnea, que se lanz¨® en 2012, comprende un rango de precios que van desde los 25 euros de unos calzozillos hasta los 80 de una camisa. Una oferta que se ampliar¨¢ este a?o con una divisi¨®n de calzado. La colecci¨®n se vende a trav¨¦s de la web CR7Underwear.com y en varias tiendas f¨ªsicas, incluida Galer¨ªas Lafayette, ep¨ªtome del chic franc¨¦s.

Cristiano no ha sido el ¨²nico en lanzarse al mundo de la moda. Michael Jordan lo hizo en los noventa y el campe¨®n mundial de surf, Kelly Slater, acaba de fundar M.Nii, con el grupo Kering ¡ªpropietario de Gucci y Saint Laurent Paris¡ª como socio. Pero el paradigma del deportista reconvertido en icono, presciptor y profesional del estilo sigue siendo David Beckham, que este pasado diciembre anunciaba la creaci¨®n de una firma bajo su nombre, tras a?os de colaboraciones con otras marcas como H&M o Adidas. ?l es, seg¨²n Stalman, el ejemplo de un proyecto empresarial bien construido. Porque las firmas de deportistas est¨¢n sujetas a las mismas exigencias que las tradicionales, aunque haya tres Balones de Oro detr¨¢s de su etiqueta. ¡°Si el producto de Cristiano responde a los valores que asociamos con el futbolista funcionar¨¢. Pero si no es tan bueno, terminar¨¢ afectando a la percepci¨®n del personaje ?Tener millones de seguidores te permite hacer cualquier cosa de cualquier modo?¡±.