Una maternidad al filo del desierto
Un hospital p¨²blico del estado indio de Rajast¨¢n reduce dr¨¢sticamente la tasa de mortalidad en el pa¨ªs, pero la seguridad no alcanza a la de los pa¨ªses occidentales
El Hospital p¨²blico de la Mujer Pannadhay, en Udaipur, es uno de los mejores en esta zona de desiertos de Rajast¨¢n, al norte de la India. Aqu¨ª se atiende a los habitantes de ocho distritos vecinos, incluyendo algunos del cercano estado de Madhya Pradesh. A pesar de la gran demanda que tiene para traer ni?os al mundo, o tal vez precisamente por eso, se encuentra en plena remodelaci¨®n para aumentar un piso. Trabajadores de la construcci¨®n van y vienen cargando ladrillos o bamb¨²s. El polvo y el mal olor se aprecian en varias zonas del recinto.
Lila, de 24 a?os, lleg¨® hasta aqu¨ª desde una aldea a 50 kil¨®metros a parir a su segunda hija. Tuvo el primero a los 18 a?os. A la reci¨¦n nacida le dar¨¢ el nombre de Lakshmi, la diosa de la abundancia. Casualmente el gobierno estatal le dar¨¢ en tres pagos 6.000 rupias (lo equivalente a unos 78 euros) en una iniciativa para intentar frenar el aborto selectivo de las ni?as a favor de los ni?os, un problema en un pa¨ªs donde por cada 1.000 varones nacen s¨®lo 908 mujeres. Justo afuera del hospital hay una cuna con un dispositivo el¨¦ctrico que avisa cuando se ha abandonado a un beb¨¦. En la mayor¨ªa de los casos es una ni?a.
Lila cuenta que cerca de su casa hay tambi¨¦n un hospital, pero que es m¨¢s peque?o y que ella se ha enterado de muchas complicaciones en ¨¦l, as¨ª que decidi¨® acudir al Pannadhay. En este centro paren un promedio de 55 mujeres al d¨ªa, unas 20.000 al a?o. En ¨¦l atienden adem¨¢s todas las enfermedades del aparato reproductor femenino. Para ellos cuentan con 440 camas, que se ampliar¨¢n en un centenar con la remodelaci¨®n que se prev¨¦ acabe en un par de meses.
El ginec¨®logo Arun Gupta explica que la mayor¨ªa de los casos complicados de los centros m¨¢s peque?os son referidos aqu¨ª, por eso es que el n¨²mero de ces¨¢reas es m¨¢s alto: entre el 20% y 25%. El hospital, a diferencia de otros en la zona, cuenta con la infraestructura necesaria, cuidados intensivos, incubadoras o banco de sangre. "Aunque, de tener m¨¢s recursos, ser¨ªa bueno contar con m¨¢s equipos de ventilaci¨®n mec¨¢nica", contin¨²a.
La mortalidad materna en el hospital es de 64 mujeres por cada 100.000 nacimientos. Esta cifra es relativamente buena, si se compara con el promedio de India de 178, pero todav¨ªa muy lejos de la de los pa¨ªses desarrollados (menos de 10; en Espa?a, por ejemplo es de cuatro por cada 100.000 nacimientos). Aunque India ha dado grandes pasos en la reducci¨®n de la mortalidad materna, es uno de los Objetivos del Milenio que no cumplir¨¢ este a?o: se pretend¨ªa una reducci¨®n a 103.
El Gobierno otorga una ayuda a las ni?as nacidas para frenar los abortos selectivos
El doctor Amit Sengupta, al frente de la reconocida ONG Movimiento por la Salud de los Pueblos, subraya que el 30% de las mujeres que mueren por complicaciones del parto o del embarazo en el mundo residen en s¨®lo dos pa¨ªses: India y Nigeria. El avance conseguido por India en los ¨²ltimos a?os se debe en parte a que cada vez m¨¢s mujeres paren en hospitales, como este de Udaipur. Sin embargo, seg¨²n el experto, se deben mejorar los servicios en los centros de atenci¨®n primaria. Y, sobre todo, acabar con la discriminaci¨®n que sufre la mujer en ese pa¨ªs a lo largo de toda su vida. ¡°El mayor problema es la malnutrici¨®n, que tiene un impacto directo en la mortalidad materna ya que una mujer que ha sufrido de ese problema durante toda su vida tiene una pelvis m¨¢s estrecha. Tambi¨¦n, por problemas de pobreza y acceso a mejores condiciones, muchas mujeres malnutridas tienen m¨²ltiples partos en poco tiempo, lo que afecta mucho en su salud¡±, a?ade el m¨¦dico.
Gupta coincide que una de las principales causas de muerte materna en este hospital son las hemorragias, sangrados antes o despu¨¦s del parto, que se deben muchas veces a que las mujeres sufren de malnutrici¨®n. "Esta es una zona tribal, una zona pobre y en la que la gente se casa joven y no tiene mucha informaci¨®n¡±, explica. Las otras causas son la preeclampsia y las infecciones. El doctor dice que las mujeres llegan tarde, ya en condiciones graves, despu¨¦s de haber ido ya a centros de atenci¨®n primaria. Los doctores, unos 33 entre profesores y estudiantes de posgrado ¡ªpues es tambi¨¦n un colegio m¨¦dico¡ª, tienen una gran carga de trabajo. En el d¨ªa en el que visitamos el hospital, el doctor hab¨ªa practicado siete de las 17 ces¨¢reas programadas en las ¨²ltimas 24 horas. Dice que trabaja unas 18 horas al d¨ªa, por un salario mensual equivalente a unos 1.000 euros netos. Los otros doctores con rango menor ganan menos. Sin embargo, las condiciones de trabajo acaban de mejorar: hace unas semanas se aument¨® el n¨²mero de personal de enfermer¨ªa de 110 a 150.
Aunque reconoce que hay muchas carencias, Gupta no duda que las condiciones de dar a luz han avanzado en el hospital en el que ha trabajado los ¨²ltimos 35 a?os: ¡°Hace algunos meses estuve en congresos en Zurich y Londres y hablando con otros m¨¦dicos europeos llegu¨¦ a la conclusi¨®n de que all¨ª hay m¨¢s recursos para la investigaci¨®n, pero que en India tenemos m¨¢s experiencia a nivel cl¨ªnico: hacemos muchas m¨¢s cirug¨ªas, todo en condiciones adversas y con recursos limitados¡±.
Algunas mujeres llegan al hospital tarde y en condiciones graves, por lo que es dif¨ªcil salvar sus vidas
Hace tres a?os el servicio de salud en el Estado de Rajast¨¢n pas¨® de ser de pago a ser totalmente gratuito, incluidas todas la medicinas para pacientes internos y externos. Lila, dice que eso ha ayudado a su familia, y a toda su comunidad. Antes enfermar o tener un hijo era un gran problema porque significaba tambi¨¦n un alto costo para toda la familia, ya que s¨®lo cuenta con los ingresos de su esposo, que vende la leche de sus dos vacas y tres b¨²falos. Lila est¨¢ en una habitaci¨®n donde hay otras ocho mujeres que acaban de parir. A su alrededor hay decenas de familiares que han venido de sus pueblos para recibir al reci¨¦n nacido. La madre de Lila, como muchos otros de los acompa?antes, se quedar¨¢ a dormir en el piso, sobre una cobija.
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