¡°Cuanta m¨¢s ciencia haya en la televisi¨®n mejor nos va a ir como sociedad¡±
El popular f¨ªsico brit¨¢nico presenta 'El universo humano' (La 2)
Oficialmente, Carl Sagan tuvo cinco hijos. Dos con la bi¨®loga Lynn Margulis (Dorion y Jeremy), uno con la artista Linda Salzman (Nick) y otros dos con la guionista Ann Druyan (Alexandra y Samuel). Sin embargo, lo que no dicen sus bi¨®grafos, lo que no se menciona en su perfil en Wikipedia, es que el gran astr¨®nomo estadounidense ¡ªy mejor divulgador cient¨ªfico¡ª tuvo m¨¢s descendencia, hijos ni reconocidos ni biol¨®gicos que a 18 a?os de su muerte mantienen viva su misi¨®n: contar al mundo las maravillas del universo y sembrar en cada televidente y en cada lector la semilla de la curiosidad y del pensamiento racional.
Uno de ellos, por ejemplo, es el f¨ªsico te¨®rico estadounidense Brian Greene, que explora los pilares de la realidad en libros como El universo elegante. Otro, el astrof¨ªsico neoyorquino Neil deGrasse Tyson, recorre la historia de la ciencia y del universo en la nueva versi¨®n de Cosmos. As¨ª y todo, el verdadero heredero de Carl Sagan es ingl¨¦s y se llama Brian Cox: en cada documental, este f¨ªsico de part¨ªculas ¡ªex tecladista de una banda pop, miembro de la Orden del Imperio Brit¨¢nico y considerado, muy a su pesar, uno de los hombres m¨¢s sexis del mundo por la revista People¡ª ratifica su puesto como la estrella m¨¢s brillante de la divulgaci¨®n cient¨ªfica inglesa. As¨ª lo demuestra en El universo humano, una producci¨®n de la BBC recientemente estrenada en La 2 de TVE (jueves a las 22) en la que, con pasi¨®n y asombro, reflexiona sobre las implicancias filos¨®ficas y existenciales de los m¨¢s recientes descubrimientos de las ciencias. "En toda la historia de la vida sobre la Tierra, de todas las criaturas que han vivido alguna vez en los oc¨¦anos, en la tierra o en el cielo, solo una ha desarrollado la habilidad para hacer preguntas profundas sobre el cosmos y reflexionar acerca de su lugar en ¨¦l", asegura Cox por tel¨¦fono desde su casa en Manchester.
Comprender nuestro lugar en el tiempo y en el espacio ha sido una de nuestras mayores haza?as intelectuales como especie"
Pregunta. Los astr¨®nomos nos recuerdan que somos f¨ªsicamente insignificantes en el universo. ?C¨®mo ha de hacernos sentir este hecho?
Respuesta. Comprender nuestro lugar en el tiempo y en el espacio ha sido una de nuestras mayores haza?as intelectuales como especie. De creer que ¨¦ramos las criaturas m¨¢s importantes de toda la creaci¨®n, ahora sabemos que habitamos un planeta que rodea una estrella entre 200.000 millones de estrellas en uno de los cientos de miles de millones de galaxias que hay en el universo observable. Es m¨¢s, nuestras mejores teor¨ªas sugieren que existe un n¨²mero infinito de universos. S¨ª, somos insignificantes en un universo indiferente, pero tambi¨¦n somos ¨²nicos. Y el ser ¨²nicos nos hace valiosos.
P. ?Somos afortunados de existir?
R. Eso parece. La Tierra orbita a la distancia exacta alrededor de una estrella para que la temperatura en su superficie permita que el agua l¨ªquida exista. Vivimos en un universo que se expande a la velocidad exacta para que estrellas y galaxias se formen. Somos felices accidentes.
P. ?Cree que estamos solos?
R. Quiz¨¢s en unos a?os la misi¨®n ExoMars de la Agencia Espacial Europea encuentre vida en Marte. O en las lunas de J¨²piter y Saturno donde hay oc¨¦anos de agua l¨ªquida debajo de la superficie. Pero si hallamos algo ser¨¢n formas simples de vida. Hay dos opciones. O hay miles de millones de mundos parecidos a la Tierra habitables ah¨ª fuera en la galaxia, y a¨²n as¨ª estamos solos. O hay miles de millones de mundos parecidos a la Tierra habitables ah¨ª fuera en la galaxia y no estamos solos. Una de estas declaraciones es verdad. Cualquiera que sea la respuesta, es inquietante.
P. En su programa recorre Etiop¨ªa, India, Jap¨®n, Per¨², Chile y tambi¨¦n las cuevas prehist¨®ricas del Monte Castillo en Cantabria para explorar nuestros or¨ªgenes. ?Cu¨¢l fue la principal innovaci¨®n que nos permiti¨® pasar de las cavernas a las estrellas?
R. La escritura nos permiti¨® compartir informaci¨®n tanto de generaci¨®n en generaci¨®n, como de pa¨ªs en pa¨ªs. Desde entonces, el conocimiento siempre aument¨® y permiti¨® a muchos cerebros trabajar en conjunto. En s¨®lo 500 a?os, nos convertimos en una civilizaci¨®n que viaja por el espacio.
Necesitamos liderazgo pol¨ªtico para hacer ver lo valiosa que es la exploraci¨®n espacial. Necesitamos un nuevo Kennedy"
P. ?La sociedad ha perdido el entusiasmo por la exploraci¨®n espacial?
R. Quiz¨¢s se debe a que no hemos hecho nada tan espectacular como ir a la Luna. La misi¨®n Rosetta fue incre¨ªblemente popular. Cautiv¨® la imaginaci¨®n de millones. La exploraci¨®n espacial es vital no s¨®lo por el conocimiento cient¨ªfico que genera o por los spin-offs tecnol¨®gicos y los enormes beneficios econ¨®micos que acarrea sino porque la exploraci¨®n en s¨ª misma es crucial para nuestra especie. Es una fuente de inspiraci¨®n. El progreso humano ha sido siempre impulsado por la exploraci¨®n. No hemos sido lo suficientemente ambiciosos y el inter¨¦s se disip¨®. Necesitamos liderazgo pol¨ªtico para hacer ver lo valiosa que es la exploraci¨®n espacial tanto econ¨®mica como culturalmente. Necesitamos un nuevo Kennedy. Alguien que diga "Elegimos ir a Marte" o "Elegimos ir m¨¢s all¨¢ porque queremos".
P. ?Qu¨¦ lugar tiene la televisi¨®n en la alfabetizaci¨®n cient¨ªfica?
R. Uno central. La ciencia es muy importante como para no estar en la cultura popular. Y la televisi¨®n sigue siendo su centro de gravedad. Lo m¨¢s importante como civilizaci¨®n es acumular conocimientos y educar a los m¨¢s j¨®venes. La ciencia debe estar en el centro de la escena cultural. La idea y la emoci¨®n de la exploraci¨®n espacial debe estar ah¨ª, a la par de los deportes, la m¨²sica, los shows de talento y las noticias del espect¨¢culo. Debemos presionar a los medios y luchar para que incluyan a la ciencia en su programaci¨®n. Cuanta m¨¢s ciencia haya en la televisi¨®n mejor nos va a ir como sociedad. Cuando yo ten¨ªa 11 a?os vi Cosmos y me influy¨® profundamente. Carl Sagan me ense?¨® que la ciencia es central para la experiencia humana. Es una parte central de la cultura. Debemos ense?arles a las nuevas generaciones a usar la luz de la raz¨®n para deshacer la oscuridad de la superstici¨®n. Por primera vez nuestra civilizaci¨®n tiene el poder de moldear el futuro del planeta entero. Y eso es gracias al conocimiento cient¨ªfico.
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