El estilo de vida ¡®no saludable¡¯ causa 16 millones de muertes al a?o

En alguna ocasi¨®n la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) se ha referido a las enfermedades no transmisibles como las relacionadas con la globalizaci¨®n del estilo de vida no saludable. A medida que el mundo controla las patolog¨ªas infecciosas y la mortalidad infantil crece la preocupaci¨®n por la extensi¨®n de los problemas de salud vinculados al tabaquismo, el abuso del alcohol, el sedentarismo o la comida basura; ¨ªntimamente ligados a las epidemias del siglo XXI: la obesidad, la diabetes o la hipertensi¨®n.

En este caso no se trata de combatir bacterias o virus, sino los malos h¨¢bitos de las sociedades modernas, que hace d¨¦cadas dejaron de ser males m¨¢s o menos limitados a los pa¨ªses m¨¢s desarrollados para extenderse por todo el mundo.

La mala noticia es que, como ha anunciado la OMS este lunes en Ginebra, cada a?o mueren 38? millones de personas en el mundo por enfermedades no transmisibles, de los que 16 millones son prematuras (se producen antes de los 70 a?os), con datos de 2012. La buena es que estos 16 millones de fallecimientos?vinculados a procesos pulmonares, cardiovasculares, a tumores, diabetes o ictus son evitables si se adoptan las medidas de prevenci¨®n de salud adecuadas.

¡°La comunidad mundial tiene la oportunidad de cambiar el curso de la epidemia de las enfermedades no transmisibles¡±, ha manifestado la directora general de la OMS, Margaret Chan. La organizaci¨®n ha lanzado un programa para reducir estas muertes en un 25% hasta el a?o 2025. ¡°Tan solo con invertir entre 1 y 3 d¨®lares (0,86 y 2,58 euros) por persona al a?o los pa¨ªses pueden disminuir las enfermedades y la mortalidad que provocan estas patolog¨ªas¡±, ha a?adido Chan.

La mayor parte de las muertes prevenibles (el 82% de los 16 millones) tienen lugar en los pa¨ªses con ingresos bajos o medios; los que m¨¢s preocupan a la OMS. La organizaci¨®n internacional ha aprovechado el acto de este lunes para lanzar algunos ejemplos de medidas eficaces frente a estas enfermedades como puede ser la prohibici¨®n de todas las formas de publicidad de tabaco; sustituir las grasas trans (presentes en fritos y boller¨ªa industrial responsables de elevar el colesterol) por las poliinsaturadas (omega-3 y omega-6, que se encuentran en pescados y frutos secos); y restringir o prohibir los anuncios de bebidas alcoh¨®licas. ?

Adem¨¢s, ha hecho p¨²blicas algunas experiencias desarrolladas en distintos pa¨ªses que pueden ser aprovechadas por la comunidad internacional.

Es el caso de Brasil que ha conseguido hacer descender las muertes por causas no transmisibles a un ritmo del 1,8% anual gracias a la extensi¨®n de la red de asistencia sanitaria primaria. O el de Turqu¨ªa, que ha aumentado desde 2013 la superficie que se reserva para advertir de los riesgos del tabaquismo en los paquetes de cigarrillos hasta cubrir el 65% de la superficie de las cajetillas. Adem¨¢s, ha incrementado los impuestos sobre el tabaco hasta alcanzar el 80% del precio total, con lo que se han reducido las tasas de fumadores en un 13% desde 2008 a 2012.

Otros ejemplos son los de Hungr¨ªa y su tasa a los productos poco saludables por sus altos contenidos en sal, az¨²car y cafe¨ªna que, un a?o despu¨¦s de haber sido aprobada, ha forzado a la industria alimentaria a cambiar los contenidos de estas sustancias y ha hecho que las ventas de estos productos caigan un 27%. Argentina, con medidas similares, ha reducido el contenido de sal en el pan en un 25%. ?