?Qui¨¦n te ha dise?ado...? Ese t¨®pico

P¨®ngase serio

En Estados Unidos las cosas van razonablemente bien, con la econom¨ªa alta, el paro bajo y la pol¨ªtica interior estable, y eso es una p¨¦sima noticia para el entretenimiento y la frivolidad, que es uno de sus productos de fabricaci¨®n nacional m¨¢s exportado. Suele ocurrir que en estas ¨¦pocas de bonanza, ni al entretenimiento le basta con entretener ni a la frivolidad le basta con distraer: tienen que estar cubiertos de una capa de trascendencia y, a ser posible, tienen que denunciar alg¨²n mal sist¨¦mico. As¨ª se desahogan los pensamientos m¨®rbidos colectivos. Pas¨® en los noventa, cuando Hollywood se llen¨® de rotundos tostones protagonizados por estrellas. Y ha pasado esta semana. Las nominaciones a los Oscar, por ejemplo, fueron recibidas como muestras de un racismo inherente al poder estadounidense, porque no hab¨ªa suficientes int¨¦rpretes negros entre los nominados y en lugar de Selma, un biopic de Martin Luther King, se ha nominado una pel¨ªcula mucho m¨¢s conservadora, El francotirador. Esta denuncia se traslad¨® a Twitter con la intensidad que solo un trending topic enrabietado puede tener, como si los Oscar tuvieran que entregarse por cuotas raciales o, peor, como si la Academia hubiera nominado las pel¨ªculas por su calidad hasta ahora. El enfado no era caprichoso (hac¨ªa 19 a?os que no hab¨ªa tanto nominado blanco), pero lo furibundo del tono resulta indicativo.

Preg¨²ntale m¨¢s

La misma pulsi¨®n por la trascendencia tuvo un momento mucho m¨¢s edificante el domingo, noche de los Globos de Oro. Una de las presentadoras, la brillante Amy Poehler, le ofreci¨® a Twitter un hashtag llamado #AskHerMore, es decir, Preg¨²ntale (a ella) m¨¢s, para hacerle frente a una de las instituciones m¨¢s t¨®xicas de las alfombras rojas: rociar a las actrices con las gravosas preguntas de qui¨¦n les ha hecho el vestido y qu¨¦ crema llevan puesta.

Alternativa

Las sugerencias de los usuarios no eran nada del otro mundo, porque no hay nada m¨¢s complicado que entrevistar a un actor sin entrar en su vida ni su imagen. Es solo marginalmente m¨¢s f¨¢cil que entrevistar a un futbolista. ¡°H¨¢blenos de una mujer que le haya inspirado¡±, dec¨ªa una. ¡°?Qu¨¦ le ha ense?ado su personaje?¡±, otra. Ninguna funcionar¨ªa en una alfombra roja, y las industrias del cine y la moda dependen mucho de que las actrices lleven vestidos y hablen de ellos esa tarde. Pero esta vez, al menos un poco, se ha hablado tambi¨¦n de la alternativa. Es un buen primer paso.