Grecia: lo imposible
Se refinancia la deuda emitiendo deuda nueva. As¨ª es como Europa llega a la crisis de endeudamiento.
Comparecen en Atenas el primer ministro griego, Andonis Samar¨¢s (25,7% de paro, 49,8% de paro juvenil), y el jefe de Gobierno espa?ol, Mariano Rajoy (23,1% de paro, 53,5% de paro juvenil). Son una sociedad de apoyos mutuos muy distinta de la que formar¨ªan, por ejemplo, los mandatarios austriaco (4,9% de paro) y alem¨¢n (5%). As¨ª ha sido el reparto de la crisis y de su gesti¨®n. El espa?ol ha acudido a apoyar al griego en las decisivas elecciones del pr¨®ximo domingo. Ambos son los campeones del desempleo en Europa, aunque sus econom¨ªas prometen crecer por encima de la media en el a?o en curso.
Rayoy pronuncia una frase llena de ese sentido com¨²n que le caracteriza: ¡°No conviene decir que se va a hacer lo que es imposible, porque eso acaba generando mucha frustraci¨®n y muchos problemas¡±. A pesar de su amplia experiencia en estos aspectos, no se refiere a su programa electoral en materia de impuestos, abaratamiento del despido, empleo, dualidad de los puestos de trabajo, ayudas a la banca con dinero p¨²blico, etc¨¦tera. Sus palabras critican las propuestas de Syriza, el partido de izquierda radical que figura en el primer puesto en los sondeos sobre las elecciones, especialmente en lo relativo a la reestructuraci¨®n de la deuda p¨²blica griega (175% del PIB), que es el punto que m¨¢s nerviosos ha puesto a los mandatarios europeos y a los mercados globales.
Seg¨²n su l¨ªder, Alexis Tsipras (en tribuna de opini¨®n publicada por EL PA?S el pasado viernes), esto es lo que defienden: ¡°Es imprescindible aliviar la carga de la deuda de manera coordinada a trav¨¦s de la creaci¨®n de una Conferencia Europea sobre la Deuda que tome como referencia la Conferencia de Londres de 1953, que facilit¨® la recuperaci¨®n alemana en la posguerra¡±.
Tambi¨¦n las anteriores son palabras de sentido com¨²n, aunque se consideren pol¨ªticamente incorrectas y de las que no se debe hablar, porque una reestructuraci¨®n de la deuda (en forma de quitas, alargamiento de los plazos, reducci¨®n de los tipos de inter¨¦s, combinaciones de estos tres elementos) genera perdedores entre los poseedores de la misma (fundamentalmente, otros Gobiernos europeos y el Mecanismo Europeo de Estabilidad; es decir, en ¨²ltima instancia, los contribuyentes europeos).
Sin embargo, entre los expertos hay casi unanimidad en que una deuda p¨²blica del calibre de la griega es imposible de pagar en las condiciones actuales (a pesar de que mucha de la misma es a largo plazo y que sus tipos de inter¨¦s no son muy altos)... so pena de condenar a varias de las generaciones futuras, algunas de las cuales no han nacido todav¨ªa, a continuar en la decadencia (Grecia ha perdido un cuarto de su riqueza durante la crisis). Posiblemente, despu¨¦s de las elecciones y mientras se intenta un acuerdo, se refinanciar¨¢ esa deuda emitiendo deuda nueva en una especie de fuga hacia delante. As¨ª es como hemos llegado a esta crisis de sobreendeudamiento.
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