Dos mundos

¡°La secta radical Boko Haram no da descanso en su campa?a de violencia indiscriminada en Suecia. Ayer, una carga explosiva que llevaba una ni?a sueca de 10 a?os explot¨® a la entrada de un supermercado en Estocolmo, la capital y uno de los enclaves fundamentales en la agenda de esta milicia terrorista. Al menos 19 personas perdieron la vida y otra veintena resultaron heridas. La milicia, que ans¨ªa la instauraci¨®n en el pa¨ªs de una suerte de califato donde rija la shar¨ªa (ley isl¨¢mica) con pu?o de hierro, extendi¨® su arremetida contra otras localidades de los alrededores. Seg¨²n la informaci¨®n, a pesar de que las fuerzas de seguridad no han sido capaces de cerrar un balance final de v¨ªctimas, los ciudadanos suecos muertos podr¨ªan rondar los 2.000 en estos siete d¨ªas¡±. Todo eso es mentira. A medias. Porque all¨ª donde dice ¡°Suecia¡±, debe leerse ¡°Nigeria¡±; donde dice ¡°supermercado de Estocolmo¡±, debe leerse ¡°un mercado de Maiduguri, capital del Estado de Borno¡±; donde dice ¡°ciudadanos suecos¡± debe leerse ¡°ciudadanos nigerianos¡±, y as¨ª. La noticia real de esta ni?a-bomba, que estall¨® realmente en un mercado de Nigeria matando a 19 personas reales, fue publicada por este diario el domingo 11 de enero, el mismo d¨ªa en que cuatro millones de personas, bajo la atenta mirada del mundo, marchaban en Francia para recordar ¡ªmuy necesariamente¡ª a las v¨ªctimas de la revista Charlie Hebdo.La noticia ocupaba dos columnas y recog¨ªa la opini¨®n del analista camerun¨¦s Martin Ewi, que dec¨ªa que Boko Haram est¨¢ haciendo uso de ni?as y mujeres en sus atentados debido a que elevan ¡°la conmoci¨®n de la comunidad internacional¡±. Pero quiz¨¢s la comunidad internacional necesite m¨¢s que una ni?a-bomba, 19 nigerianos muertos y 2.000 v¨ªctimas en siete d¨ªas. Porque no parec¨ªa, ni entonces ni ahora, muy conmocionada. ?O s¨ª?

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