Europe¨ªsmo s¨ª, pero cr¨ªtico
Ser¨¢ dif¨ªcil revertir la desafecci¨®n. Queremos participar; d¨¦jennos hacerlo
Hay muchos europeos j¨®venes que se han beneficiado
enormemente del proyecto europeo. Y, sin embargo,
apenas o¨ªmos su voz en Europa. (¡) Venga, enf¨¢date.
Repr¨¦ndeme. Pero cambia Europa. Lo necesita.
Timothy Garton Ash
El pasado 15 de diciembre nos encontr¨¢bamos con el mensaje que Garton Ash lanzaba en la Cuarta P¨¢gina de EL PA?S: que la generaci¨®n Erasmus defienda Europa. Nos parec¨ªa casi una provocaci¨®n. Como ellos ya no est¨¢n en condiciones de hacerlo, el autor nos pasa la patata caliente a nosotros. No resulta f¨¢cil, sin embargo, ser joven y defender una Uni¨®n Europea cuyos principales logros sin duda admiramos, pero que parece no entender la realidad de los tiempos en los que vivimos.
Da la impresi¨®n de que Merkel, Draghi, la troika o los mercados tienen m¨¢s que decir en la construcci¨®n de Europa que los ciudadanos
Desde luego no entienden esta realidad los partidos pol¨ªticos, actores fundamentales de la Uni¨®n que se enfrentan cada cinco a?os en las elecciones al Parlamento Europeo. Tras los comicios del pasado a?o, asistimos a una serie de decisiones que se alejan de la perspectiva europea necesaria, instrumentaliz¨¢ndose de nuevo las instituciones comunitarias en clave nacional. En el caso espa?ol (que no es distinto en absoluto al de otros Estados miembros), los partidos que hoy encabezan las encuestas en intenci¨®n de voto para las pr¨®ximas elecciones generales, PP, PSOE y Podemos, as¨ª lo han hecho.
En particular, el Gobierno del Partido Popular design¨® a Miguel Arias Ca?ete como comisario, decisi¨®n que no es comprensible en el marco de su posici¨®n como n¨²mero uno en las listas electorales de su partido. El PSOE, por su parte, y ¨²nicamente en respuesta a la presi¨®n en ¡°casa¡±, decidi¨® desvincularse de su familia europea durante la votaci¨®n de Juncker como presidente de la Comisi¨®n Europea. En el caso de Podemos, es m¨¢s que previsible que en apenas un a?o cuatro de sus cinco eurodiputados dejen sus responsabilidades europeas para embarcarse en otras aventuras pol¨ªticas m¨¢s jugosas a nivel nacional. Se?ores, ?as¨ª hacemos Europa? ?As¨ª de en serio nos lo tomamos?
Pero es que tampoco las instituciones comunitarias parecen entender la situaci¨®n: la forma no inclusiva en que se ha llevado a cabo la toma de decisiones en los ¨²ltimos a?os ha pasado por encima incluso de soberan¨ªas nacionales como las de Grecia o Italia ¡ªllegando hasta el extremo de sustituirse a primeros ministros¡ª, dando la impresi¨®n de que Merkel, Draghi, la Troika o los mercados tienen m¨¢s que decir en la construcci¨®n de Europa que los ciudadanos en general y los j¨®venes en particular.
Los ciudadanos, y en especial nuestra generaci¨®n, asistimos at¨®nitos a un continuo proceso de mayor integraci¨®n nuevamente top-down, sin explicaciones suficientes sobre por qu¨¦ se toman ciertas decisiones y sin tener en cuenta que la legitimidad democr¨¢tica es absolutamente esencial. As¨ª, no resulta extra?o que exista tal desafecci¨®n en el conjunto de la Uni¨®n, reflejada en el apoyo a formaciones abiertamente contrarias al proyecto comunitario, como es el caso del UKIP en Reino Unido, por no hablar del Frente Nacional franc¨¦s.
Durante los a?os de crisis econ¨®mica, ni siquiera esta falta de legitimidad mencionada se ha visto sustituida por una mayor eficacia en las medidas tomadas que la justifique. El ¨²ltimo y m¨¢s sangrante ejemplo de ello para los j¨®venes europeos es que la UE considera que el escandaloso desempleo juvenil de 28 Estados se puede atajar con 6.000 millones de euros entre 2014 y 2020.
No cabe duda de que ser¨¢ muy dif¨ªcil revertir la desafecci¨®n existente. Ello no significa, no obstante, que la juventud no quiera hacerlo. Sin duda, estaremos dispuestos a dejarnos la piel por un proyecto europeo que cuente con la ciudadan¨ªa y escuche de verdad a los j¨®venes; una Uni¨®n que avance en la integraci¨®n, pero no a costa del ninguneo de las soberan¨ªas nacionales, regionales o locales ¡ªapliquemos de manera efectiva el principio de subsidiariedad, que para algo existe¡ª; una Uni¨®n que no ceda a populismos que quieran evitar la libre circulaci¨®n de personas y que, muy al contrario, fomente las condiciones necesarias para una movilidad laboral real como sucede en Estados Unidos.
Logros como Schengen, la moneda ¨²nica o el programa Erasmus son absolutamente irrenunciables, como lo son igualmente la eliminaci¨®n definitiva del roaming o una profundizaci¨®n del Mercado Interior de la UE. Necesitamos de todo esto y de m¨¢s, de una Europa que importe en el mundo, para lo que es imprescindible dejar de tener miedo a enfrentarse a cuestiones delicadas en materia exterior, como Ucrania y la anexi¨®n de Crimea por parte de Rusia, o Siria y la crisis de refugiados.
Sin lugar a dudas, esta es la legislatura en la que la Uni¨®n tiene la ¨²ltima oportunidad para recuperar una credibilidad casi perdida. Si quieren que defendamos el proyecto europeo, entiendan el mensaje de estos tiempos de una vez por todas: todo ha cambiado y queremos participar. D¨¦jennos hacerlo. Tengan en cuenta que el futuro es nuestro. Europe¨ªsmo s¨ª, pero cr¨ªtico.
Salvador Llaudes es ayudante de investigaci¨®n del Real Instituto Elcano y Vicente Rodrigo es especialista en asuntos p¨²blicos y comunicaci¨®n pol¨ªtica. Firman esta tribuna junto al resto de integrantes del grupo Con Copia a Europa www.cceuropa.net @CCEuropa
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.