Bradley Cooper, el novio de Am¨¦rica
Ha conseguido su tercera nominaci¨®n consecutiva a un Oscar, pero lejos de hacer campa?a por la victoria, vive encerrado en el teatro
Estos d¨ªas Bradley Cooper no habla a menos que vayas a verle. No es que se le haya subido a la cabeza su tercera candidatura consecutiva al Oscar, esa que sit¨²a al chico de Resac¨®n en Las Vegas en un exclusivo club de estrellas del que forman parte actores de la talla de Jack Nicholson, Marlon Brando, Gary Cooper o Al Pacino. La nominaci¨®n conseguida por El francotirador sigue a las que defendi¨® con El lado bueno de las cosas (2012) y La gran estafa americana (2013), pero de lo ¨²nico que hablan todos los titulares es de sorpresa y no de su val¨ªa. Y Cooper callado. Ni por altivez ni por humildad. Simplemente porque mientras el resto de los candidatos al Oscar est¨¢n embarcados en una campa?a m¨¢s parecida a la de un pol¨ªtico en periodo electoral, ¨¦l pasa sus horas, d¨ªas, meses ya, encerrado en el teatro Booth de Nueva York haciendo realidad el sue?o de su vida: protagonizar la obra El hombre elefante.
?De d¨®nde ha salido esta anomal¨ªa de Hollywood? Est¨¢ considerado entre los m¨¢s guapos de la industria, tambi¨¦n entre los mejor pagados, el novio de Am¨¦rica -le dicen- para quien suenan lejanas campanas de boda junto a la modelo brit¨¢nica Suki Waterhouse. Sin embargo, se pasa estos d¨ªas compartiendo camerino con Alessandro Nivola y embarcado en un brutal programa de 110 representaciones teatrales en lugar de disfrutar de las mieles del ¨¦xito. Cuando se le menciona El hombre elefante sus ojos se iluminan, pero el int¨¦rprete tiene tal intensidad en su mirada que la diferencia en el gesto es escasa. Todo lo que est¨¢ relacionado con la interpretaci¨®n le ilusiona, un arte que ama desde la infancia. ¡°S¨¦ que lo digo siempre pero lo volver¨¦ a decir. Bradley es de los mejores. Alguien al que nunca pill¨¦ actuando. Y es lo mejor que puedo decir de un actor¡±, declaraba a este peri¨®dico su ¨²ltimo director, Clint Eastwood, tras trabajar juntos en El francotirador, filme en el que Cooper interpreta al soldado m¨¢s mort¨ªfero del Ej¨¦rcito estadounidense. ¡°Parece mentira que sea el mismo hombre que hizo Resac¨®n en Las Vegas¡±, a?ade una admirada Sienna Miller, junto a ¨¦l en la misma cinta b¨¦lica.
¡°Es alguien al que nunca pill¨¦ actuando. Y es lo mejor que puedo decir de un actor¡±, dice de ¨¦l Clint Eastwood
¡°Me parece que lo dijo Jimmy Stewart. La ¨²nica forma en la que puedo ser honesto como actor es si lo soy conmigo mismo. Si estoy siendo honesto cuando hablo contigo, lo m¨¢s probable es que lo sea en cuanto salga al escenario¡±, asegura ¨¦l de su leitmotif. Cooper lleva practicando su mantra desde peque?o, cuando a los 12 a?os este nacido en Filadelfia vio con su padre a John Hurt en El hombre elefante de David Lynch y decidi¨® ser actor. Un duro golpe para su familia, que esperaba que sentara la cabeza. Pero Cooper prefiri¨® endeudarse hasta las cejas y pagar de su bolsillo los estudios en el Actor¡¯s Studio de Nueva York. All¨ª hizo de todo. ¡°Llevo toda mi vida grabando audiciones para Clint¡±, bromea ahora que finalmente ha conseguido trabajar con uno de sus ¨ªdolos, veterano al que ir¨®nicamente fue el actor, y su productora 22nd & Indiana, quien contrat¨®. El actor se pasaba la vida grabando audiciones para cualquier papel que se le cruzaba, haci¨¦ndose amigo en estas esperas de los otros contendientes intercambiables a los ojos de los agentes de casting, una clase que incluye a Ryan Reynolds, Ryan Gossling o Billy Crudup. Mientras, trabajaba de portero en hoteles y restaurantes, de botones o camarero, para pagar su deuda.
Las iron¨ªas del destino, el pasado a?o Cooper fuera el tercer actor mejor pagado de Hollywood, con ingresos de 36,2 millones de euros, superando en tres millones a Leonardo DiCaprio, una de las estrellas a las que sirvi¨® cuando no era nadie. ¡°La verdad es que no podr¨ªa estar m¨¢s feliz. Art¨ªsticamente me siento realizado y en lo personal no puedo estar m¨¢s agradecido¡±, dice Cooper sin ocultar su perenne sonrisa al hacer balance de sus 40 a?os reci¨¦n cumplidos.
Las cosas han cambiado. Dan igual los millones conseguidos con la trilog¨ªa de Resac¨®n en Las Vegas donde era el payaso listo de ese grupo de bufones que completaban Ed Helms y Zach Galifianakis. Las comedias no ganan Oscar. Ni los comediantes, el respeto debido. Una falta de reconocimiento que le hizo replantearse las cosas. Fue en 2006, cuando trabajaba tambi¨¦n en teatro, esta vez con Julia Roberts y Paul Rudd, y estuvo a punto de dejar una carrera donde s¨®lo era otra cara bonita. Pero esa crisis es cosa del pasado. Como sus adicciones al alcohol y otras sustancias, reconocidas por alguien sobrio desde 2004. Honesto en todo, Cooper asegura que su momento decisivo no se lo dio la fama o el dinero. Ni tan siquiera los papeles que consigue o que ¨¦l mismo genera. Fue el abrazo que le dio su padre tras su primera interpretaci¨®n de El hombre elefante en su graduaci¨®n. Cuando le dijo eso de ¡°est¨¢s haciendo lo que debes¡±. Charles Cooper muri¨® de c¨¢ncer de pulm¨®n en 2011. ¡°De ah¨ª que cuando me preguntan qu¨¦ siento al cumplir los 40 conteste que no me puedo sentir mejor, algo normal cuando uno madura aunque a la vez veas c¨®mo tu cuerpo se va descomponiendo ante tus ojos. Esa es la realidad¡±, a?ade alguien a quien todo los que le conocen le admiran como actor, como persona y saben que es el novio m¨¢s honrado y divertido.
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