Kardashian remata su selfi con un libro

Desde que se invent¨®, el t¨¦rmino selfi se ha usado tanto para denominar a los retratos que uno se hace a s¨ª mismo con la c¨¢mara del m¨®vil y luego sube a las redes sociales como para ilustrar una cierta visi¨®n pesimista de la era actual. Una ¨¦poca en la que la tecnolog¨ªa ha facilitado el camino del narcisismo. Por eso no es casualidad que Kim Kardashian y selfi sean pr¨¢cticamente sin¨®nimos.

Esta californiana de 34 a?os es mundialmente famosa por protagonizar el delirante reality familiar Keeping up with the Kardashians, ser la mujer del rapero Kanye West y, entre otras y recientes facetas, por protagonizar la ¨²ltima campa?a de Balmain. Pero, adem¨¢s, Kardashian se ha convertido en una de las figuras p¨²blicas que mejor ha sabido refinar la forma y el fondo del selfi. Gracias a ello, ha conseguido ser la persona con m¨¢s millones de seguidores en Instagram: casi 25.

Este talento se trasladar¨¢ este a?o a un libro. Un tomo de gran tama?o que la editorial Rizzoli publicar¨¢ en mayo y que estar¨¢ compuesto solo por selfis de Kardashian impresos en alta calidad. Se trata, seg¨²n adelantan desde el sello, de una selecci¨®n de las im¨¢genes favoritas de la celebrity. Algunas de ellas tienen el supuesto valor a?adido de ser in¨¦ditas y abarcan un arco temporal que va desde sus primeros a?os como estilista hasta el momento actual.

"De tantos que se hace, alguno ser¨¢ interesante¡±, dice el fot¨®grafo Outumuro

El martes, Kardashian desvel¨® no solo el t¨ªtulo del volumen, Selfish (juego de palabras entre ego¨ªsta en ingl¨¦s y el formato de im¨¢genes de sus p¨¢ginas) sino su foto de portada.

Esta imagen en color se podr¨ªa considerar el selfi definitivo. Aglutina todos los manierismos del g¨¦nero: la mirada perdida en un punto ligeramente encima de la lente, los labios hacia fuera, un hueco no modesto reservado para el escote, y los brazos, enormes, absorbidos por los bordes de la imagen.

Pero tambi¨¦n escenifica la ideolog¨ªa de Kardashian: all¨ª donde un autorretrato es una estampa del presente, un retrato de usar y tirar, del aqu¨ª y el ahora, su fotograf¨ªa es algo intencionadamente preparado. La celebrity aparece maquillada y las cejas son perfectas. Si ten¨ªa alguna imperfecci¨®n, Photoshop la ha barrido. Esta es Kim Kardashian: el producto, no la persona.

Esta dicotom¨ªa ¡ªel selfi que no es selfi en un libro de fotograf¨ªas compuesto por im¨¢genes que tienen m¨¢s de comunicaci¨®n que de arte¡ª deja un mensaje confuso. ?Hay que tomarse el libro en serio? ?Es una broma, una obra de mercadotecnia o un rompedor ejercicio para ampliar el g¨¦nero? ¡°Fotogr¨¢ficamente no es nada¡±, sentencia Outumuro, uno de los fot¨®grafos de moda m¨¢s veteranos de Espa?a.

¡°Es un documento de lo que es hoy y de una parte de c¨®mo se emplea hoy la fotograf¨ªa: ese exhibicionismo profesional, el usar y tirar sin t¨¦cnica, y ah¨ª puede tener un inter¨¦s. Pero lo ¨²nico fotogr¨¢fico aqu¨ª es el medio¡±.

Si Selfish tiene la misma intenci¨®n posmoderna que los cuatro perfumes que llevan el nombre de Kardashian o que sus cremas bronceadoras, al menos, posee cierto inter¨¦s. ¡°Puede haber alguna imagen interesante¡±, admite Outumuro. ¡°De tantos millones que se hace, es pura ley de la probabilidad¡±.