Los secretos del primer color artificial de la historia
Un equipo de investigadores espa?oles explica la qu¨ªmica detr¨¢s del azul egipcio, un pigmento descubierto hace m¨¢s de 5.000 a?os
Hace unos a?os, en un aeropuerto, un periodista puso en un aprieto al cantante Enrique Iglesias con una pregunta incisiva e inesperada: ?Cu¨¢l es tu color favorito? Tras unos instantes de confusi¨®n en los que asegur¨® que no ten¨ªa, el cantante se inclin¨® impulsivamente por el azul. En su respuesta forzada, respondi¨®, sin saberlo, como cab¨ªa esperar. Un gran n¨²mero de encuestas ha mostrado que si se pregunta a la gente por su color favorito, aproximadamente la mitad responder¨¢ como Iglesias, el azul, muy por delante de los segundones verde o morado.
El azul, el color de Facebook y Twitter o del partido que gobierna Espa?a, no siempre ha sido tan popular. De hecho, si en lugar de a Iglesias el periodista hubiese tenido acceso al escritor griego Homero, habr¨ªa obtenido una respuesta peculiar. Ni en La Iliada ni en La Odisea el poeta describi¨® el cielo como azul, y cuando se refiere al mar le atribuye el color del vino. Esa ausencia no es exclusiva del griego cl¨¢sico. Como explica el ling¨¹ista Guy Deutscher, si un idioma tiene una palabra para el color azul, tendr¨¢ una para el color rojo, pero no necesariamente suceder¨¢ lo contrario. En la evoluci¨®n de las lenguas el azul siempre aparece m¨¢s tarde. ¡°No conocemos ninguna excepci¨®n a esta regla¡±, afirmaba en una entrevista a The Paris Review. Deutscher ofrec¨ªa su explicaci¨®n: ¡°La gente encuentra un nombre para el rojo antes que para el azul no porque puedan ver el primero y no el segundo sino porque inventamos nombres para cosas de las que creemos que es importante hablar, y el rojo [el color de la sangre] es m¨¢s importante que el azul para la vida de la gente en todas las culturas m¨¢s simples¡±.
Los artistas de Altamira no contaban con pigmentos de color azul
Como sucede en el idioma, el pigmento azul tambi¨¦n tard¨® en llegar a la pintura. Ni en cuevas como las Altamira o Lascaux, en las que artistas desconocidos plasmaron la vida paleol¨ªtica hace decenas de miles de a?os, se encuentra el color azul. Despu¨¦s, se han encontrado grandes minas de lapisl¨¢zuli en pa¨ªses como Afganist¨¢n que podr¨ªan haber servido como base para estos tintes, pero no quedaban a mano de los artistas de Europa Occidental. Los pintores rupestres no contaban en su entorno con minerales de ese color que fuesen estables al contacto con el aire y esa situaci¨®n no cambi¨® hasta hace unos 5.000 a?os. Entonces, los egipcios lograron sintetizar el color azul por primera vez. Para conseguirlo, aunque hab¨ªa algunas variantes, se utilizaba arena del Nilo, sal mineral, bronce como fuente de cobre y se coc¨ªa a temperaturas de entre 800 y 1.000 grados.
Desde su creaci¨®n, aquel ¡°azul egipcio¡±, dif¨ªcil de obtener y muy valorado, se emple¨® en algunos de los principales monumentos del imperio africano, como la corona del busto de la reina Nefertiti que se encuentra en el Neues Museum de Berl¨ªn (Alemania). En los siglos posteriores, tambi¨¦n apareci¨® en otros monumentos del mundo Antiguo, como el cintur¨®n de la diosa Iris, en el Parthenon de Atenas, y continu¨® emple¨¢ndose como un complemento est¨¦tico de lujo hasta tiempos romanos. Despu¨¦s, a partir de la revoluci¨®n qu¨ªmica que se produjo en el siglo XIX, muy relacionada con el desarrollo de nuevos tintes, el azul dej¨® de ser un color casi exclusivo de los m¨¢s poderosos.
Una explicaci¨®n qu¨ªmica
Este pigmento con tanta historia y connotaciones tan intensas ha despertado un gran inter¨¦s, tambi¨¦n de los cient¨ªficos. Es el caso de un equipo de investigadores de la Universidad de Cantabria, que ha tratado de explicar el origen real del azul que fascin¨® a los egipcios. En un trabajo que publican este mes en la revista Inorganic Chemistry, se preguntan c¨®mo es posible que el complejo CuO46-, formado por el ion Cu2+ y cuatro iones ox¨ªgeno, de lugar al color azul intenso del compuesto CuCaSi4O10 (base del pigmento egipcio) mientras que el color de muchos otros materiales, que contienen el mismo complejo, es claramente distinto.
Seg¨²n los investigadores, aunque las mol¨¦culas CuO46- son, en principio, las responsables del color, ¨¦ste depende tambi¨¦n de los campos el¨¦ctricos internos que generan el resto de iones del compuesto CuCaSi4O10, sobre esas mol¨¦culas. Asimismo, se demuestra que estos campos internos, cuya influencia no se suele tener en cuenta, son los causantes de las diferencias de coloraci¨®n entre el pigmento egipcio y otros compuestos similares que contienen el mismo complejo de cobre.
El azul egipcio produce radiaciones infrarrojas que le dan aplicaciones en nanotecnolog¨ªa
Para preparar el pigmento, los egipcios ten¨ªan que mezclar carbonato c¨¢lcico, cobre y arena del Nilo, y lo calentaban en presencia de aire para que el cobre se oxidase, dando lugar a Cu2+. Curiosamente, aunque la arena (SiO2) no est¨¢ presente en el complejo de cobre, causante del color,? es el campo el¨¦ctrico creado por los grupos SiO44- que integran el compuesto CuCaSi4O10 el principal responsable del fuerte desplazamiento al rojo de las transiciones ¨®pticas. ¡°Este hecho es clave en la obtenci¨®n del azul intenso¡±, explica Miguel Moreno, investigador del Departamento de Ciencias de la Tierra y F¨ªsica de la Materia Condensada de la Universidad de Cantabria y uno de los autores del estudio, junto con Pablo Garc¨ªa y Antonio Aramburu.
La organizaci¨®n de los ¨¢tomos de cobre y ox¨ªgeno hace que el azul egipcio emita una radiaci¨®n que, adem¨¢s de hacerlo famoso en la antig¨¹edad, le ha permitido superar el paso del tiempo, al menos en cierta medida. ¡°El azul egipcio tiene ¨¢tomos de cobre muy separados unos de otros que emiten luz infrarroja", apunta Moreno. ¡°Esto permite que, en el caso del Parten¨®n de Atenas, por ejemplo, se pueda observar un trozo en el que a simple vista no se ve pigmento y midiendo esa radiaci¨®n conocer que en alg¨²n momento estuvo pintado con azul egipcio¡±, a?ade.
Todo este conocimiento sobre la estructura fundamental de los materiales que producen el color est¨¢ abriendo la puerta a nuevas a aplicaciones pr¨¢cticas ahora que los tintes han dejado aquel producto obsoleto. Investigadores de la Universidad de Georgia describieron c¨®mo el silicato de cobre y calcio del azul egipcio se fragmenta en nanocapas miles de veces m¨¢s finas que un cabello. Estas capas producen radiaci¨®n infrarroja invisible, similar a la que sirve para comunicar un mando a distancia con la televisi¨®n. Esta cualidad har¨ªa ¨²til este compuesto para producir maquinaria de imagen biom¨¦dica, ahora en desarrollo, que necesitan este tipo de radiaci¨®n infrarroja. La nanotecnolog¨ªa crear¨ªa as¨ª una nueva aplicaci¨®n para esta antigua tecnolog¨ªa.
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