1.500 millones de p¨ªxeles para retratar Andr¨®meda

Una espiral nebulosa del dorado al azul. Zoom con el rat¨®n y la espiral desaparece en una espectacular estampa puntillista de estrellas. Son los dos extremos del retrato que ha esbozado el Telescopio Hubble de la galaxia Andr¨®meda, vecina de la V¨ªa L¨¢ctea a solo dos millones de a?os luz. 1.500 millones de p¨ªxeles que llenar¨ªan una inabarcable pantalla que tuviera kil¨®metros de superficie para contener un tercio de esta galaxia, con cien millones de estrellas en su interior.

Es el regalo de la NASA para abrir 2015 que dar¨¢ "10 o 15 a?os de temas a los astr¨®nomos", seg¨²n valora Javier Armienta, director del Planetario de Pamplona, "porque contiene un enorme cat¨¢logo de datos sobre Andr¨®meda". La imagen, la m¨¢s grande que ha sido nunca montada gracias al Hubble, permite a cualquiera bucear en el aspecto que tiene la piel de la galaxia hasta llegar al marem¨¢gnum estelar que ofrece la vista m¨¢s cercana. Se trata de la imagen m¨¢s ambiciosa jam¨¢s elaborada del vecindario de la V¨ªa L¨¢ctea y es el resultado del proyecto Tesoro Pancrom¨¢tico Hubble de Andr¨®meda (PHAT), una colaboraci¨®n entre m¨¢s de 80 astr¨®nomos de universidades estadounidenses.

Pero, m¨¢s all¨¢ de su belleza, este esfuerzo visual sirve como la cartograf¨ªa m¨¢s precisa hasta la fecha de una galaxia en espiral, la categor¨ªa m¨¢s abundante del universo conocido a la que pertenecen m¨¢s de 100.000 millones de galaxias. Y era necesario hacer el esfuerzo ahora o tal vez nunca: "Cuando el Hubble muera, no tendremos un telescopio para hacer este tipo de estudio, al menos no durante unas cu¨¢ntas d¨¦cadas. El JWST [el Telescopio Espacial James Webb que se lanzar¨¢ en 2018] tendr¨¢ mejor resoluci¨®n, pero trabajar¨¢ sobre todo con an¨¢lisis en infrarrojo. As¨ª que era nuestra ¨²nica oportunidad para hacerlo [el Hubble s¨ª opera en radiaci¨®n visible]", explica Kris Stanek, profesor de la Ohio State University y uno de los astr¨®nomos del PHAT.?

Elaborar la imagen es un logro log¨ªstico. Primero, elegir el ¨¢rea a fotografiar, el tercio de esta gran galaxia que ser¨ªa retratado para toda estrella al menos tres veces mayor que nuestro Sol. Luego ese ¨¢rea se dividi¨® en 23 ladrillos que fueron fotografiados cada seis meses por seis filtros que cubr¨ªan el espectro desde la radiaci¨®n ultravioleta (para las estrellas m¨¢s c¨¢lidas) hasta la muy cercana a la infrarroja (las m¨¢s fr¨ªas). La ventaja de la imagen resultante comparada con las que tenemos de la v¨ªa L¨¢ctea, como apunta Stanek, es que a Andr¨®meda la podemos ver "desde fuera".

Andr¨®meda no es solo interesante por su cercan¨ªa. Su destino est¨¢ ¨ªntimamente ligado al de la V¨ªa L¨¢ctea, ya que ambas galaxias, dentro de unos 4.000 millones de a?os, se dar¨¢n un beso mortal: "Los astr¨®nomos hablamos de canibalismo gal¨¢ctico", cuenta Armienta. "Las galaxias tienen una forma extra?a que surge por devorarse una tras otras. La atracci¨®n gravitatoria que se ejerce hace que una absorba estrellas de la otra y tambi¨¦n que el gas se condense y nazcan nuevas estrellas".

Lo curioso es que si algo vive para contarlo despu¨¦s de esos 4.000 millones de a?os ¡ªaunque para entonces el Sol ya deber¨ªa haber acabado con la vida sobre la Tierra¡ª probablemente no notar¨ªa nada, porque un choque entre estrellas, incluso desviadas de su ¨®rbita, es un fen¨®meno muy extra?o solo com¨²n en el centro de la galaxia: "Y ser¨ªa un espect¨¢culo incre¨ªble de ver", apuntilla Armienta. Para este astr¨®nomo, este retrato es una deuda de "justicia po¨¦tica" con Andr¨®meda: "La hab¨ªamos dejado algo de lado porque ya la conoc¨ªamos. El Universo es algo tan incre¨ªble y vasto que siempre buscamos nuevos descubrimientos. Pero hace falta que la astronom¨ªa se ocupe de los detalles de lo conocido". Y en esos detalles est¨¢ conocer en profundidad c¨®mo nacen, viven y mueren estos gigantes de miles de millones de estrellas.