No disparen a la neuroimagen
Los experimentos brit¨¢nicos tendr¨¢n que ser sometidos a un escrutinio riguroso, y resultar reproducibles con otros grupos de poblaci¨®n y otros cient¨ªficos
Las modernas t¨¦cnicas de neuroimagen, como la resonancia magn¨¦tica funcional (fMRI), no han inventado la predicci¨®n de la psicopat¨ªa, o del trastorno de personalidad antisocial, como los expertos prefieren denominarla ahora. Los jueces solicitan continuamente ese tipo de predicciones para informar no solo sus sentencias, sino tambi¨¦n las fianzas que imponen y las libertades condicionales que conceden. Utilizan para ello dict¨¢menes de m¨¦dicos o psic¨®logos y, cada vez m¨¢s, formularios actuariales ¨Ces decir, estad¨ªsticas y c¨¢lculos de probabilidades normalizados¡ª basados en factores como el sexo, la edad, el historial delictivo y el consumo de drogas. Poca gente aprecia problemas ¨¦ticos con estas predicciones. Su problema es m¨¢s bien que resultan extraordinariamente imprecisas.
Las t¨¦cnicas de neuroimagen pueden mejorar la precisi¨®n de las predicciones, y no deber¨ªan constituir un problema ¨¦tico, o al menos un problema ¨¦tico nuevo. Por ejemplo, la activaci¨®n del c¨®rtex del c¨ªngulo anterior, una circunvalaci¨®n que rodea al cuerpo calloso (las fibras que conectan los dos hemisferios cerebrales), durante una prueba de impulsividad funciona bastante bien como un predictor de la reincidencia en el delito. En un ensayo con 96 convictos publicado en 2013, la probabilidad de que un delincuente liberado reincidiera en cuatro a?os no guard¨® ninguna correlaci¨®n significativa con los resultados de los formularios de psicopat¨ªa convencionales, pero se duplic¨® en los individuos que hab¨ªan mostrado una baja activaci¨®n del c¨ªngulo anterior en las pruebas de neuroimagen.
Los comportamientos asociados a este trastorno aparecen ya en la ni?ez, por ejemplo, en forma de crueldad con los animales y tendencias pir¨®manas
?Qu¨¦ tiene entonces de ¨¦tico usar una mala t¨¦cnica predictiva cuando existe otra mejor? El nuevo estudio brit¨¢nico a?ade un nuevo tipo de prueba de neuroimagen que los jueces del futuro podr¨¢n utilizar para mejorar sus decisiones sobre la libertad condicional: unas pruebas que les permitir¨¢n hacer lo mismo que intentan ahora ¨Cpredecir el riesgo de reincidencia¡ª, solo que con m¨¢s fundamento que ahora. Los experimentos brit¨¢nicos tendr¨¢n, por supuesto, que ser sometidos a un escrutinio riguroso, y resultar reproducibles con otros grupos de poblaci¨®n y otros cient¨ªficos, pero esto se puede decir de cualquier trabajo cient¨ªfico, y la predicci¨®n del comportamiento es ya una rama de la neurociencia.
Los psic¨®patas existen. El trastorno de personalidad antisocial afecta al 2% o 3% de la poblaci¨®n adulta, un porcentaje que crece significativamente entre la poblaci¨®n reclusa. Los comportamientos asociados a este trastorno aparecen a menudo ya en la ni?ez, por ejemplo, en forma de crueldad con los animales y tendencias pir¨®manas. En el adulto se manifiesta por falta de empat¨ªa y de remordimientos, irritabilidad y cierta alergia a respetar las normas y a establecer relaciones personales estrechas. La psiquiatr¨ªa y la psicolog¨ªa no han necesitado la resonancia magn¨¦tica funcional para establecer todos estos hechos. No disparen a la neuroimagen.
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