Charles Townes, el f¨ªsico que excit¨® a las mol¨¦culas para crear el l¨¢ser
El investigador tambi¨¦n fue presidente del Comit¨¦ Cient¨ªfico Asesor de la NASA en el programa Apolo con el que EE UU llev¨® a los primeros humanos a la Luna
Charles Townes ha muerto a los 99 a?os. Era un cristiano ferviente de Carolina del Sur, que cre¨ªa en la Creaci¨®n, el dise?o inteligente y la influencia continua de Dios sobre nuestras vidas. Tambi¨¦n es una de las personas que m¨¢s han transformado el mundo terrenal a trav¨¦s de la ciencia. En 1953, gracias en parte a lo que Townes recordaba como una revelaci¨®n vivida en el banco de un parque, concibi¨® el m¨¢ser, un amplificador de microondas con el que producir un haz de radiaci¨®n intensa. Esa epifan¨ªa ser¨ªa el germen de una idea similar para estimular la luz visible y crear el l¨¢ser.
El l¨¢ser se utiliza hoy para todo: operar la miop¨ªa, transmitir datos a alta velocidad, leer c¨®digos de barras o descubrir agujeros negros en el centro de la galaxia. Por su descubrimiento, Townes recibi¨® el premio Nobel de F¨ªsica en 1964 junto a los cient¨ªficos rusos Aleksander Projorov y Nicolai Basov. Solo cuatro a?os antes, Theodore Maiman hab¨ªa hecho la primera demostraci¨®n de que el concepto del l¨¢ser pod¨ªa funcionar en la realidad. Es indudable que Townes era un hombre de fe. Poco despu¨¦s de su revelaci¨®n en el parque, mientras trabajaba junto a Arthur Schawlow en la Universidad de Columbia para concretar la idea del m¨¢ser, soport¨® el escepticismo de colegas que habr¨ªan intimidado a cualquiera. Niels Bohr, uno de los m¨¢s grandes f¨ªsicos de todos los tiempos, e Isadore Rabi, premio Nobel y director del departamento de f¨ªsica en Columbia, le instaron a abandonar un proyecto que les parec¨ªa una p¨¦rdida de tiempo y dinero.
El f¨ªsico cre¨ªa en el dise?o inteligente y en que Dios hab¨ªa creado el universo
Como sucede con muchas de las tecnolog¨ªas que han cambiado el mundo, el l¨¢ser tiene su origen en un pedazo de conocimiento puro obtenido por alguien que solo intentaba saber c¨®mo funciona el universo. En 1917, el f¨ªsico Albert Einstein plante¨® que la absorci¨®n de radiaci¨®n de una longitud de onda por parte de unos ¨¢tomos, les estimular¨ªa para emitir radiaci¨®n en esa misma longitud de onda. Esta idea dejaba vislumbrar la posibilidad de crear aparatos con los que domar la luz y aprovechar su poder disperso.
En la luz blanca que sale del sol o de un fluorescente se mezclan varias longitudes de onda que, si se filtra esa luz a trav¨¦s de un prisma, se perciben en forma de distintos colores. En el caso del l¨¢ser, la tecnolog¨ªa logra una emisi¨®n concentrada en un rayo de una longitud de onda determinada que permite concentrar su fuerza, amplificarla y dominarla para reparar una c¨®rnea o tratar de producir una reacci¨®n de fusi¨®n nuclear.
El descubrimiento de Townes y sus colegas tuvo un episodio pol¨¦mico. En 1957, tambi¨¦n en la Universidad de Columbia, un estudiante de doctorado llamado Gordon Gould dise?¨® su propio l¨¢ser. Consciente del potencial de aquella idea, Gould registr¨® sus esquemas y las notas sobre su invento en una tienda de chucher¨ªas. Sin embargo, no intent¨® obtener una patente formal hasta 1959, cuando Townes y Schawlow ya lo hab¨ªan hecho. Despu¨¦s de casi 30 a?os de batallas legales, en 1988, Gould logr¨® que se le reconociese el certificado obtenido en la tienda de chucher¨ªas y recibi¨® 30 millones de d¨®lares en derechos de explotaci¨®n.
El l¨¢ser sirve para operar la miop¨ªa o descubrir agujeros negros
Tras inventar el m¨¢ser y el l¨¢ser y recibir el Nobel, Townes mantuvo su apetito explorador. Fue presidente del Comit¨¦ Cient¨ªfico Asesor de la NASA para el programa Apolo entre 1966 y 1970, cuando los primeros humanos pisaron la Luna, y realiz¨® importantes aportaciones a la astrof¨ªsica. Aplicando una vez m¨¢s su conocimiento sobre los l¨¢seres, construy¨® un interfer¨®metro con el que era posible crear im¨¢genes de alta resoluci¨®n a partir de la luz recogida por tres telescopios separados. Esta t¨¦cnica, que combina la potencia de telescopios menores para obtener resultados que solo est¨¢n al alcance de grandes infraestructuras, ha permitido medir di¨¢metros de estrellas lejanas que solo aparecen como diminutos puntos de luz en otros telescopios.
Adem¨¢s de los premios por su investigaci¨®n, el f¨ªsico estadounidense tambi¨¦n fue reconocido por su labor para suturar la brecha entre ciencia y religi¨®n. En 2005 recibi¨® el Premio Templeton por su ¡°contribuci¨®n excepcional a la afirmaci¨®n de la dimensi¨®n espiritual de la vida¡±. La dotaci¨®n de un mill¨®n y medio de d¨®lares de este galard¨®n supera al Nobel. Para Townes, creer en Dios no era motivo para rechazar la ciencia sino todo lo contrario: ¡°Si el universo tiene un prop¨®sito y un significado, esto debe estar reflejado en su estructura y funcionamiento, y por lo tanto, en la ciencia¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.