Castigar a los culpables
No puede haber impunidad para los dispendios opacos de consejeros y directivos de Caja Madrid
La imputaci¨®n de otras 78 personas por el uso de las tarjetas black supone un impulso de la acci¨®n judicial contra todos los consejeros y directivos de Caja Madrid y Bankia que cargaron a esta entidad grandes gastos en alimentaci¨®n, electrodom¨¦sticos, ropa, hoteles, restaurantes de lujo, discoteca o lencer¨ªa; y que, en conjunto, acudieron a los cajeros o ventanillas para retirar fondos en efectivo hasta 2.938 veces, sobre la base del sistema opaco creado al efecto. De este modo se ampl¨ªa mucho el campo de los presuntos responsables penales en un caso hasta ahora limitado a las imputaciones de los expresidentes Miguel Blesa y Rodrigo Rato, y del exdirector financiero, Ildefonso S¨¢nchez Barcoj.
Editoriales anteriores
Sin perjuicio del derecho de defensa de los afectados, es evidente que las tarjetas opacas funcionaban al margen de la legalidad. Se trata de delimitar qu¨¦ delitos se han cometido, qui¨¦nes son los culpables y c¨®mo va la devoluci¨®n de las cantidades gastadas. El magistrado trata de delimitar en qu¨¦ condiciones y qui¨¦nes tuvieron derecho a usar tarjetas de Caja Madrid y de Bankia para gastos legales, y los que las emitieron y utilizaron con otro fin.
Tampoco carecen de inter¨¦s los razonamientos con los que el juez, Fernando Andreu, apunta los delitos de administraci¨®n desleal o de apropiaci¨®n indebida por parte de las personas contra las que dirige su acci¨®n. De ah¨ª se deduce que una cosa son los gastos profesionales o de representaci¨®n, en principio correctos, y otra la desviaci¨®n de esos fines, hasta convertir el uso de tarjetas en una remuneraci¨®n irregular.
A este respecto, la resoluci¨®n del juez del caso Bankia menciona una sentencia del Tribunal Supremo sobre un asunto distinto, pero en el que tambi¨¦n estaba en juego si los gastos personales se pueden cargar o no a una tarjeta de empresa. El alto tribunal resuelve que esa conducta es condenable, en relaci¨®n con un matrimonio que carg¨® a su empresa 450.000 euros por la instalaci¨®n de aire acondicionado en su domicilio, comidas de fines de semana, muebles y viajes.
M¨¢s all¨¢ de las consecuencias generales que deben extraerse sobre el buen uso de las tarjetas de empresa, est¨¢ claro que el desmesurado gasto en negro de consejeros y directivos exige una investigaci¨®n bien llevada y un final judicial. Este cap¨ªtulo no es el m¨¢s gravoso del enorme esc¨¢ndalo, pero s¨ª el que m¨¢s f¨¢cilmente ha permitido comparar el tren de vida del com¨²n de las personas durante los a?os de dur¨ªsima crisis, con el de exconsejeros y exdirectivos de Caja Madrid ¡ªmiembros de partidos pol¨ªticos incluidos¡ª que disfrutaron de caprichos y retiraron dinero despreocupadamente de una entidad muy mal gestionada, gracias al uso de un medio de pago en negro con respaldo institucional.
Irregularidades tan concretas y lacerantes como estas deben recibir una sanci¨®n rigurosa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.