Cuando las ni?as y los ni?os defienden sus derechos laborales
Esta entrada ha sido escrita por Marta Mart¨ªnez Mu?oz, soci¨®loga y fundadora de Enclave. @DDHH_Infancia
Foto del proyecto "Bana Poveda" de reinserci¨®n de ni?os de la calle en Kinshasa, extra¨ªda de informe de Experiencias de En Clave.
En los primeros d¨ªas del pr¨®ximo mes de marzo, tendr¨¢ lugar en Paraguay el IX Encuentro Latinoamericano y del Caribe de Ni?as, Ni?os y Adolescentes Trabajadores, en el cual participar¨¢n un buen numero de movimientos nacionales de diferentes pa¨ªses de Am¨¦rica Latina como Argentina, Bolivia Colombia, Ecuador, Per¨², Paraguay, M¨¦xico, Venezuela. Una expresi¨®n poderosa de organizaci¨®n pol¨ªtica de este colectivo con los que comparto experiencias solidarias desde hace m¨¢s de 15 a?os.
El primer antecedente de estos encuentros se remonta al Per¨² de 1988, donde tuvo lugar la primera edici¨®n y coincidiendo con la celebraci¨®n del 10 aniversario del MANTHOC (Movimiento de Adolescentes y Ni?os Trabajadores Hijos de Obreros Cristianos). A partir de entonces, se inicia una serie de encuentros que dar¨ªa lugar a la creaci¨®n del Movimiento Latinoamericano y del Caribe MOLACNATs. Tal y como se recoge en la presentaci¨®n, este IX encuentro se celebrar¨¢ en un contexto singular en la regi¨®n debido a la reciente aprobaci¨®n por parte de Bolivia del Nuevo C¨®digo de la Ni?ez y Adolescencia, siguiendo la tendencia de discusi¨®n, revisi¨®n y cambio de los C¨®digos que se est¨¢ dando en varios pa¨ªses de Am¨¦rica Latina, luego de 20 a?os de la aprobaci¨®n de la CDN. Un proceso que no ha estado exento de pol¨¦mica por parte de quienes hacen un an¨¢lisis limitado del binomio infancia-trabajo, ya que reconoce formalmente al sector de los NATs y contempla mecanismos de sistemas de protecci¨®n.
El nuevo C¨®digo boliviano fue aprobado por el Parlamento del Estado Plurinacional de Bolivia el 2 de julio de 2014 y contempla el trabajo infantil a partir de 14 a?os y reconoce, bajo determinadas condiciones y excepciones, el trabajo a partir de los 10 a?os, y el aporte del trabajo a la econom¨ªa familiar como un espacio de dignidad y socializaci¨®n. Tanto en el debate previo como en su posterior desarrollo y redacci¨®n, hay que resaltar que la UNATSBO (Uni¨®n de Ni?os y Adolescentes Trabajadores de Bolivia) ha tenido un rol definitorio, un movimiento que agrupa a m¨¢s de 10.000 NNA, y miembro del MOLACNATs.
Es necesario precisar que el reconocimiento del trabajo a partir de determinadas edades conlleva la aplicaci¨®n de leyes que protejan las condiciones bajo las cuales se realiza la actividad laboral, pero que no se trata de una legalizaci¨®n del mismo, sino de proteger de iure y de facto a los ni?os y ni?as que tienen que trabajar. Una discusi¨®n que va m¨¢s all¨¢ de las fronteras latinoamericanas, como as¨ª lo refleja el debate que tuvo lugar el pasado 21 de enero en el Parlamento Europeo, en el marco de la Comisi¨®n de Desarrollo (Committee on Development-DEVE) y en el que el embajador de Bolivia en la UE, junto a otros expertos, defendi¨® este c¨®digo.
Si bien el comit¨¦ de expertos de la Organizaci¨®n Internacional del Trabajo (OIT) a¨²n no se ha pronunciado al respecto (lo har¨¢ en febrero de 2015), las dudas en cuanto al respeto de Bolivia por los derechos de los ni?os est¨¢n en el aire en la Euroc¨¢mara desde el verano. Quienes se oponen al sentido de esta ley esgrimen el argumento de que puede conllevar una legalizaci¨®n del trabajo temprano, y, por lo tanto un posible incumplimiento de las convenciones internacionales. Sin embargo tanto desde UNICEF como por parte de otras organizaciones, se entiende como un elemento innovador porque contempla una mirada m¨¢s cercana a las realidades socioculturales de los NATs, y persigue la erradicaci¨®n de las causas que generan pobreza extrema y, por tanto, las peores formas de trabajo infantil.
Las medidas abolicionistas/erradicacionistas que se remontan a la creaci¨®n de la OIT en 1919, tanto program¨¢ticas como legislativas, se han demostrado insuficientes para erradicar el mal llamado ¡°trabajo infantil¡±, y especialmente desde que en el a?o 1992 se iniciara el programa IPEC (por sus siglas en ingl¨¦s del Programa Internacional para la Erradicaci¨®n del Trabajo Infantil). Y es que la prohibici¨®n no s¨®lo no ha dado los frutos esperados, sino que ha tenido un efecto negativo para los NATs al no implantarse las medidas de protecci¨®n necesarias que garanticen sus derechos, y al contribuir a la criminalizaci¨®n de los mismos ni?os y ni?as y de sus padres, por actuar fuera de la ley.
Un fen¨®meno que en Europa cuenta con m¨¢s de dos siglos de historia, que exige tanto medidas de protecci¨®n social como aquellas que aseguren, por ejemplo, el derecho a la educaci¨®n de quienes trabajan desde edades tempranas en condiciones de desprotecci¨®n. Un fen¨®meno en el que la prohibici¨®n ha contribuido m¨¢s a su invisibilizaci¨®n y clandestinidad y, por tanto, a generar mayores condiciones de explotaci¨®n y vulneraci¨®n de sus derechos. Un fen¨®meno en el que sus principales protagonistas, los NATS, deben ser tomados en cuenta de forma responsable por los adultos como ha sucedido en Bolivia con la audaz puesta en marcha de este enfoque en el nuevo C¨®digo. Pese a ello habr¨¢ quienes lo entiendan como un intento de legalizar el ¡°derecho al trabajo¡± y no como una apuesta por la protecci¨®n los derechos de los ni?os y ni?as mientras trabajan.
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