Nd¨¨ye Fatou Kane, escritora feminista: ¡°Estoy en contra de ¡®hacer pedagog¨ªa¡¯ con los hombres¡±
La senegalesa firma el prefacio de la nueva edici¨®n de ¡®La Parole aux N¨¦gresses¡¯, una obra fundacional del feminismo negro que lleva m¨¢s de tres d¨¦cadas descatalogada y considera que la poligamia representa todos los privilegios del macho dominante
Se etiqueta a s¨ª misma como ¡°feminista africana¡± porque cree que el feminismo ¡°debe tener apellidos¡± e indicar desde d¨®nde se crea discurso. La senegalesa Nd¨¨ye Fatou Kane (Dakar, 1986) es soci¨®loga, escritora y militante, y vive en Par¨ªs. Anda de gira en Senegal, su pa¨ªs natal para presentar la nueva edici¨®n del libro La Parole aux N¨¦gresses (La Palabra a las Negras), de la que Kane firma el prefacio. Se trata de una obra fundacional de los feminismos africanos franc¨®fonos escrita en 1978 por la antrop¨®loga senegalesa Awa Thiam.
Pese a la petici¨®n en varias ocasiones de colectivos feministas, la obra nunca se reedit¨® y estuvo descatalogada durante m¨¢s de tres d¨¦cadas. Eso no quiere decir que no fuese le¨ªda. Pas¨® de mano en mano primero en fotocopias desgastadas, despu¨¦s en memorias USB y luego en Google Drive, convirti¨¦ndose en un libro de culto. Ahora, gracias a la editorial Saraaba en Senegal y Divergences en Francia, ha vuelto a la circulaci¨®n formal.
Pregunta. Usted analiz¨® La Parole aux N¨¦gresses en su libro de 2018 Vous avez dit f¨¦ministe? (?Ha dicho feminista?, traducido al castellano). ?Qu¨¦ tiene de especial esta obra?
Respuesta. Awa Thiam forma parte de la historia mundial del feminismo. El enfoque es muy innovador, porque hasta ese momento eran los investigadores colonos los que hac¨ªan de las mujeres africanas sus objetos de investigaci¨®n, pero Thiam las presenta aqu¨ª como sujetos y productoras de saber. Hay una voluntad de hablar gracias a que se identificancon la investigadora, que es una mujer negra africana como ellas, y eso hace que los testimonios recogidos sean realmente valiosos. Por otra parte, la obra aborda la interseccionalidad una d¨¦cada antes incluso de que fuese teorizada por la jurista estadounidense Kimberl¨¦ W. Crenshaw en 1989 y convertida en un elemento central de los feminismos no hegem¨®nicos. El libro responde a las cr¨ªticas actuales en muchos espacios de ?frica de que el feminismo es una ideolog¨ªa occidental, y demuestra que nuestra militancia feminista tiene un largo recorrido y un anclaje cultural en el territorio.
La poligamia representa todos los privilegios del macho dominanteNd¨¨ye Fatou Kane, escritora
P. ?Por qu¨¦ cree que tanto el libro como su autora han estado relegados al olvido durante tanto tiempo?
R. Creo que hay un poco de racismo en el hecho de que la obra no se reeditase en tanto tiempo. Estoy segura de que esto no pasar¨ªa si fuese Simone de Beauvoir. Tambi¨¦n la lengua influye. El feminismo afroamericano y los espacios angl¨®fonos son dominantes cuando hablamos de feminismos negros. Incluso muerta, bell hooks es reeditada y su obra es accesible por todo el mundo. El libro fue silenciado incluso en Senegal, pero por otros motivos: desde el cuestionamiento de los l¨ªderes religiosos a la mutilaci¨®n genital femenina. Por eso es tan importante que el libro se reedite en este pa¨ªs.
P. Desde hace unos a?os, en Senegal, asistimos a una proliferaci¨®n de iniciativas feministas?Considera que todav¨ªa no se escucha lo suficiente a las mujeres?
La comunidad de feministas en Senegal aumenta e incluye a chicas j¨®venes que tienen las cosas muy claras.Es un poco contradictorio porque, aunque haya cada vez m¨¢s espacios de palabra, al mismo tiempo existe una voluntad social y estatal cada vez mayor de controlar la voz y el cuerpo de las mujeres. Muchas defensoras de los derechos de las mujeres no quieren reivindicarse feministas porque esa etiqueta conlleva violencia y odio.
P. En Senegal se ense?a a las mujeres a seguir el maslah (negociaci¨®n) y la sutura (la discreci¨®n), ?Cree que son estrategias que pueden llegar a ser de utilidad?
R.Yo creo que as¨ª no nos va a ir bien: si te callas y no respondes lo vas a sufrir y esto generar¨ªa una segunda forma de violencia. Estoy tambi¨¦n en contra de ¡°hacer pedagog¨ªa¡± con los hombres. No hay necesidad de explicarles nada: escribimos libros, teorizamos, divulgamos, tanto en franc¨¦s como en wolof¡ la informaci¨®n est¨¢ disponible a un clic de todo aquel que quiera reflexionar. Lo que pasa es que los hombres est¨¢n en una posici¨®n de dominaci¨®n y no tienen ning¨²n inter¨¦s en perderla.
P.?Considera que el discurso feminista est¨¢ suficientemente conectado con la gente, que hay una permeabilizaci¨®n a la realidad cotidiana?
R. No me averg¨¹enzo de ser una intelectual. No tengo ganas de bajar el nivel de nuestro discurso porque creo que, aunque se nos pueda considerar elitistas, entre mujeres nos entendemos. Hay una l¨®gica de inclusi¨®n en los eventos que organizamos: con debates y paneles m¨¢s te¨®ricos, por un lado, y acciones comunitarias, c¨ªrculos de palabra sobre violencias, etc. por el otro. Contribuimos al cambio de nuestra sociedad, pero son procesos largos. Quiz¨¢s dentro de 30 a?os veremos el impacto de todo lo que hemos militado, teorizado, escrito.
P. Awa Thiam se quiere alejar del paternalismo con el que muchas veces se juzga a las mujeres, y respetar sus decisiones como adultas. ?Qu¨¦ piensa el feminismo senegal¨¦s de las mujeres que dicen estar a favor de la poligamia, por ejemplo?
R. Creo que en este tema las mujeres nunca son honestas porque la instituci¨®n del matrimonio es tan sagrada que todas tenemos miedo a las represalias sociales, a no encontrar un marido, a que afecte a tu entorno, etc. Yo creo que la influencia de la religi¨®n musulmana est¨¢ cada vez m¨¢s presente en esta cuesti¨®n, que es verdaderamente muy compleja y sensible. Personalmente no critico a las mujeres que afirman estar conformes en un matrimonio pol¨ªgamo, pero mi posici¨®n es clara: la poligamia representa todos los privilegios del macho dominante.
P. La despigmentaci¨®n es uno de los principales problemas de las mujeres identificados por Thiam en 1978 y que a¨²n sigue siendo pol¨¦mico.
R. No me gusta criticar a las mujeres que se despigmentan, ni infantilizarlas. Desde peque?a se nos inculca que el modelo de belleza al que tenemos que aspirar es de piel clara y pelo liso. Lo que tenemos que hacer es ir desmontando esos c¨¢nones y dar seguridad a las chicas j¨®venes sobre la validez y belleza de la piel negra. Adem¨¢s, no estoy a favor de la culpabilizaci¨®n individual: hay otras medidas, como la regulaci¨®n de productos de despigmentaci¨®n que entran en Senegal sin ning¨²n control sobre su composici¨®n o efectos secundarios. Es tambi¨¦n una cuesti¨®n de privilegios. Si tienes dinero puedes acceder a productos menos nocivos y acudir a un dermat¨®logo.
P. El libro tiene un cap¨ªtulo final de recomendaciones entre las que se pone en valor la la ¡°sororidad internacional¡±. ?Est¨¢ a¨²n de actualidad?
R. Seguimos siendo solidarias con nuestras compa?eras de Palestina, las Am¨¦ricas, y otras partes del mundo, pero lo nuevo es una solidaridad interregional, que nos une a las luchas de otros pa¨ªses africanos como Costa de Marfil, Ben¨ªn o Camer¨²n. Nuestra prioridad es apoyarlas en sus luchas, como el amago que hubo en Gambia sobre despenalizar la ablaci¨®n, porque tambi¨¦n son nuestras.
P. La mutilaci¨®n genital femenina, la poligamia y la despigmentaci¨®n fueron los temas que Awa Thiam cit¨® en 1978 como de mayor impacto negativo para las mujeres. ?Cu¨¢les son los m¨¢s urgentes actualmente?
R. El principal problema es el ¨¢mbito pol¨ªtico y legislativo. Estamos pendientes de la revisi¨®n del C¨®digo de la Familia, que data de 1972 y no hay una aplicaci¨®n de las leyes que protegen a las mujeres. El derecho al aborto en caso de violaci¨®n o incesto, que es uno de los art¨ªculos del Protocolo de Maputo (Protocolo a la Carta Africana de Derechos de las Mujeres en ?frica) ratificado por Senegal hace dos d¨¦cadas, a¨²n no ha sido integrado en el derecho interno. La medida confronta las opiniones de las autoridades religiosas musulmanas. En paralelo, creemos que el actual Gobierno es mis¨®gino: tanto sus l¨ªderes como sus pol¨ªticas. Pero hay una oposici¨®n feminista que se niega a ser silenciada. Este pa¨ªs es tambi¨¦n el nuestro, no solo de los hombres.
P. ?C¨®mo ve el futuro?
R. Los hombres senegaleses se sienten amenazados. Son las chicas j¨®venes las que van a hacer cambiar las cosas, cada vez militan y reivindican a m¨¢s temprana edad. Ellas van a marcar el ritmo y provocar¨¢n que ellos tengan que deconstruirse. La educaci¨®n en igualdad de los chicos j¨®venes va a ser clave.
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