Tambi¨¦n pasan cosas extraordinarias: Una docena de buenas noticias para terminar este a?o
Ni?os robados que descubren su origen, el fin de la malaria en Egipto, caracoles que salvan cosechas, la resiliencia de los gazat¨ªes, o la voz alta y clara de las artistas africanas est¨¢n entre los reportajes m¨¢s optimistas que hemos publicado en Planeta Futuro en 2024
Est¨¢ claro que 2024 no ha sido un a?o de buenas noticias. Los conflictos han aumentado en n¨²mero y en intensidad. Seg¨²n el Institute for Economics & Peace (IEP) habr¨ªa en este momento 56 en todo el mundo en los que est¨¢n involucrados 92 pa¨ªses, una cifra que no se registraba desde la Segunda Guerra Mundial. Algunos nos interpelan y preocupan m¨¢s como Ucrania o Gaza, donde los muertos ya superan oficialmente los 45.000, pero tambi¨¦n existen otros de los que hablamos menos, como Sud¨¢n, Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo o Hait¨ª.
Todas las guerras implican desplazados y refugiados, cr¨ªmenes sexuales contra las mujeres, hambre y ni?os desatendidos y enfermos. Este a?o tambi¨¦n se han incrementado los estragos clim¨¢ticos, desde el extremo calor en el Sahel hasta las terribles inundaciones en puntos de Asia. En Planeta Futuro hemos estado donde se produc¨ªan estas noticias, hemos vuelto cuando terminaba la emergencia y hemos contado tambi¨¦n hechos importantes que ocurren en lugares que no suelen salir en la prensa, porque tendr¨¢n repercusiones en la poblaci¨®n local y sus coletazos pueden llegar tambi¨¦n hasta las puertas de nuestras casas.
Por eso hemos viajado a Gambia, donde hubo un amago de despenalizar la ablaci¨®n genital femenina, a Ghana, cuyos minerales llegan hasta nuestros pa¨ªses, pero dejan a la poblaci¨®n local sumida en la pobreza y las enfermedades, a Senegal, donde el gran sue?o de los j¨®venes parece ser migrar, o a Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo y a otros lugares afectados por la mpox, por citar algunos ejemplos.
Incluso en medio de esas crisis tan dolorosas y complicadas brotan noticias esperanzadoras que sorprenden y conmueven. Esta selecci¨®n, publicada en Planeta Futuro a lo largo de este a?o, es la prueba.
La huida de su boda de Masago
Con 17 a?os, Naishorua Masago, una chica mas¨¢i del norte de Tanzania a la que todo el mundo llama Nai, logr¨® huir de la boda que su padre ten¨ªa prevista para ella y seguir estudiando. Todo ello, gracias al apoyo y a la fuerza que le transmitieron las integrantes de un consejo de pastoras que desde hace m¨¢s de 20 est¨¢n intentando cambiar tradiciones muy arraigadas y defender los derechos m¨¢s b¨¢sicos de las mujeres.
La lucha contra el sida de las j¨®venes en Philippi
Philippi es sin¨®nimo de crimen, basura y pobreza. Pero en esta barriada a las afueras de Ciudad del Cabo, en Sud¨¢frica, tambi¨¦n est¨¢ en marcha un proyecto piloto de salud que podr¨ªa cambiar la vida de miles de africanos, sobre todo de mujeres y ni?as obligadas a menudo a tener sexo sin protecci¨®n. Consiste en administrar de forma gratuita, voluntaria y discreta la llamada CAB-LA, la profilaxis preexposici¨®n (PrEP) inyectable, un tratamiento preventivo, que evita el contagio y que contiene medicamentos antirretrovirales, que son como los utilizados para tratar a las personas portadoras del virus y que protegen a las c¨¦lulas del sistema inmunitario de la infecci¨®n.
Las bater¨ªas nuevas de Aljazzar en Gaza
Tener el tel¨¦fono m¨®vil cargado es vital para la supervivencia en Gaza, pero en la Franja, devastada por m¨¢s de 14 meses de guerra, no hay electricidad. Desde su tienda de campa?a de desplazado en el sur de este territorio palestino, Abdallah Aljazzar, un joven licenciado en Literatura Inglesa, ha ideado un sistema de paneles y bater¨ªas que permite cargar los dispositivos de varias decenas de vecinos al d¨ªa. Cost¨® reunir el dinero para comprar unas bater¨ªas nuevas y encontrar qui¨¦n las vend¨ªa en Gaza, donde la ayuda humanitaria entra a cuentagotas, pero se logr¨® y el sistema sigue funcionando.
Los caracoles de Pakisoni
Tres millones de agricultores malau¨ªes han confiado en iniciativas de agricultura clim¨¢ticamente inteligente (CSA, por sus siglas en ingl¨¦s) para recuperar la fertilidad del terreno y mejorar el rendimiento de las cosechas. A menudo se trata de pr¨¢cticas sencillas como el compostaje, los cultivos intercalados o las hileras de surcos. Y tambi¨¦n el control sostenible de los caracoles, vistos hasta hace poco como una plaga. Ahora, en lugar de rociarlos con productos qu¨ªmicos, agricultores como Eleniya Pakisoni los ven como una manera inesperada de ganarse la vida.
La vuelta a casa de Ram¨ªrez
Osm¨ªn Ricardo Tobar Ram¨ªrez nunca olvidar¨¢ la fecha del 9 de enero de 1997. Ten¨ªa siete a?os y la Procuradur¨ªa General de la Naci¨®n entr¨® en su casa y se lo llev¨® junto a su hermano, tras una denuncia por abandono presentada por una vecina. ¡°Me dijeron que nos devolver¨ªan en la tarde, pero esa fue la ¨²ltima vez que vi mi casa,¡± recuerda. Alrededor de 30.000 ni?os de Guatemala fueron dados en adopci¨®n internacional entre 1977 y 2007 y en muchos casos, los procesos estuvieron impregnados de corrupci¨®n. Algunos han regresado y ayudan a otras personas a encontrar a sus familias biol¨®gicas, como Osm¨ªn, que fue adoptado en Estados Unidos. En 2018, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, conden¨® al Estado de Guatemala por la adopci¨®n irregular de este chico y su hermano.
El retorno de Papa Idrissa Aidara
Desde ni?o, Papa Idrissa Aidara ten¨ªa fijaci¨®n con la omnipresencia del Made in China en su ropa, juguetes y objetos cotidianos. Con 19 a?os, obtuvo una beca para irse a estudiar a Shangh¨¢i. Despu¨¦s regres¨® a Senegal y hoy es propietario de un hotel en Saint Louis, en el norte del pa¨ªs, con el que trata de fomentar el agroturismo. Senegal tiene unos 18 millones de habitantes, pero a ellos hay que sumarles otros tres millones de residentes en el extranjero, la llamada di¨¢spora. Las autoridades del pa¨ªs africano est¨¢n intentando estimular el retorno de muchos de estos migrantes. ¡°Pero no hay apoyo a la inversi¨®n, ni acompa?amiento, es muy dif¨ªcil. La di¨¢spora podr¨ªa jugar un gran papel en la creaci¨®n de empleo, pero no se incentiva al peque?o empresario, conseguir un cr¨¦dito es casi imposible¡±, recalca Aidara.
Contra los bulos en Ghana
Un candidato musulm¨¢n que come cerdo, otro cristiano que es un borracho, elecciones en fechas diferentes o im¨¢genes alteradas gracias a la inteligencia artificial. Son algunos de los bulos difundidos en la campa?a electoral para las elecciones celebradas en diciembre en Ghana. Para frenarlos, varios verificadores de datos locales se unieron y crearon la Ghana Fact-checking Coalition (GFC). Tambi¨¦n establecieron alianzas con organizaciones de la sociedad civil y periodistas para que circulara la informaci¨®n verificada. Por ejemplo, un centenar de emisoras de radio y televisi¨®n repartidas por las 16 regiones de Ghana colaboraron con ellos para publicar sus comprobaciones de datos en unas 45 lenguas locales
La voz de Raingou
Cyrielle Raingou tard¨® siete a?os en rodar su documental El espectro de Boko Haram. La directora convivi¨® con el peligro del grupo yihadista en Camer¨²n, pero tambi¨¦n se enfrent¨® al machismo que cuestion¨® su autoridad durante los rodajes, a la visi¨®n estereotipada del cine africano por parte de los pa¨ªses occidentales, y a la falta de fondos que reciben los proyectos de las directoras del continente. Su voz, narrando sus logros y sus dificultades, es una de las que se escucha en este podcast, grabado durante el Festival de Cine Africano FCAT y dedicado a las directoras de cine africanas.
Una peque?a victoria para la doctora Li
¡°Quiz¨¢s la mayor amenaza contra la salud de nuestro tiempo viene del cambio clim¨¢tico¡±, seg¨²n Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS). La interconexi¨®n entre las dos realidades qued¨® clara durante la 77? Asamblea Mundial de la organizaci¨®n en junio, cuando los 194 Estados miembros votaron por unanimidad a favor de una resoluci¨®n en la que se comprometieron a integrar el cambio clim¨¢tico en la planificaci¨®n de las pol¨ªticas sanitarias nacionales, a equipar al personal sanitario adecuadamente para responder ante los efectos del calentamiento global y a realizar evaluaciones peri¨®dicas de cu¨¢les son las poblaciones m¨¢s vulnerables a la crisis clim¨¢tica para poder protegerla mejor. Es la batalla que lleva a?os librando Ailan Li, subdirectora general de Cobertura Sanitaria Universal de la OMS. Para ella, en pa¨ªses como Per¨², por ejemplo, ¡°las epidemias mortales de dengue son cada vez m¨¢s intensas, magnificadas por el aumento de las temperaturas y las lluvias exacerbadas por el cambio clim¨¢tico¡±.
Okeyo contra el estigma del sida en ?frica
Ruele Okeyo se graba tom¨¢ndose los antirretrovirales en la playa, a punto de coger un avi¨®n, en la caja de un supermercado y en un restaurante. Este activista keniano de 27 a?os con 91.000 seguidores en su cuenta de TikTok no esconde su enfermedad y usa las redes como altavoz contra el estigma, con la esperanza de transmitir un mensaje positivo a quienes acaban de descubrir que son seropositivos o conviven con el virus. Otros influencers en su pa¨ªs y en otros como Ruanda o Namibia han decidido tambi¨¦n dejar de ocultar la dolencia, que afecta a m¨¢s de 25 millones de personas en ?frica, seg¨²n la Organizaci¨®n Mundial de la Salud.
Egipto dice adi¨®s a la malaria
M¨¢s de 3.300 a?os despu¨¦s del fallecimiento de Tutankam¨®n, que al parecer tuvo paludismo, Egipto se ha librado de esta enfermedad, gracias a casi un siglo de esfuerzos colectivos en materia de salud p¨²blica. Una de las claves del ¨¦xito egipcio en este proceso ha sido ampliar el acceso de la poblaci¨®n a los servicios sanitarios, sobre todo p¨²blicos, y la formaci¨®n de los profesionales del sector a la hora de detectar y combatir la enfermedad. Tambi¨¦n ha sido b¨¢sico que su diagn¨®stico y tratamiento sean gratuitos y universales, y que no haya habido escasez de medicamentos.
Las madrinas de Ahmadi
Cuando los talibanes entraron en Kabul, en agosto de 2021, Waheda Ahmadi huy¨® de casa pr¨¢cticamente con lo puesto. D¨ªas despu¨¦s, esta joven y su familia aterrizaron en Espa?a. Ahmadi a¨²n est¨¢ asumiendo la ¡°tristeza de ser una refugiada¡±. En su largo camino hacia la integraci¨®n, esta joven de 20 a?os ha estado acompa?ada por un grupo de mujeres espa?olas. Ir juntas al supermercado, dar un paseo o ensayar una entrevista de trabajo son algunas de las actividades de esta red femenina, llamada Netwomening, que ha prestado apoyo a decenas de mujeres que huyeron de Kabul para que puedan reiniciar su vida
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.