Cinco consejos para dejar de procrastinar

La vida digital es una vida guardada para despu¨¦s. Las tareas est¨¢n ah¨ª, a lo lejos, franqueadas por barreras y barreras de distracciones, notificaciones, actualizaciones, cosas que responder y vuelta a empezar hasta el fin de los d¨ªas. Y eso, lo de retrarasar las obligaciones realizando cualquier tarea facilona, es lo que se entiende por procrastinar, una palabra real tan tra¨ªda del ingl¨¦s que pr¨¢cticamente es hipster y por tanto mucho m¨¢s popular que la m¨¢s cl¨¢sica, vaguear.

Que procrastinar te lleve cada d¨ªa a leer nuestras l¨ªneas aplazando tus asuntos de m¨¢xima prioridad, lo vemos como un mal menor. Sin embargo si tus deslices con la responsabilidad dan para crear un monstruo de culpa en tu interior que te dice que ya est¨¢ bien, que ponte a trabajar, que qu¨¦ bien se siente uno cuando las cosas se hacen a su tiempo, es hora de hacer algo. Por tanto, aqu¨ª unos cuantos consejos para sacar la palabra ¡°procrastinar¡± de tu vida.

1. Ponte plazos

S¨ª, est¨¢ muy bien esa frase de ¡°la ¨²nica manera de librarse de la tentaci¨®n es ceder ante ella¡±, pero a lo mejor no tienes el talento de Oscar Wilde. No puedes volverte a permitir caer en la tentaci¨®n de aplazar ese informe que tienes cruzado en el est¨®mago. Divide tu jornada laboral en diferentes plazos, o como lo llaman los expertos, cronogramas. Te ayudar¨¢ saber qu¨¦ tienes que hacer de 9 a 10:30, qu¨¦ sigue hasta las dos de la tarde y cu¨¢ntos mails tienes que dejar enviados antes de las 17:15. Cumplir con estas peque?as expectativas te har¨¢ sentir eficaz, productivo, capacitado. Si estos cronogramas los extrapolas a tu vida personal con la balda que est¨¢ medio ca¨ªda y tienes que recolocar, el viaje a Ikea que te queda por hacer y la comida con tu suegra, es que tienes cierta capacidad para avanzar en tus prop¨®sitos. Sigue adelante, lo est¨¢s haciendo muy bien.

2. Gu¨¢rdate recompensas para cuando hayas realizado tus tareas

Para cumplir tus prop¨®sitos ayuda ubicar una contraprestaci¨®n a corto plazo una vez satisfechos. Piensa, desde bien temprano por la ma?ana, qu¨¦ es lo que m¨¢s placer te proporcionar¨¢ al llegar de noche y cansado a casa despu¨¦s de una dura jornada de admirable productividad. Si al final del d¨ªa has resuelto todos los asuntos pendientes perm¨ªtete ese peque?o deseo implantado en tu ¨¢nimo desde por la ma?ana: la cerveza de m¨¢s que cambia de color la habitaci¨®n, dos cap¨ªtulos m¨¢s de la serie a la que est¨¦s enganchado, un tipo de cena... Un vicio, si suena a premio, reconforta dos veces.

3. Piensa en refranes. Te har¨¢n sentirte menos culpable (pero no seas tan irritante de decirlos en voz alta).

En nuestro pa¨ªs otra cosa no, pero dar consejos se nos da muy bien. En tu memoria habitan mil y un refranes, fruto de la tradici¨®n y ese deporte nacional nuestro de aconsejar al otro y ver la paja en el ojo ajeno. Recurre a ellos, tirando de memoria, o si te falla mete en tu pr¨®xima lista de regalos un peque?o refranero. En ¨¦l encontrar¨¢s calor e inspiraci¨®n. No dejes para ma?ana lo que puedas hacer hoy / M¨¢s vale al paso andar que correr y tropezar / A juventud ociosa, vejez trabajosa / El buen cirujano opera temprano/. La lista es larga, casi interminable. Si t¨² solo no puedes ay¨²date de cientos de a?os de sabidur¨ªa popular, no eres el primero en procrastinar.

4. Dale a cada palabra su significado

El mal uso de la sem¨¢ntica es perjudicial para la autoridad de cada uno. Cada palabra lleva la carga suficiente de contenido como para respetarla y que nombrarla siga queriendo decir lo que estrictamente, quiere decir. Vamos a los casos pr¨¢cticos: si a todos tus mails le colocas la etiqueta de ¡°urgente¡± y si cualquier proyecto lo necesitas para ¡°ayer¡±, ni ¡°urgente¡± ni ¡°ayer¡± hacen referencia a su significado. De ese modo, el pr¨®ximo mail que te gui?e un ojo desde la bandeja de entrada de car¨¢cter ¡°urgente¡± o dossier que ten¨ªa que haber sido entregado ¡°ayer¡± podr¨¢ esperar dado que ni todo puede ser urgente y nada que verdaderamente sea relevante se puede entregar ayer. Pon el adjetivo y el adverbio que se merece cada plazo, cada proyecto y cada objetivo.

5. Haz el favor de esconder el m¨®vil

Este es el m¨¢s complicado de todos. Haz el favor de esconder el m¨®vil en una caja de seguridad y cerci¨®rate de que no tienes el c¨®digo que la abre. Solo as¨ª, de esa manera, ser¨¢s capaz de no ver cada vez que desbloqueas la pantalla n¨²meros capic¨²a, extra?as coincidencias y recolectar el feedback de cada una de las actualizaciones y grupos de WhatsApp que llevas en danza. Solo alejando de ti al demonio podr¨¢s dejar de procrastinar y darle a cada minuto y hora el valor que tienen.