Pactar no es traicionar
La tendencia al pluripartidismo abrir¨¢ paso a la necesidad de acuerdos o alianzas
El Bar¨®metro del CIS difundido ayer afianza la impresi¨®n de que el pluripartidismo pugna por instalarse definitivamente en Espa?a. La hip¨®tesis de que ninguna de las opciones principales pueda acercarse a la mayor¨ªa absoluta propicia dos situaciones: o bien Gobiernos en minor¨ªa, una soluci¨®n poco estable de por s¨ª; o apoyos y alianzas suficientes como para garantizar la gobernabilidad de las instituciones, como se hace en otros muchos pa¨ªses europeos.
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El orden en que el CIS sit¨²a ahora las preferencias de voto hacia las principales opciones (Partido Popular, Podemos y Partido Socialista) no tiene tanta importancia como la fragmentaci¨®n del electorado, la consolidaci¨®n de una clara competencia al PSOE por su izquierda (Podemos) y la debilidad del PP para ejercer el papel director de la pol¨ªtica espa?ola. Salvo cambios dr¨¢sticos de aqu¨ª a las urnas, esa situaci¨®n exige abrir camino a la cultura del pacto y del acuerdo, desterrando los afanes de polarizaci¨®n y de imposiciones que han guiado muchos de los pasos dados en la vida p¨²blica.
No es evidente que los resultados de las urnas hayan de parecerse a los que proporcionan las encuestas, y nadie puede descartar que una de las opciones en cabeza termine destac¨¢ndose claramente sobre las dem¨¢s. Pero hay que revisar las rotundas posiciones contrarias a todo pacto por principio. Claro que hay que pactar en asuntos importantes, sabiendo bien lo que se acuerda y explic¨¢ndolo de forma transparente a los ciudadanos.
El pactismo exhibido recientemente por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el l¨ªder socialista, Pedro S¨¢nchez, traduce la nueva situaci¨®n. Aunque no se entiende la concesi¨®n hecha por el PSOE a la aceptaci¨®n (por la puerta de atr¨¢s) de la ¡°prisi¨®n permanente revisable¡±, ni tampoco la oferta de un pacto por la educaci¨®n tras una legislatura plagada de decisiones unilaterales del PP en esa materia, sin embargo, y aun con los titubeos propios de un terreno nuevo, firmar un pacto tiene ventajas: permite a Rajoy alejarse de la imagen de rodillo con que ha conducido la legislatura de mayor¨ªa absoluta, mientras S¨¢nchez trata de afianzar una imagen de pol¨ªtico responsable y capaz de entenderse con sus adversarios. Sin duda, la actitud de Podemos tras las elecciones auton¨®micas y municipales dar¨¢ la medida de su proyecto pol¨ªtico, cuando haya de decidirse entre facilitar Gobiernos de derechas o de izquierdas.
La pol¨ªtica lleva demasiado tiempo instalada en la crispaci¨®n y en el bloqueo del di¨¢logo interpartidista. Se han criticado y olvidado injustamente los beneficios proporcionados por el m¨¦todo consensual utilizado en la Transici¨®n, del que surgi¨® lo mejor de Espa?a tras la dictadura: la protecci¨®n de las libertades civiles y la normalizaci¨®n de la democracia. Ahora llevamos a?os sumidos en una crisis pol¨ªtica de la que ser¨¢ muy dif¨ªcil salir sin aceptar la idea de que un acuerdo no implica una traici¨®n.
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