Unos Goya muy machos

La misma semana que Isabel Coixet, muy bien acompa?ada por la siempre luminosa Juliette Binoche, actriz principal de su ¨²ltimo filme, Nadie quiere la noche, inauguraba la Berlinale siendo ni m¨¢s ni menos que el primer cineasta espa?ol en hacerlo, se celebraba aqu¨ª la 29? edici¨®n de los Premios Goya, que consagra lo mejor que ha dado nuestro cine en el a?o que dejamos atr¨¢s y que, por lo visto, abunda en testosterona, aunque Torrente 5 no estuviera entre las candidatas. Que nuestra Coixet diera en Berl¨ªn el pistoletazo de salida no es moco de pavo, ni tampoco que en esta 65? edici¨®n, tal como dijo su director, Dieter Kosslick, las pel¨ªculas a concurso mostraran ¡°mujeres fuertes en situaciones extremas¡±.

Chicas aguerridas que van desde la protagonista del drama hist¨®rico Queen of the Desert, donde Nicole Kidman interpreta a la viajera brit¨¢nica Gertrude Bell, hasta la exploradora Josephine Peary, que encarna una Binoche envuelta en pieles, como manda el g¨¦lido Polo Norte. Ejemplos de mujeres valientes que se someter¨¢n al dictamen de un jurado paritario cuyos nombres femeninos son la directora Claudia Llosa (ganadora en 2009 del Oso de Oro), la actriz Audrey Tatou y la productora Marta de Laurentiis. Una paridad que es cierto que de poco servir¨¢ si de entre 23 s¨®lo compiten en la secci¨®n oficial tres pel¨ªculas de mujer, pero que se agradece y es una clara apuesta de futuro.

?Y qu¨¦ sucede con nuestro cine patrio? ?Qu¨¦ ha sucedido en el que se dice que ha sido, en cifras,su mejor a?o? Todos y todas celebramos una cuota de mercado del 25,5%, una recaudaci¨®n de 123 millones (la mayor hasta la fecha) y 21 millones de espectadores; pero ?a qu¨¦ precio? Ya sabemos que a la industria del cine espa?ol le importa bien poco fomentar el cine hecho por mujeres en sus tres modalidades clave (direcci¨®n, producci¨®n y gui¨®n), como ya demostr¨® el Informe 2014 del Observatorio Cultural de G¨¦nero en el ¨¢mbito catal¨¢n, extrapolable al estatal. Y ahora sabemos que adem¨¢s celebra un cine hecho exclusivamente de persecuciones, peleas y mucho pelo en pecho, y donde la representaci¨®n de las mujeres es casi accidental, contrapunto necesario para el argumento y poco m¨¢s, o bien t¨®xica y nada ejemplar.

Lo constata sin subterfugios la revista cinematogr¨¢fica La Cr¨ªtica en ¡°Un a?o de fracasos para la igualdad¡±, donde se repasa la escasa participaci¨®n de las mujeres en este a?o glorioso y su p¨¦sima representaci¨®n en la ficci¨®n. El reportaje recaba la opini¨®n de profesionales del sector, como la guionista Virginia Yag¨¹e, presidenta de CIMA, Asociaci¨®n de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales, quien afirma que este ha sido un a?o en el que ¡°el papel de las mujeres delante y detr¨¢s de las c¨¢maras ha quedado reducido a un pu?ado de personajes con una identidad vaga, una reiteraci¨®n de estereotipos culturales a?ejos y unas pocas pel¨ªculas que han visto su equipo encabezado por una directora, normalmente proyectos independientes¡±.

Que contadas mujeres hayan podido empu?ar una c¨¢mara este 2014 y que lo hayan hecho cortas de presupuesto ya es bastante triste, como para que encima nos hurguen en la herida: j¨®venes violadas y asesinadas (La isla m¨ªnima), manipuladoras patol¨®gicas (Magical Girl) o mera cuota femenina (El ni?o). Por eso nadie ha podido evitar que losGoya a la interpretaci¨®n femenina, todos ellos merecid¨ªsimos y respectivamente a la mejor interpretaci¨®n, a la mejor interpretaci¨®n de reparto y a la mejor actriz revelaci¨®n, se los llevaran una trastornada mental (B¨¢rbara Lennie) y dos madres amant¨ªsimas (Carmen Machi y Nerea Barros). ?Desde aqu¨ª felicidades a las tres actrices, por supuesto, que est¨¢n espl¨¦ndidas!

No hace falta ser un lumbrera para saber que lo que pasa detr¨¢s de la c¨¢mara se traduce en lo que pasa delante, es decir en la pantalla, por lo que el sexismo y la perpetuaci¨®n de estereotipos se dan la mano demasiado a menudo. Bastante lejos del deseo que formula Yag¨¹e: ¡°Necesitamos personajes femeninos activos, es nuestra asignatura pendiente¡±. Lamentablemente, al margen de los divertidos pero nada educativos Torrentes (?aunque muy taquilleros!), aqu¨ª nos pirran las historias de hombres intr¨¦pidos que corren detr¨¢s de los delincuentes (al estilo cl¨¢sico de los superh¨¦roes). De modo que mientras nuestros ni?os y j¨®venes so?ar¨¢n con ser polic¨ªas, o en su defecto traficantes, nuestras ni?as y j¨®venes aspirar¨¢n a ser mam¨¢s o a sufrir alg¨²n trastorno de personalidad, o quiz¨¢s ambas cosas.

Para ¡°compensar¡±, entre los muchos chicos con corbata o sin ella que subieron al escenario a recoger su cabez¨®n, la Academia premi¨® a Patricia Font con un Goya para ella sola, el del mejor cortometraje de ficci¨®n, por Caf¨¦ para llevar. Y acompa?adas se lo llevaron a casa la productora Esther Garc¨ªa, Goya a la mejor pel¨ªcula iberoamericana por Relatos salvajes (?menudo pelicul¨®n!) y las hijas de Paco de Luc¨ªa, por el documental dedicado a su padre.

Vista la cosecha de los Goya, no es extra?o tampoco que nuestro querido Antonio Banderas, Goya de Honor, no citara en su blanco discurso a ninguna mujer entre los espa?oles egregios que admira, y s¨ª a Cervantes, Unamuno, Alb¨¦niz, Picasso, Lorca o Bu?uel. Qu¨¦ ¨¦l en concreto no admire a Teresa de Jes¨²s o a Mar¨ªa Zambrano no es preocupante; cada cual es libre de admirar a quien le d¨¦ la gana. S¨ª que la industria del cine espa?ol en su conjunto no vea que su camino hacia el ¨¦xito, hacia cuotas de mercado m¨¢s cercanas a las francesas, fomenta y muestra una realidad tan parcial.

Por una mejor representatividad de las mujeres detr¨¢s de la c¨¢mara, y por una mejor representaci¨®n delante, luchan iniciativas como la EWA (European Women Audiovisual Network; Red Europea de Mujeres del Audiovisual). Ser¨ªa deseable que no lo hicieran en solitario, como Patricia Font recogiendo su Goya al mejor corto; un premio que podemos leer como met¨¢fora del poco espacio que se brinda a las cineastas aqu¨ª, aunque Coixet triunfe en Berl¨ªn. En consecuencia, sic transit gloria mundi a este cine que parece tan s¨®lo el patio de recreo de los chicos, por brillantes que estos sean, que lo son.