?Qu¨¦ bien se puede vivir sin ti!
La felicidad es traidora: siendo tan dif¨ªcil, usa casi id¨¦nticas letras que ¡°facilidad¡±, y vive principalmente en el pasado
?Qu¨¦ es la felicidad? ?Existe? Me temo que, de forma completa, solo como idea. Pero basta con eso para que se d¨¦, aunque no la percibamos en la realidad. Es traidora: siendo tan dif¨ªcil, usa casi id¨¦nticas letras que ¡°facilidad¡±, y vive principalmente en el pasado. ?La vemos sobre todo de espaldas y corriendo! Todos queremos ser felices, como Ant¨®n Mallick. Es lo que nos mueve, la zanahoria puesta delante del burro, al menos mientras tenemos esperanzas de alcanzarla. El Diccionario de la RAE la empeque?ece, le quita toda ¨¦pica y romanticismo, defini¨¦ndola como ¡°Estado del ¨¢nimo que se complace en la posesi¨®n de un bien¡±. Es subjetiva, as¨ª que preguntar es, aparentemente, un buen m¨¦todo para medirla.
A finales de 2014, en su estudio anual sobre las expectativas y la felicidad, Win/Gallup International, con encuestas a 64.000 personas en 65 pa¨ªses, obten¨ªa resultados sorprendentes. De los diez pa¨ªses m¨¢s infelices, seis son europeos (Italia entre ellos, lo que me asombra; tambi¨¦n Grecia, lo que me asombra menos). ?frica es el continente m¨¢s feliz. Por Estados, se llevan la palma Fiyi y Colombia (90% de seres felices). Parece que lo que leemos en los peri¨®dicos no incide tanto como imaginamos en el ¨¢nimo de los pa¨ªses. Ni las FARC pueden con los colombianos, ni el narco con los mexicanos (el 74% se declara feliz o muy feliz), ni los tifones con los filipinos (86%), ni la pobreza con los indios (83%), ni mucho menos Boko Haram con los nigerianos (89%). Irak es el pa¨ªs con m¨¢s desdichados (31%, 36% ni felices, ni infelices). Ah¨ª s¨ª nos dan pistas las noticias.
En Espa?a somos m¨¢s felices que en 2013, aunque menos que en 2010, y las mujeres superan en dicha a los varones
Asunto tan capital ha merecido que Nicol¨¢s Maduro, en Venezuela, nombre un viceministro de la Suprema Felicidad Social del Pueblo, y que Rafael Correa, en Ecuador, haya creado una secretar¨ªa de la Felicidad con rango de ministerio y solo 31 funcionarios para tan audaz objetivo. En But¨¢n se prefiere medir el desarrollo del pa¨ªs por el FIB (felicidad interior bruta) en lugar del PIB. Por desgracia, la encuesta Gallup no incluye Venezuela ni But¨¢n, aunque s¨ª Ecuador (68%, la secretar¨ªa de la Felicidad debe dar un gran salto adelante). ?Y en Espa?a? Somos m¨¢s felices que en 2013, aunque menos que en 2010, y las mujeres superan en dicha a los varones (60% frente a 50%). Por grupos, los m¨¢s felices son los estudiantes (no me extra?a) y las amas de casa (me extra?a).
Veo triste a Europa, cuesta abajo, y feliz a ?frica. Busco alguna soluci¨®n. ?Por qu¨¦ al dar dinero para la malnutrici¨®n infantil en ?frica no nos mandan desde all¨ª un poquito de felicidad? Y comprendo que ya lo hacen. ?No proporciona un poco ayudar al pr¨®jimo? ?Acaso no reconforta desprenderse de algo para d¨¢rselo a quien lo necesita m¨¢s? El comercio espiritual tambi¨¦n existe. Qu¨¦ rara es la felicidad, qu¨¦ dif¨ªcil de aprender y de aprehender. Cada cultura la entiende a su modo, y para colmo todos nos enga?amos. Parafraseando a Carver, ?de qu¨¦ hablamos cuando hablamos de felicidad?
Si Goebbels se acordaba de su pistola cuando le hablaban de cultura, yo me acuerdo de Abderram¨¢n III cada vez que se habla de felicidad. Rein¨® durante m¨¢s de cincuenta a?os. Riqueza y honores, poder y placer, todo lo ten¨ªa. Y al final de su vida, escribi¨®: ¡°En esta situaci¨®n, he enumerado diligentemente los d¨ªas de felicidad pura y genuina que me han tocado en suerte: suman catorce¡±.
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