La mandona de ¡®50 sombras de Grey¡¯

Para unos se trata de una lamentable glorificaci¨®n del abuso sexual y la misoginia. Para otros 50 Sombras de Grey es el libro, ¡ªy ahora la pel¨ªcula¡ª que les despert¨® a un nuevo mundo de placeres sexuales. La culpa es de Erika Leonard, art¨ªsticamente conocida como E. L James, una escritora brit¨¢nica de 52 a?os con mucho car¨¢cter, un marido con el que lleva felizmente casada casi tres d¨¦cadas y dos hijos adolescentes.

No ocurre jam¨¢s que el autor de un libro asista a diario al rodaje de una pel¨ªcula basada en su obra y adem¨¢s tenga la ¨²ltima palabra sobre el guion, el casting y el director. Tambi¨¦n es raro que adem¨¢s haga bocetos con los decorados o dibujos con la ropa que deben vestir sus personajes. En la jerarqu¨ªa de Hollywood el escritor del libro es el ¨²ltimo de la fila. Pero esta se?ora de aspecto poco glamuroso llevaba 20 a?os trabajando como productora de televisi¨®n en la BBC cuando su libro se volvi¨® viral as¨ª que cuando Hollywood llam¨® a su puerta en 2012 estaba m¨¢s que preparada para saber por qu¨¦ pelear. Tanto que Sam Taylor-Johnson, la directora de la adaptaci¨®n al cine, recuerda el rodaje como un peque?o infierno en el que sus peleas con Erika han sido tan habituales que a ella se le han quitado las ganas de rodar las supuestas dos secuelas en las que tendr¨ªa que trabajar. ¡°No ha sido f¨¢cil. No voy a mentir¡±, ha confesado tras recordar sus intentos frustrados por filmar escenas de sexo ¡°art¨ªsticas¡± frente a las ¡°m¨¢s lascivas¡± que le exig¨ªa la escritora.

¡°Hay una Erika divertida, con los pies pegados al suelo que disfruta de su ¨¦xito y una que est¨¢ obsesionada con controlar su propiedad. Realmente piensa que necesita supervisarlo todo para no defraudar a sus fans, que s¨®lo conf¨ªan en ella¡±, declaraba recientemente una amiga suya en el diario Daily Mail. Y es que a ellos se lo debe todo puesto que su libro creci¨® gracias al boca a boca, primero en un foro de Internet y despu¨¦s entre lectores y de ah¨ª que esta londinense licenciada en historia, hija de un escoc¨¦s y una chilena, mantenga un f¨¦rreo control sobre todos los productos que han nacido de su libro, del que ha vendido m¨¢s de 100 millones de copias. Tiene una empresa, Fifty Shades Ltd, desde la que vende todo tipo de merchandising, desde ositos de peluche con esposas a juguetes sexuales variados que ella dise?a. Adem¨¢s, ha creado una l¨ªnea de lencer¨ªa, otra de joyas, otra de maquillaje y vende vinos con nombres como Red Satin o White Silk a 15 euros.

Cuando su ¨¦xito comenz¨® a desbordarla, a finales de 2012, afirm¨® que no pensaba cambiar de vida. Y lo cierto es que no se han producido cambios radicales, aunque poco a poco el salto en su nivel econ¨®mico ¡ªya lleva ganados m¨¢s de 60 millones de euros¡ª se ha dejado notar en algunos detalles que tambi¨¦n afectan al resto de su familia. Sus hijos ya no van a la escuela p¨²blica sino a una privada. Su marido ha dejado su trabajo de guionista freelance para la BBC y ahora tambi¨¦n es escritor. Se han mudado a una casa de tres millones y se pasean en un Tesla Model S, un coche el¨¦ctrico de edici¨®n limitada. Ahora lleva brazaletes de Tiffany y de Herm¨¦s. No obstante, sigue escribiendo. Ya tiene listo un nuevo libro aunque ha confesado que no tiene relaci¨®n con 50 Sombras de Grey. Sus fans le siguen pidiendo la cuarta entrega de la saga y conociendo su debilidad por ellos no tardar¨¢ en llegar.