En lucha contra el cambio clim¨¢tico
Es sorprendente leer acerca de programas de investigaci¨®n que parecen interesados en destinar ingentes recursos de la lucha contra el cambio clim¨¢tico para intentar probar proyectos que parecen peligrosas agresiones a la naturaleza. Por ejemplo, influir artificialmente sobre la climatolog¨ªa, una investigaci¨®n de la que desconocemos totalmente sus consecuencias. En realidad, para combatir el cambio clim¨¢tico hay que utilizar las armas que ya tenemos, y hay que hacerlo con urgencia porque el cambio clim¨¢tico ya ha comenzado. Los episodios extremos del clima se han acelerado, las aguas del mar ya se est¨¢n elevando y los hielos se funden a velocidades imprevistas. A¨²n no hemos conseguido frenar el aumento de la temperatura, que se acerca al punto de no retorno.
Nuestra situaci¨®n en estos momentos es la de un tsunami en que el mar se ha retirado fuera de nuestra vista, y nosotros seguimos jugando en la playa. Nuestros esfuerzos, y los de todo el planeta, ante este desastre anunciado no parece que deban consistir en barajar hipot¨¦ticos y millonarios planes de incierto resultado, sino en poner en marcha las soluciones que ya conocemos: la mitigaci¨®n de los gases contaminantes y la adaptaci¨®n de la gran industria, agricultura, turismo y nuestro modo de vida a una econom¨ªa saludable y sostenible que no ataque a la naturaleza. Todos nuestros esfuerzos habr¨¢n de concentrarse en este desaf¨ªo, que tendr¨ªa que plasmarse en un nuevo acuerdo global a firmar en Par¨ªs este pr¨®ximo mes de diciembre por todos los pa¨ªses de la Tierra. Nos jugamos nuestro futuro.¡ª Pablo de Jevenois Acillona. Diplom¨¢tico, Madrid.
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