Blanca, Su¨¢rez, la musa serena
Su belleza ha cautivado por igual a la industria del cine y a la de la publicidad. Hay quienes la comparan con Pen¨¦lope Cruz y pronostican su asalto a Hollywood. ¡°Act¨²a y se comporta como una estrella en el sentido positivo, no de alguien pagado de s¨ª mismo¡±, asegura Alex de la Iglesia, que ya la ha fichado como protagonista.
Todos hablan bien de Blanca Su¨¢rez. Cambian las voces, los protagonistas, pero se repiten los adjetivos. Es ¡°maravillosa, fant¨¢stica¡± y cualquier otro calificativo de aprecio que pueda encontrarse en el diccionario de la RAE. ¡°Estupenda, estupenda, estupenda¡±. Hasta tres veces repite Luis San Narciso, el director de casting de Globomedia que la lanz¨® al estrellato con la serie El internado. Pero hay una caracter¨ªstica que todos los que han trabajado con esta promesa del cine espa?ol destacan por encima de las dem¨¢s: tiene los pies anclados al suelo. La actriz (Madrid, 1988) ha acudido puntual a las diez de la ma?ana, sin desayunar. Le esperan un par de horas de poses y cambios de ropa ante la c¨¢mara. Lejos de ponerse a la defensiva, la int¨¦rprete tiene el oficio suficiente para resolver el asunto con soltura, incluso cuando posa con poco m¨¢s que ropa ¨ªntima. ¡°Es cuesti¨®n de ir acostumbr¨¢ndose. Soy una persona t¨ªmida para relacionarse con la gente. Pero esta profesi¨®n te da algo que hace que est¨¦s m¨¢s o menos tranquilo¡±, asegura. Aun as¨ª, la naturalidad con la que afronta la sesi¨®n, con la que pasa de la sensualidad al drama, no deja de sorprender en quien se define como muy insegura.
¡°Tiene un punto retra¨ªdo. En el set est¨¢ ah¨ª, que parece que no se le va a notar. Y de pronto la pones ante la c¨¢mara y se hace la luz. Esto lo tienen las estrellas¡±, defiende Nacho G. Velilla, director del ¨²ltimo filme de Su¨¢rez, Perdiendo el norte, que se estrena el 6 de marzo. Y as¨ª ocurre en el estudio donde se celebra esta sesi¨®n. Tanto que el propio fot¨®grafo se suma pronto al ej¨¦rcito de estimadores de la joven actriz. ¡°Tiene cosas que casi ninguna ofrece: una belleza inusual, verdad y fotogenia¡±, lo resume San Narciso. Por eso, el director de casting la fich¨® en cuanto la vio: ¡°No la conoc¨ªa de nada. Hab¨ªa rodado una pel¨ªcula [Eskalofr¨ªo, con 17 a?os] y me la mand¨® la productora. Le hice una entrevista y la contrat¨¦ inmediatamente. No suelo hacerlo, fue una de las pocas veces¡±. As¨ª Su¨¢rez subi¨® a bordo de El internado y empez¨® un viaje al que es dif¨ªcil poner l¨ªmites.
No hemos visto ni la d¨¦cima parte de ella. ?El potencial de Blanca a¨²n tiene que sorprender¡±
M¨¢s f¨¢cil, en cambio, es hallar la casilla de salida de su carrera. Tiene un nombre: Cacad¨². As¨ª se llamaba el loro de La gran muralla, la primera obra que Blanca interpret¨®, gracias a las clases de teatro que la escuela infantil Trit¨®n empez¨® a impartir en su colegio, el Montserrat. Mar¨ªa Alburquerque, directora de Trit¨®n, recuerda que le asign¨® el papel del p¨¢jaro a esa ni?a de ocho a?os ¡°responsable aunque gamberrilla como la que m¨¢s¡±.
Siguiendo esa estela tempranera, Su¨¢rez acab¨® juntando las clases en Trit¨®n y otros cursos de interpretaci¨®n con la carrera en Comunicaci¨®n Audiovisual. Sin embargo, tal y como Alburquerque le hab¨ªa pronosticado ¨C¡°no s¨¦ para qu¨¦ lo haces, si no vas a poder seguir¡±¨C, dej¨® a medias la licenciatura porque lo suyo era actuar.
A sus 26 a?os, Su¨¢rez ya cuenta con muchas luces: ha rodado dos pel¨ªculas con Pedro Almod¨®var (La piel que habito y Los amantes pasajeros), ha sido nominada al Goya a mejor actriz revelaci¨®n (precisamente por La piel que habito) y le llueven ofertas, lo que en estos tiempos es una utop¨ªa para cientos de actores. Eso s¨ª, repasando las sombras resulta que, de momento, ninguna de sus pel¨ªculas ha sido un gran ¨¦xito de cr¨ªtica ni sus papeles han tenido especial protagonismo. Muchos de los filmes en los que ha participado Su¨¢rez han acabado relativamente pronto en el olvido. ¡°No hemos visto ni la d¨¦cima parte de ella. Yo s¨¦ cu¨¢l es el potencial de Blanca y todav¨ªa tiene que sorprender¡±, defiende Alburquerque, que la vio crecer en el escenario hasta 2009, cuando se represent¨® la ¨²ltima obra de Su¨¢rez con la escuela Trit¨®n.
Este a?o la actriz engordar¨¢ su curr¨ªculo con el papel de Isabel de Portugal en la serie hist¨®rica de TVE Carlos, Emperador y con la participaci¨®n en el nuevo filme de Alex de la Iglesia, Mi gran noche. ¡°Es mi primera pel¨ªcula con ella, pero no ser¨¢ la ¨²ltima. Es maravillosa. Y supone un esfuerzo nulo. Hablas con ella un segundo y demuestra inmediatamente el control sobre el personaje¡±, relata De la Iglesia tras los primeros ensayos con Su¨¢rez. El director cuenta que en las pruebas ha experimentado una ¡°sensaci¨®n m¨¢gica¡± que nunca hab¨ªa vivido en su carrera, porque tipos tan dispares como Raphael, Santiago Segura y Blanca Su¨¢rez funcionaban con el mismo registro enloquecido que pide su nueva comedia. En Mi gran noche, la joven actriz es directamente ¡°la chica de la pel¨ªcula¡±, como la define el director de El d¨ªa de la bestia. Y ahonda en su descripci¨®n: ¡°Act¨²a y se comporta como una estrella, en el sentido positivo, no de alguien pagado de s¨ª mismo. Una estrella es alguien que sabe preguntar a los dem¨¢s qu¨¦ es lo que quieren de ella, una persona que est¨¢ a disposici¨®n absoluta constantemente, que no exige nada porque lo tiene todo, que siempre est¨¢ por encima de los problemas¡±.
Una estrella es tambi¨¦n alguien con la fama de Blanca Su¨¢rez. Sin embargo, seguramente a su pesar, se le conoce al menos tanto por sus proyectos cinematogr¨¢ficos como por su vida privada. Le persiguen los paparazis. Buena parte de lo que se publica relacionado con su nombre en Google tiene que ver con relaciones y rupturas de sus anteriores novios, desde Miguel ?ngel Silvestre hasta Dani Mart¨ªn, as¨ª como las fotos que le sacaron en una playa mientras se quitaba el traje para surfear. ¡°Claro que te satura¡±, ataca ella. ¡°Pero no puedes hacer nada. Podr¨ªas dejar de hacer ciertas cosas, ?pero hasta qu¨¦ punto te compensa como persona? Yo he puesto cuidado, pero he intentado no renunciar a nada¡±.
Lo que s¨ª le ha ocurrido, por mucho que Su¨¢rez cuidara la normalidad de su existencia, es que saliera de casa y estudiara a su alrededor la presencia de coches sospechosos. O que caminara y ¡°por un extra?o sexto sentido¡± supiera qui¨¦n le estaba siguiendo. ¡°Pero luego pienso que no estoy haciendo nada malo, ni soy una asesina ni una traficante. Que me saquen todas las fotos que quieran¡±, a?ade la actriz.
Quiz¨¢ a Su¨¢rez le persiga esa profec¨ªa que le adelant¨® una vez Alburquerque. ¡°Le dec¨ªa: ¡®Tranquila, primero te coger¨¢n en un casting por tu belleza, impactar¨¢s con tu imagen. Y entonces tendr¨¢s que demostrar lo que vales¡±, recuerda ahora la profesora de teatro. La actriz lo reconoc¨ªa en una entrevista hace tres a?os con este diario: ¡°No siempre es as¨ª, aunque es verdad que el f¨ªsico de primeras en determinados productos es importante. Est¨¢ muy bien ser guapo y conseguir papeles por eso. Pero dentro de 20 a?os no seguir¨¢s all¨ª por ser bello, sino por otras cualidades¡±.
Sus compa?eros de profesi¨®n destacan su belleza, pero a?aden mucho m¨¢s. ¡°Tiene una materia prima tan potente que es normal que no pare de trabajar. La miras a la cara y te medio enamoras. A m¨ª me tiene loco¡±, se r¨ªe Yon Gonz¨¢lez, que ahora comparte protagonismo con la actriz en Perdiendo el norte, como ya lo hiciera en El internado. En el filme de Velilla, Gonz¨¢lez y Su¨¢rez interpretan a dos j¨®venes que huyen a Alemania en busca de fortuna.
A la espera de Mi gran noche, se trata de su primer papel largo en una comedia. ¡°Amparo Bar¨® siempre me dec¨ªa que a un actor malo se le descubre en la comedia. Es muy complejo hacerla desde la verdad, y lo habl¨¦ con Blanca. Inicialmente se acercaba desde el respeto y la timidez, como es ella. Pero lleg¨® un punto en que apost¨® a tope y se apoder¨® del personaje¡±, relata el director de Perdiendo el norte. Quiz¨¢ a la actriz le facilitara el trabajo tener que afrontar una situaci¨®n tan com¨²n: joven que, harto de ser ninguneado en su tierra, se va a la caza de un trabajo en otros lugares. Ella sabe de lo que habla. Su grupo m¨¢s ¨ªntimo es buena prueba de ello. Hace tres a?os, la actriz contaba en una entrevista que ninguno de sus amigos m¨¢s cercanos trabajaba ¡°de lo suyo¡±.
¨C?Y tres a?os despu¨¦s?
¨CSe han ido.
Claro que satura que te persigan los paparazis. Pero no puedes hacer nada. ?Dejar de hacer cosas? ?Compensa?¡±
La actriz, risue?a y alegre, se pone seria. Relata que de su pandilla queda en Espa?a ¡°un 10%¡±. ¡°Uno que es ingeniero, otra de teleoperadora y uno con un doctorado con una mierda de beca¡±. Los dem¨¢s andan entre Inglaterra, Alemania y alguno que se ha ido todav¨ªa m¨¢s lejos, de ?frica a Singapur. ¡°Es muy triste. Aunque a la vez te sientes muy orgullosa porque no tanta gente es tan valiente como para irse sola a la aventura¡±, defiende Su¨¢rez. Por cierto, justo ser ¡°m¨¢s valiente¡± es el prop¨®sito que la actriz ha expresado para 2015.
Sea como fuere, a pesar de su diezmado grupo, la int¨¦rprete cuenta que sigue intentando ver a los amigos siempre que puede: ¡°Necesito el contacto con mi gente, mi familia. Los hago muy part¨ªcipes de todo esto¡±. Es m¨¢s, lo considera ¡°sagrado¡±, aparte de que le salga espont¨¢neamente, como la necesidad de cualquiera de rodearse de la gente a la que quiere.
Blanca Su¨¢rez ocupa portadas, rueda con grandes directores, es deseada y envidiada. Ella misma publica en Twitter art¨ªculos y fotograf¨ªas que le dedican, aparte de mantener un blog. As¨ª que no debe de venirle mal la cr¨ªtica ¡°constructiva¡± de su entorno, que por lo menos alguien le vea alg¨²n fallo. ¡°Es gente que te conoce desde antes de que te pasara todo esto y que te mira sabiendo tu historia, tus mierdas, y que a lo mejor no es todo tan bonito como parece¡±, asegura. Eso s¨ª, preguntarle por sus defectos significa llevarse una sonrisa y una respuesta diplom¨¢tica: ¡°Si el de enfrente no los ha visto, ?por qu¨¦ los dir¨ªa yo?. Soy muy detallista, veo muchas cosas muy peque?itas, pero voy a intentar no poner el foco en ellas¡±.
La actriz parece capaz por s¨ª sola de relativizar todo lo que le est¨¢ pasando: ¡°Las cosas bonitas que te dicen al final entran por un o¨ªdo y salen por el otro. Te sientes bien, te regodeas medio minuto, pero luego sigues a lo tuyo. Porque de repente llega un d¨ªa en que dejan de dec¨ªrtelo y ?qu¨¦ haces?¡±. Pero, entre tanto andar con pies de plomo, hubo un paso sorprendente que dio Su¨¢rez hace unos meses. Ella, la que se muestra tranquila en las entrevistas, la que acepta todo tipo de pregunta y esquiva las inc¨®modas con una sonrisa, enloqueci¨®.
Fue en Famosos y una vieja, un programa difundido por YouTube donde una se?ora encabronada machaca a alguien c¨¦lebre a base de preguntas ca?eras. La masacre de la actriz terminaba con la siguiente cuesti¨®n: ¡°?A qu¨¦ sabe el pene de Almod¨®var?¡±. La int¨¦rprete se levantaba enfurecida y se largaba, no antes de gritarle a la entrevistadora que le quedaban ¡°pocos a?os de vida¡±. El v¨ªdeo se hizo viral. Y unos cuantos dudaron de si ella hab¨ªa perdido los estribos. ¡°?Qu¨¦ va! Era falso. Me hace gracia re¨ªrme de m¨ª misma¡±, explica ahora.
Ya puestos, es buen momento para preguntarle por las cr¨ªticas que recibe. La primera se resume en uno de los ataques que le dirigieron en Famosos y una vieja: ¡°?Por qu¨¦ has hecho solo series y pel¨ªculas malas?¡±. Su¨¢rez responde: ¡°Mucha gente sale de las escuelas de interpretaci¨®n y dice: ¡®Voy a hacer teatro, nunca una serie¡¯. Me jugar¨ªa mucho a que parte de ellos, si les llamaran para El internado o cualquiera de las cosas en las que he participado, dir¨ªan que s¨ª corriendo. Yo tambi¨¦n quiero hacer teatro y proyectos underground, pero la realidad es otra. Se pueden tocar todos los palos sin dejar de ser menos comprometido con la profesi¨®n¡±.
El otro ataque tiene que ver con c¨®mo Su¨¢rez aprovecha su estancia en la cresta de la ola. Aparte de cine y televisi¨®n, ha rodado anuncios para marcas de ropa ¨ªntima y protagonizado varias campa?as de moda. ?Qu¨¦ le aporta eso a su carrera de actriz? ¡°A m¨ª me gusta la moda. He dicho que no mogoll¨®n de veces. Se trata de aceptar lo que te conviene por popularidad, porque es internacional o porque no interfiere con tu carrera¡±.
En el fondo, Su¨¢rez defiende a menudo que solo ense?a ¡°una parte¡± de s¨ª misma, una ¡°capa de fuera¡±, y que la otra la conoce poca gente. Pero hay cierta espontaneidad en su manera de hablar y reaccionar que cuesta considerar fruto de una estrategia. La actriz suelta de vez en cuando alg¨²n taco y tiene repentinos golpes de entusiasmo, como cuando relata c¨®mo llor¨® por la actuaci¨®n de Julianne Moore en Still Alice, o cuando habla de cu¨¢nto le gustar¨ªa hacer ¡°alg¨²n Batman o una peli de los X-Men¡±. Y muy espont¨¢nea es tambi¨¦n su reacci¨®n al preguntarle por c¨®mo lleva el ingl¨¦s, ya que acaba de participar en la coproducci¨®n internacional La bella y la bestia y en el rodaje en Nueva York del filme My Bakery in Brooklyn. De hecho, la primera respuesta es m¨¢s bien una mueca.
¡°No lo hablo perfecto. Pero trabajas encima de un guion, tampoco das una charla de dos horas. Cuando llegas est¨¢s perdido, pero alcanzas un punto en el que cambias el chip, aunque luego digas cosas que gramaticalmente est¨¢n fatal construidas¡±, a?ade. De ah¨ª que quiz¨¢ tenga que esperar algo m¨¢s para un viaje a Hollywood que muchos le pronostican. Aparte del idioma, Su¨¢rez no parece especialmente fascinada por la idea de abandonar Madrid, su casa en el barrio de Ventas, cerca de sus padres, por una aventura al otro lado del charco.
Algunos la comparan incluso con Pen¨¦lope Cruz, como nueva gran diva del cine espa?ol. Quiz¨¢ sea demasiado, ya que la oscarizada int¨¦rprete ya hab¨ªa protagonizado a los 18 a?os filmes como Jam¨®n, jam¨®n o Belle Epoque. Sea como fuere, a Su¨¢rez tambi¨¦n la equiparan a otras estrellas igual de brillantes. ¡°La veo como una Claudia Cardinale en el esplendor de su carrera y su belleza, en la ¨¦poca de Il Gattopardo y 8?. Carnal e inocente, y siempre utilizando el coraz¨®n en su trabajo¡±, opina Pedro Almod¨®var. Mientras que Nacho G. Velilla mueve a otro mito del cine de Italia: ¡°Tiene esa raza de las actrices italianas, la veo un poco Sophia Loren¡±. Su compa?ero de profesi¨®n Yon Gonz¨¢lez, en cambio, rechaza todo paralelismo: ¡°Tiempo al tiempo. Blanca Su¨¢rez es Blanca Su¨¢rez¡±.
La propia actriz parece tenerlo claro. En su batalla por mantenerse en el suelo, a Su¨¢rez se le puede ver por su barrio paseando a su perrito o en la cola del supermercado. Cuando puede tambi¨¦n va al cine, con sus palomitas, y le encanta marcarse una sesi¨®n doble. Ve de todo, desde cine de autor hasta superh¨¦roes. Y es fan de series como American Horror Story, Fargo o Mad Men. Por terminar el repaso cultural de la actriz, est¨¢ leyendo ?Yo soy Espartaco!, el libro de Kirk Douglas sobre el rodaje de aquel filme y la caza de brujas del senador Joseph McCarthy en Estados Unidos de finales de los cincuenta.
Quiz¨¢ lea algo menos los peri¨®dicos. O tal vez prefiera no posicionarse sobre la actualidad. Sobre la victoria en Grecia de la receta antiausteridad de Syriza o el ascenso en Espa?a de Podemos apenas opina. Aclara que vota, rechaza desvelar por qui¨¦n, y se limita a decir que tiene mucha curiosidad por el momento actual. ¡°Un amigo m¨ªo siempre dec¨ªa: ¡®Quieto hasta ver¡±.
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