Los padres de Moby Dick, la ballena no tan asesina
Apenas hay registros de ataques de cachalotes a personas. Son muy pac¨ªficos, e indiferentes a las embarcaciones
En noviembre de 1820, el ballenero Essex fue hundido por un cachalote de m¨¢s de 20 metros, abandonando a su suerte a su capit¨¢n, George Pollard, y a sus tripulantes en medio del mar, hasta que fueron rescatados en febrero del a?o siguiente. Ron Howard revitaliza la tragedia, que inspir¨® a Melville para su Moby Dick, en su ¨²ltima pel¨ªcula, In the Heart of the Sea. ?Un cachalote atacando a un ballenero? ¡°S¨ª, es posible que un golpe pudiera abrir una v¨ªa de agua y hundirlo¡±, nos dice el bi¨®logo Manuel Carrillo. Explica que los cachalotes se organizan en sociedades en las que un macho adulto protege a varias hembras y sus cr¨ªas. La estrategia de los balleneros como Pollard consist¨ªa en atacar y matar una cr¨ªa para atarla al costado del barco, a sabiendas de que el macho y su cohorte no la abandonar¨ªan, dado su fuerte cohesi¨®n social. Aprovechaban la ocasi¨®n para ¡°centrarse entonces en matar a todos los machos, ya que daban casi cinco o seis veces m¨¢s cantidad de aceite que las hembras¡±.
El Essex pesaba 238 toneladas, pero el cachalote lo embisti¨® dos veces con su enorme cabeza, que contiene el ¨®rgano que produce aceite blancuzco, el espermaceti. El cient¨ªfico David Carrier, de la Universidad de Utah (Estados Unidos), concluy¨® que los cachalotes pueden usar su cabeza como un bate. Pero lo cierto es que apenas hay registros de ataques de cachalotes a personas. Son muy pac¨ªficos, e indiferentes a las embarcaciones. Carrillo ¨Cresponsable del proyecto Canarias Conservaci¨®n del Gobierno canario para investigar la muerte de cet¨¢ceos¨C ha buceado con estos gigantes. La experiencia le ba?a en adrenalina. ¡°Se te acercan siempre por un lado, dado que tienen los ojos tan separados, y con esa boca abierta llena de dientes. Debajo del agua son a¨²n m¨¢s extra?os, con un tercio de su cuerpo que es una cabeza¡±. Pero la cabeza gigante no es otra cosa que una boya biol¨®gica que convierte al cachalote en un sumergible perfecto, explica Carrillo. El animal enfr¨ªa el aceite de su cabeza cuando se hunde. A partir de los 100 metros se va haciendo m¨¢s s¨®lido, y tira hacia abajo, hasta los 2.000 metros. Suele dar cuenta de los calamares gigantes, en una batalla desigual que siempre pierde el cefal¨®podo. Para subir, el cachalote insufla el aire de sus pulmones a la cabeza para calentar el aceite, menos denso.
Los tiburones tienen una imagen de aniquiladores gracias a Spielberg, cuando no hay m¨¢s de cuatro especies peligrosas entre m¨¢s de 400"
Los oc¨¦anos han cambiado mucho desde los tiempos del Essex. La caza de ballenas es ya una matanza. Los balleneros tildaron a las orcas de exterminadoras de lo que ellos tambi¨¦n cazaban, y el t¨¦rmino se invirti¨® para crear la figura de la ballena asesina, sugiere el bi¨®logo marino Javier Almunia, de Loro Parque, en Tenerife. Ahora hay una falsa percepci¨®n sobre la bondad de las criaturas grandes. Cada vez hay menos. ¡°Los tiburones tienen una imagen de aniquiladores implacables gracias a la pel¨ªcula de Spielberg, cuando no hay m¨¢s de cuatro especies peligrosas entre m¨¢s de 400. Al a?o mueren m¨¢s personas por accidentes dom¨¦sticos con tostadoras que por culpa de los tiburones¡±. En cambio, los delfines est¨¢n lejos de ser tan d¨®ciles como creemos. Este experto muestra v¨ªdeos sobre ataques a nadadores, a veces tratando de copular con ellos. En 2009, una mujer muri¨® al ser atacada por un delf¨ªn en Nueva Zelanda. Tres a?os atr¨¢s, una turista alemana perdi¨® la vida en una playa del sur de Gran Canaria. Y los perros pueden ser simp¨¢ticos, pero tambi¨¦n muerden.
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