El impenetrable clan McCartney
Paul ejerce de l¨ªder de una empresa familiar en la que se comparten contactos y reparten trabajos Mary triunfa como fot¨®grafa, Stella con sus dise?os y solo James se dedica a la m¨²sica. Est¨¢ por ver c¨®mo encajar¨¢ la hermana menor, hija de Heather Mills
Todas las familias felices se parecen entre s¨ª, escribi¨® Le¨®n Tolstoi en la repetid¨ªsima primera frase de Ana Karenina. Todas menos los McCartney. Un clan feliz pero sin duda fuera de lo com¨²n, empezando por el hecho de que no hay muchas familias que cuenten con un exBeatle como patriarca. Adem¨¢s, en el reducido y enrarecido mundo de los linajes c¨¦lebres, no es habitual que los hijos se liberen de la losa de su famoso apellido (o sepan utilizarlo con habilidad) para labrarse una s¨®lida reputaci¨®n, es el caso de Stella McCartney, de 43 a?os, y su reconocida faceta de dise?adora. Este es un clan tan unido como impenetrable, que demuestra incluso en ocasiones una forzada normalidad. El clan McCartney lo componen los tres hijos del cantante brit¨¢nico con su fallecida esposa Linda ¡ªMary, Stella y James¡ª, adem¨¢s de la poco medi¨¢tica Heather, hija de Linda de una relaci¨®n anterior que fue adoptada por Paul. Beatrice, de 11 a?os, es la menor, fruto del matrimonio ¡ªde solo cuatro a?os¡ª del int¨¦rprete con la exmodelo Heather Mills, y a¨²n est¨¢ por ver c¨®mo encajar¨¢ en la din¨¢mica de sus hermanos mayores.
A sus 72 a?os, Paul McCartney no es un tipo que se fije demasiado en la moda, ni siquiera se caracteriza por vestir con particular cuidado. Sin embargo, es uno de los habituales de la primera fila de los desfiles de Par¨ªs. Aparece por all¨ª para mostrar su apoyo a su hija Stella, dise?adora de la firma que lleva su propio nombre. Tambi¨¦n acude a las presentaciones organizadas por su yerno, Alasdhair Willis, como director creativo de Hunter, la marca de botas de agua. El beatle tampoco tiene especial inter¨¦s por alternar en fiestas de artistas. Pero si su primog¨¦nita Mary, fot¨®grafa de profesi¨®n, presenta un libro o inaugura una exposici¨®n all¨ª estar¨¢ sin falta sir Paul, del brazo de su tercera esposa Nancy sonriendo y mostrando su repertorio de muecas a los fot¨®grafos.
M¨¢s all¨¢ de acompa?ar cual madre de folcl¨®rica, McCartney ejerce como el cabeza de un clan que funciona como una empresa familiar en la que se comparten contactos y reparten trabajos. En sus relaciones, aunque estrechas, est¨¢ muy presente lo profesional. Mary es la encargada de la divisi¨®n de fotograf¨ªa de MPL Q1ZCommunications, el conglomerado que re¨²ne los intereses comerciales de Macca y que gestiona los derechos de m¨²sica compuesta por McCartney y otros artistas. La fot¨®grafa tambi¨¦n ha realizado campa?as de publicidad para su hermana Stella. La dise?adora a su vez confeccion¨® el vestuario del ballet con m¨²sica compuesta por Paul, Ocean¡¯s Kingdom, que fue representado por el New York City Ballet ¡ªy fue despedazado por la cr¨ªtica¡ª. James, el var¨®n y el ¨²nico que se dedica a la m¨²sica, y Paul tocan instrumentos en sus respectivos discos en solitario. Y as¨ª podr¨ªamos seguir llenando p¨¢rrafos con esta red de colaboraciones y proyectos conjuntos.
Tom Doyle es un periodista musical escoc¨¦s que entrevist¨® a Paul McCartney en 2006, justo antes de su millonario divorcio de Heather Mills. McCartney, animado por el sentido del humor de Doyle, accedi¨® a que no se quedara en un solo encuentro y a seguir conversando con el periodista. Estas charlas resultaron en el libro Man on the run: Paul McCartney in the 70s que se centra en las horas m¨¢s bajas del artista, cuando los Beatles se hab¨ªan desintegrado y nadie lo sab¨ªa. ¡°Paul hab¨ªa perdido el mejor trabajo del mundo. Se hab¨ªa recluido en una granja de Escocia, no consegu¨ªa levantarse por las ma?anas y estaba deprimido. Fue Linda la que lo sac¨® de la cama, gracias a ella volvi¨® a hacer m¨²sica¡±. Llevaban casados apenas seis meses. Linda ejerci¨® una influencia positiva desde el principio y sent¨® los cimientos de la din¨¢mica familiar. Fue un pilar y un elemento normalizador en la desquiciada vida de los miembros de un grupo que cre¨ªa ser m¨¢s famoso que Jesucristo. Ella contribuy¨® a que los ni?os estudiaran en un colegio p¨²blico y se criasen en el ambiente buc¨®lico de una granja ecol¨®gica, con ovejas, caballos y un huerto, del condado ingl¨¦s de Sussex. Casi 17 a?os despu¨¦s de su muerte por c¨¢ncer de mama, sigue muy presente, tanto que James ha tardado a?os en superar su ausencia, que desencaden¨® una adicci¨®n a las drogas ya superada. Los hermanos contin¨²an siendo vegetarianos en honor a su madre, que les transmiti¨® su amor por los animales. Paul, Mary y Stella adem¨¢s promocionan la iniciativa Meat Free Mondays para fomentar una dieta menos carn¨ªvora. El estilo natural y exc¨¦ntrico de Linda aparece a menudo en detalles de las colecciones de Stella, y transmiti¨® su pasi¨®n por la fotograf¨ªa a Mary. ¡°A Linda la trataron con mucha dureza por haberse casado con Paul, pero era una mujer muy fuerte¡±, explica Doyle por tel¨¦fono. ¡°Sus hijos han heredado esa fortaleza¡±.
Los McCartney son una pi?a y se mueven como una manada o una troupe de artistas, como cuando se marchaban juntos de gira con Wings, la banda que compart¨ªan Paul y Linda en la d¨¦cada de los setenta. ¡°Paul me dijo que viajaban como una panda de gitanos¡±, recuerda el periodista. Como este apunta, existe una foto de la ¨¦poca que inmortaliz¨® a la prole de gira. Un Paul con gre?as toca el bajo mientras Mary, entonces una ni?a curiosa con vestido de lunares, escucha atentamente. Linda lleva puestos los auriculares y Stella da cuenta de su comida en una bandeja. S¨®lo si uno se fija atentamente percibe que la imagen fue tomada en un jet privado. Viajaban como c¨ªngaros, pero a lo grande. ¡°Durante los a?os sesenta Paul tuvo como familia a los Beatles, y posteriormente su mujer e hijos se convirtieron en sus compa?eros de gira. Es un padrazo al que le gusta mucho ocuparse de los suyos. A¨²n hoy sigue organizando su giras de manera que pueda para pasar tiempo con ellos¡±, recalca Doyle.
Esa imagen de familia perfecta s¨®lo se ha resquebrajado en una ocasi¨®n, cuando Paul se cas¨® con Heather Mills, una modelo y activista que hab¨ªa perdido una pierna en un accidente. Los hijos de Linda nunca aceptaron que ella entrara en su vida cuatro a?os despu¨¦s de la muerte de su madre. Consideraban que la segunda esposa de su padre era una oportunista, una mentirosa y una cazafortunas. Stella en particular. La dise?adora se negaba a realizar donativos a las organizaciones solidarias que presid¨ªa la modelo y muy a rega?adientes le conced¨ªa un mero 10% de descuento en los art¨ªculos de su firma. Mills declar¨® en varias entrevistas que las presiones de Stella, a la que defini¨® como malvada y celosa, terminaron rompiendo la relaci¨®n que se acab¨® a los cuatro a?os. Fue uno de los divorcios m¨¢s caros del mundo de la m¨²sica, con el agarrado de Paul pagando a su ex unos 31 millones de euros. Aunque James ha admitido en la prensa inglesa que nunca le gust¨® Heather, los hermanos evitan criticarla por respeto a la peque?a Beatrice.
La tercera mujer de Paul, la empresaria Nancy Shevell, ha encajado mejor en esta tribu tan bien avenida. Al contrario que Heather Mills, esta heredera de un magnate del transporte, procede de un ambiente acomodado. Se conocieron en los Hamptons, donde ambas familias veraneaban, y padeci¨® c¨¢ncer de mama al mismo tiempo que Linda. Los reto?os la adoran desde siempre. Eso es garant¨ªa de un feliz matrimonio en el clan McCartney.
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