?Es legal que la moda se inspire en dise?os de otras culturas?
Algunas tribus americanas se enfrentan a las marcas que usan sus iconos
La tribu Cowichan, un grupo indio que vive cerca de Vancouver, se encontr¨® hace pocos d¨ªas sus s¨ªmbolos culturales en los percheros de m¨²ltiples tiendas en todo el mundo. La firma Ralph Lauren los utiliz¨® como estampado en su jersey Cowichan. La falta de pudor al bautizar el modelo hizo que el colectivo alertara del robo de sus se?as de identidad y denunciara el asunto. No es el ¨²nico.
La marca C¨¦line desat¨® cierta pol¨¦mica cuando decor¨® sus abrigos con los caracter¨ªsticos cuadros que adornan las bolsas de lona de Chinatown. Y, tras la fiebre de las coronas de flores, en los festivales de m¨²sica ahora se lleva adornar la cabeza con un penacho de plumas. ?Hasta qu¨¦ punto se puede utilizar la est¨¦tica de una determinada comunidad en beneficio de la moda? Lo cierto es que esta industria practica la apropiaci¨®n cultural desde hace siglos. A finales del XIX en Europa se copiaban los s¨ªmbolos de las dinast¨ªas asi¨¢ticas para decorar prendas y todo tipo de objetos. Despu¨¦s llegaron las prendas occidentales estampadas con batik, los motivos folcl¨®ricos con que se visten algunas regiones africanas. Ya en los noventa Chanel bord¨® versos musulmanes en uno de sus vestidos de alta costura y, m¨¢s recientemente, Jeremy Scott les pon¨ªa a sus modelos velos isl¨¢micos. Pero el hecho de que suceda no quiere decir que sea legal. ¡°Desde el mismo momento de la creaci¨®n, un s¨ªmbolo de esta clase es absolutamente protegible¡±, apunta Carolina Eyzaguirre, experta en asuntos sobre moda y derecho.
As¨ª sucedi¨® con los indios navajos, que interpusieron una serie de demandas a las marcas de moda que, bajo el nombre de tendencia folk, utilizaron tanto sus estampados como su nombre. Acusados de apropiaci¨®n cultural, Urban Outfitters tuvo que retirar las prendas y la marca Victoria¡¯s Secret se vio obligada a emitir una disculpa por haber disfrazado a sus modelos con elementos de la tribu. ¡°No incluiremos este material como herramienta promocional¡±, declararon. En julio, el festival de m¨²sica electr¨®nica canadiense Bass Coast fue el primero en prohibir los penachos de plumas. La norma rezaba: ¡°El evento se celebra en una zona ind¨ªgena y se debe respetar su dignidad¡±.
¡°El problema es la desinformaci¨®n. Muchas comunidades no saben que sus s¨ªmbolos pueden estar respaldados¡±, cuenta Isabel Hernando, profesora de la Universidad del Pa¨ªs Vasco y abogada especializada en propiedad intelectual e industrial. Eso es precisamente lo que ocurre en el caso de los Cowichan y Ralph Lauren. La comunidad no hab¨ªa registrado sus s¨ªmbolos, aunque quiz¨¢ el eco medi¨¢tico lleve a la marca a retractarse de sus jerseys. Las alternativas para prevenir la apropiaci¨®n cultural son cada vez m¨¢s variadas, dado el n¨²mero de quejas que se han ido produciendo en los ¨²ltimos tiempos. ¡°Hay Estados que los protegen a trav¨¦s de la propiedad intelectual o industrial o el Protocolo de Nagoya, que hace hincapi¨¦ en el hecho de preservar la tradici¨®n¡±, explica Hernando.
Mientras la moda viste turbantes, chaquetas con motivos andinos o publica fotos junto a las mujeres de Birmania, surgen proyectos art¨ªsticos que documentan visualmente el debate. ¡°Al llevar el pa?uelo palestino me siento unido a mi comunidad¡±, escribe uno de los personajes retratados por Sanaa Hamid en su serie Apropiaci¨®n cultural: una conversaci¨®n. A su lado, un joven estadounidense con el mismo pa?uelo rebate: ¡°?Pero si solo es una bufanda!¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.