Sonrisa

Hemos llegado a un consenso extraordinario, el de la necesidad de combatir el yihadismo en sus ra¨ªces, o sea en casa, en la escuela y, si puede ser, que no podr¨¢, en las madrazas. Resulta que tenemos algunas experiencias de ¨¦xito acreditado en nuestra historia. Y no es la menor la acci¨®n de una monjita llamada Sor Sonrisa que all¨¢ por la mitad de los sesenta conmovi¨® a Europa con sus dulces composiciones acompa?adas a la guitarra. Por ejemplo, la dedicada a Dominique, fundador de la orden de los dominicos y uno de los principales combatientes contra la herej¨ªa albigense al principio del siglo XIII.

Sor Sonrisa era lo m¨¢s parecido a lo que busca nuestro ministro del Interior, Jorge Fern¨¢ndez. Una mujer cat¨®lica, modernita y de sonrisa invencible. Al ministro de Educaci¨®n, Jos¨¦ Ignacio Wert, tambi¨¦n ha de gustarle. Si se lee en el BOE el contenido de la asignatura de religi¨®n del pr¨®ximo a?o se ver¨¢ que all¨ª no faltan las sonrisas y la felicidad alcanzadas, eso s¨ª, con la ayuda providencial del Se?or v¨ªa Iglesia cat¨®lica.

Los obispos espa?oles han conseguido ya de este Gobierno lo que m¨¢s les importaba, la asignatura de religi¨®n obligatoria. Al lado de eso, cosas como el aborto son minucias. Importa controlar los contenidos. Los ni?os espa?oles van a estudiar ajedrez para mejorar su competencia en ciencias y religi¨®n cat¨®lica para administrar su moral.

Vivimos un momento de cat¨¢strofe ¨¦tica. Es urgente echar a Wert del ministerio. Para que no deje en las manos pecadoras de la Iglesia la moral de nuestros ni?os. Seg¨²n la Constituci¨®n, el Estado es aconfesional. La educaci¨®n debe serlo tambi¨¦n.

Sor Sonrisa se suicid¨® veinte a?os despu¨¦s de su ¨¦xito de ventas. Resulta que se encontr¨® a s¨ª misma como lesbiana.

A Fern¨¢ndez y a Wert tampoco les gustar¨¢ saberlo.