M¨¢s y mejores trabajos

Durante las ¨²ltimas dos d¨¦cadas, unas 50 millones de mujeres de Am¨¦rica Latina y el Caribe se incorporaron a la poblaci¨®n econ¨®micamente activa, en una ¨¦poca de progreso econ¨®mico y social que redujo la pobreza de manera importante en esta regi¨®n.

En 1995, la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer en Pek¨ªn, consider¨® la participaci¨®n en el mercado laboral un asunto fundamental para avanzar en la igualdad de g¨¦nero. Desde entonces, en los pa¨ªses latinoamericanos y caribe?os los avances han sido importantes, pero a¨²n queda un largo camino por recorrer, tanto en lo que se refiere a la cantidad como a la calidad del trabajo de las mujeres.

Esas 50 millones de mujeres se han incorporado al mercado de trabajo tanto por el aumento demogr¨¢fico como por una mejor¨ªa en la tasa de participaci¨®n laboral, que pas¨® de 45,5% en 1995 a m¨¢s de 53%, es decir que al menos 120 millones de mujeres trabajan o buscan un trabajo actualmente.

Son muchos los progresos a 20 a?os de Pek¨ªn que pueden apreciarse a simple vista: mujeres presidentas, parlamentarias, juezas, pol¨ªticas, ministras, alcaldesas y tantas otras que ejercen cargos en los Estados y las empresas. Y por cierto, la inmensa cantidad de mujeres que salimos cada d¨ªa a nuestros trabajos en Am¨¦rica Latina y el Caribe.

Sin embargo la incorporaci¨®n al mercado laboral de las mujeres contin¨²a enfrent¨¢ndose a obst¨¢culos y limitaciones, a pesar de haber alcanzado niveles educativos incluso superiores a los de los hombres y de los avances legislativos y en materia de pol¨ªtica p¨²blica logrados en los pa¨ªses de la regi¨®n.

Dado que la tasa de participaci¨®n laboral masculina se ha mantenido relativamente estable en torno a 80% la brecha entre hombres y mujeres se ha acortado en m¨¢s de 10 puntos porcentuales en 20 a?os. Pero esa brecha contin¨²a siendo de 30 puntos.

Las mujeres son m¨¢s afectadas por el desempleo: el ¨²ltimo Panorama Laboral de OIT se?ala que el desempleo femenino en las zonas urbanas de la regi¨®n de 7%, es 30% superior al masculino.

Entre los j¨®venes la diferencia es aun mayor. Las mujeres j¨®venes registran una tasa de desempleo de 17,7% frente a 11,4% de los hombres. Adem¨¢s, de los 20 millones de j¨®venes que ni estudian ni trabajan, el 70% son mujeres.

Las mujeres reciben salarios menores a los de los hombres en igualdad de condiciones y obligaciones

La informalidad, que normalmente implica precariedad, bajos salarios y malas condiciones laborales, en las mujeres registra una tasa de 50%, 5 puntos porcentuales mayor que la de los hombres. De cada 10 empleos disponibles para las mujeres, m¨¢s de 5 son en la econom¨ªa sumergida.

Al igual que en el resto del mundo, las mujeres reciben salarios menores a los de los hombres en igualdad de condiciones y obligaciones.

Adem¨¢s, existen grupos que se enfrentan a mayores dificultades y discriminaci¨®n, como mujeres de zonas rurales, ind¨ªgenas, afrodescendientes, migrantes y aquellas que se desempe?an en el trabajo dom¨¦stico, que suponen 15 de cada 100 en esta regi¨®n.

Estamos frente a una situaci¨®n estructural y cultural de alta complejidad. La gran mayor¨ªa de los pa¨ªses tienen legislaci¨®n sobre estos temas, pero es necesario revisar y promover su aplicaci¨®n. Hacen falta estrategias de educaci¨®n y formaci¨®n que faciliten el tr¨¢nsito escuela trabajo, medidas para impulsar la formalizaci¨®n y la productividad, est¨ªmulos al emprendimiento y planes para aumentar la cobertura de seguridad social, que pueden formar parte de una estrategia moderna para reducir las brechas entre mujeres y hombres.

La igualdad de g¨¦nero debe ser un objetivo transversal, presente en todas las pol¨ªticas y estrategias relacionadas con el mercado laboral. No hay que olvidar que la lucha por la igualdad de g¨¦nero en el trabajo es una cruzada contra estereotipos que son dif¨ªciles de vencer.

Elizabeth Tinoco es directora regional de OIT para Am¨¦rica Latina y Caribe.