Mochilas infladas, ingeniosa forma de distribuir energ¨ªa en las zonas pobres

La innovaci¨®n que realmente importa toma las formas m¨¢s ocurrentes. Hoy me gustar¨ªa hablar de una de las formas menos convencionales de distribuir energ¨ªa a las comunidades m¨¢s remotas: ?mochilas inflables!

La provisi¨®n de energ¨ªa es uno de los problemas m¨¢s importantes a los que se enfrentan las zonas rurales pobres. Para millones de personas, la principal fuente de energ¨ªa para cocinar e iluminar es la quema de materiales f¨®siles ¡ªmadera y carb¨®n¡ª, que adem¨¢s de la deforestaci¨®n que supone su obtenci¨®n y el tiempo que se consume en su recogida; su combusti¨®n, la mayor¨ªa de veces en el interior de los hogares, emana gases muy nocivos para la salud. Eso sin contar el alto riesgo de incendios que supone.

En este sentido, me gustar¨ªa presentar la idea de (B) energy que produce de biog¨¢s a partir de excrementos de animales y desecho de plantas. Es, sin duda, una de las alternativas m¨¢s baratas y disponibles para la producci¨®n de energ¨ªa para cocinar.

Dos son los principales problemas a la hora de producir y comercializar el biog¨¢s. Por un lado, un procesador es normalmente demasiado caro para adquirirlo individualmente. Por eso hay que producir el gas, transportarlo y venderlo como un producto m¨¢s. Y de ah¨ª radica el siguiente problema a resolver: la distribuci¨®n del gas a la casa del cliente de forma f¨¢cil, r¨¢pida y sin grandes inversiones. Para eso Katrin Puezts, estudiante alemana de la universidad de Hohenheim, ha creado sus mochilas inflables, capaces de transportar 1,2 metros c¨²bicos de gas suficiente para cocinar durante cuatro horas.

(B) energy, la empresa que ha creado Katrin, fabrica adem¨¢s todos los productos necesarios en la cadena de valor del biog¨¢s, desde la producci¨®n a la distribuci¨®n y el consumo. Todos ellos, con una aproximaci¨®n al cliente y a sus necesidades, f¨¢cil de entender, instalar y usar. Y con materiales disponibles en su entorno.

Producci¨®n: (B) Plant. Un sencillo procesador de biog¨¢s semi-transportable consistente en una carpa y una unidad capaz de generar 2,5 metros c¨²bicos de gas al d¨ªa con 50 kilogramos de excrementos de vaca. ?Dos vacas en una noche generan 15 kilos! Tambi¨¦n se puede usar excremento de cabra, gallina, cerdo o cualquier desecho org¨¢nico.

Distribuci¨®n. (B) Pack. Una resistente mochila de gas capaz de transportar 1,2 metros c¨²bicos de gas y 4,5 kilos de peso. Sin riesgo de explosi¨®n gracias a los materiales con los que est¨¢ construida. La mochila se rellena directamente en el procesador con s¨®lo conectar la tuber¨ªa, se transporta con las bridas y se conecta al hornillo en la casa del cliente.

Uso. (B) Flame. Un hornillo que se puede enchufar directamente al (B)Pack y listo para cocinar. (B) Energy est¨¢ experimentando con distintos modelos, tama?os y formas para adaptarse a las costumbres en la cocina de los distintos lugares. El hornillo es producido localmente.

La producci¨®n local de biog¨¢s, genera adem¨¢s un negocio rentable con la sola inversi¨®n inicial de la planta de procesamiento y las mochilas. Lo que hace la comercializaci¨®n mucho m¨¢s sostenible que si se tratara de un producto generado y vendido por alguien de fuera de la comunidad.

El desecho del proceso sirve, adem¨¢s, como fertilizante org¨¢nico, muy demandado tambi¨¦n en estas comunidades porque es muy caro adquirirlo debido a los altos precios que tiene en ?frica. A su vez, evita que el metano ¡ªgas muy nocivo para la capa de ozono¡ª se vaya a la atm¨®sfera.

El sistema ha funcionado en modo piloto en Etiop¨ªa, Kenya y Tanzania. Y ya hay negocios en la ciudad de Arsinegele, en el Central Rift Valley of Ethiopia, a 280 kil¨®metros al sur de Addis Abeba. En este momento, la empresa ya tiene franquiciados en Etiop¨ªa y Chile que vender¨¢n directamente en las comunidades la tecnolog¨ªa a la vez que dan formaci¨®n a sus clientes. Proporcionando un negocio sostenible para aquellas personas que quieran convertirse en productores de biog¨¢s para su comunidad, y mejorando las condiciones de vida de los m¨¢s pobres.

S¨®lo tres cosas me preocupan de este sistema. Por un lado, la necesidad de agua para la producci¨®n del combustible. Por cada 15 kilos de excremento se necesitan 15 litros de agua para mezclar. El agua puede ser no potable, de lluvia o incluso de limpiar o lavar, pero es mucha cantidad para la ¨¦poca seca de gran parte de pa¨ªses africanos. Lo que no impide que sea una perfecta soluci¨®n para un sinf¨ªn de pa¨ªses pobres con abundante agua ya que esta puede ser la que habitualmente desechan.

Por otro lado, el precio actual de 200 euros por el procesador m¨¢s 43 por la bolsa, todav¨ªa es muy alto para los mercados que est¨¢ pensado, aunque se financien con microcr¨¦ditos. Esperemos que, con la expansi¨®n del sistema, una vez alcanzadas econom¨ªas de escala, estos precios se puedan ir reduciendo. Katrin ya est¨¢ montando un fondo en Alemania para poder financiar a los franquiciados, que son los que mayor volumen de fondos requieren.

Por ¨²ltimo, el gran volumen de la mochila de gas, m¨¢s apto para zonas rurales con abundante espacio en el exterior ya que no cabr¨ªa en los ¨ªnfimos habit¨¢culos en los que viven las personas de bajos recursos en las zonas urbanas.

Pero ninguno de los obst¨¢culos es insalvable. Seg¨²n Dereje Yilma, ministro de tecnolog¨ªa de energ¨ªa alternativa et¨ªope: ¡°La producci¨®n y distribuci¨®n de biog¨¢s potenciar¨¢ la implementaci¨®n de nuestro programa nacional mejorando sustancialmente las fuentes de energ¨ªa alternativa para el pa¨ªs. Un reto importante para nosotros, para no depender de fuentes externas".

?Veremos dentro de poco las zonas rurales pobres del planeta plagadas de mochilas de 4 metros cuadrados, infladas con gas como forma de distribuir energ¨ªa?

Mar¨ªa L¨®pez Escorial es profesora en el Instituto de Empresa desde 2002 y consultora independiente especializada en mercados de la base de la pir¨¢mide y soluciones empresariales para combatir la pobreza.