Emily Blunt, reina del talento
La actriz comparte pantalla con Meryl Streep en la nueva pel¨ªcula de Disney, 'Into The Woods', tras trabajar juntas en 'El diablo viste de Prada'. Criada en la alta sociedad brit¨¢nica, conserva a¨²n ese aura de elegancia. Esta es la historia de una "mosquita muerta" de Hollywood que ha hecho carrera a base de oficio y discreci¨®n.
Para no tener, seg¨²n su propia versi¨®n, delirios de grandeza, uno de los primeros papeles protagonistas de Emily Blunt fue el de su compatriota brit¨¢nica la reina Victoria. Aquel papel escond¨ªa muchas de las virtudes de esta int¨¦rprete de 32 a?os. Es de las pocas que convencen tanto con corpi?o en dramas de ¨¦poca como haciendo de esclava pelota de Meryl Streep en El diablo viste de Prada. Y a pesar de la rotundidad de sus papeles, es capaz de plantarse en la alfombra roja de la pasada edici¨®n de los Globos de Oro vestida de blanco radiante con un vestido de Michael Kors, pero escondida detr¨¢s de su marido, el tambi¨¦n actor John Krasinski. ?Una estrella que preferir¨ªa pasar desapercibida a la sombra de su esposo? ¡°Los Globos de Oro son la fiesta que m¨¢s me gusta, sobre todo cuando Emily es nominada¡±, dijo Krasinski, conocido por su trabajo en la versi¨®n estadounidense de The Office, mientras sacaba las entradas del matrimonio del bolsillo interior de su chaqueta sin soltar la mano de una Blunt enmudecida entre tanta algarab¨ªa.
A pesar de la aparente timidez, la mosquita muerta de Hollywood tambi¨¦n vino a la gala de los Globos de Oro a divertirse. Con esta ¨²ltima han sido cinco las veces que ha aspirado a este galard¨®n. En esta ocasi¨®n, gracias a su trabajo en Into the Woods. ¡°?C¨®mo no me va a gustar que me inviten al baile!¡±, comenta d¨ªas m¨¢s tarde entre una de sus caracter¨ªsticas carcajadas. ¡°Por mucho que adore mi trabajo, no recuerdo nunca haber tenido una gran ambici¨®n. Actuar es el ¨²nico trabajo que piensas con el coraz¨®n y no con la cabeza¡±.
La candidatura al Oscar tambi¨¦n le ha sido esquiva, pero no por falta de apoyo. Su actuaci¨®n en el musical de Stephen Sondheim no hizo m¨¢s que subrayar lo que muchos ya pensaban antes: Blunt sirve para todo y adem¨¢s lo hace bien. Aunque nadie parezca notarlo. ¡°No es f¨¢cil robarle un musical a Meryl Streep¡±, recordaba el diario The Wrap, publicaci¨®n que incluy¨® a Blunt entre los que habr¨ªa querido ver en los Oscar. Es una t¨®nica habitual entre los cr¨ªticos del g¨¦nero: la adoran. Para Andrew Saffir, presidente de la Sociedad Cinematogr¨¢fica de Nueva York, Blunt dej¨® hace tiempo la liga de los nuevos talentos para acercarse a la clasificaci¨®n de consagradas como Kate Winslet: ¡°Vers¨¢til y maravillosa en todo lo que hace, adem¨¢s es alguien natural en la distancia corta¡±. Incluso la feroz cr¨ªtica brit¨¢nica, tan dada a dejar por los suelos a sus propias estrellas, parece un¨¢nime. Comparando a Blunt con las leyendas brit¨¢nicas de anta?o que triunfaron en Hollywood como Audrey Hepburn, Deborah Kerr o Jean Simmons, el cr¨ªtico John Patterson asegura que el ¨²nico problema de esta londinense es que no le asignan galanes a su altura. ¡°Y son muchas las pel¨ªculas que ella ha salvado¡±.
Tr¨¢iler de Into The Woods. / Youtube
Un apoyo que incluso se manifiesta en las aguas turbulentas de Twitter, donde la actriz no tiene cuenta oficial. Sin olvidar la adoraci¨®n que le profesa la comunidad de gais y lesbianas. Desde su heterosexualidad, Blunt se ha convertido en un ¨ªdolo del colectivo gracias a sus trabajos, confirma la revista The Advocate.
Sobre su personalidad, The New York Times habla de un ¡°cierto aire de Kensington¡± en referencia a esa crianza en la alta sociedad brit¨¢nica que exuda la actriz. Jennifer Aniston ejerce de ¨ªntima amiga, y le piden consejo antes de los rodajes colegas que van desde Anne Hathaway, su compa?era y rival en El diablo viste de Prada, hasta Matt Damon. Este ¨²ltimo le consult¨® por tel¨¦fono c¨®mo manejarse con los exoesqueletos que les toc¨® a ambos utilizar en recientes filmes: a Emily, en Al filo del ma?ana; a Matt, en Elysium.
Ante tanto halago, Blunt ejerce de perfecta brit¨¢nica tir¨¢ndose a s¨ª misma por tierra. ¡°Con esto del acento siempre me est¨¢n diciendo eso de suenas tan maja, muy divertida, que si el estilo que tengo¡ Y yo no lo veo. Ser¨¢ cuesti¨®n de gustos¡±. Sobre las razones que le llevaron a jugar a vivir otras vidas en el cine, explica: ¡°A los actores no les suele gustar mi respuesta, pero me met¨ª a actriz para ver qu¨¦ pasaba. Por probar. No recuerdo un momento de ambici¨®n, de envidia, de idolatr¨ªa. Simplemente me puse a actuar. No lo puedo describir de otra forma. De hecho, ni tan siquiera he estudiado arte dram¨¢tico. S¨¦ que a muchos actores les funciona, que as¨ª encuentran sus herramientas. Te dan t¨¦cnica, aunque sinceramente no s¨¦ si con ello no eliminan de tu interpretaci¨®n todo lo que eres t¨². Para m¨ª lo que cuenta es el viaje personal y estoy muy a gusto sin ninguna preparaci¨®n¡±.
No recuerdo si he tenido una gran ambici¨®n. Actuar es el ¨²nico trabajo que piensas con el coraz¨®n y no con la cabeza¡±
Se convirti¨® en actriz como cura a su timidez. En su infancia tartamudeaba, algo que le trajo problemas. ¡°Los ni?os pueden ser muy crueles¡±, recuerda sobre esos a?os. El remedio contra esta tartamudez mal diagnosticada se lo aport¨® uno de sus profesores cuando se dio cuenta de que la peque?a Emily hablaba de un tir¨®n en cuanto imitaba a alguien. Hija de un abogado y una profesora de ingl¨¦s, criada junto a sus cuatro hermanos en un hogar acomodado y en una familia con alg¨²n representante en el Parlamento brit¨¢nico, Blunt concluy¨® sus estudios superiores en Hurtwood House, centro exclusivo conocido por su programa en artes esc¨¦nicas. Y all¨ª empez¨® ¡°un proceso de absorci¨®n¡±, como llama a su aprendizaje. Primero con Judi Dench, con quien trabaj¨® en teatro en la producci¨®n de Peter Hall The Royal Family. Y luego, al otro lado del charco, con el papel que le situ¨® en el mapa en El diablo viste de Prada. El personaje estaba escrito para una chica estadounidense y Blunt recuerda haber hecho una prueba nefasta porque ten¨ªa miedo de perder su avi¨®n. El resultado fue un memorable trabajo junto a Streep y Hathaway que le abri¨® las puertas de Hollywood. ¡°Meryl no es de las que dan consejos. Lo que importa no es lo que te dice porque es demasiado modesta como para aconsejarte¡±, cuenta Blunt sobre una consagrada con quien ha vuelto a compartir escena en Into the Woods. ¡°A su lado me siento como una esponja. Veo lo meticulosa que es con su trabajo, lo en serio que se lo toma, el cari?o que le pone y lo que le preocupa el equipo. Creo que todo eso es lo mejor que me ha ense?ado¡±. Streep es para Blunt ¡°mam¨¢ oso¡±, por lo pendiente que estuvo de ella durante su embarazo.
Parece que todo el que se acerca a esta belleza cl¨¢sica de ojos grandes y amplia sonrisa quiere repetir. Susan Sarandon lo intent¨® y la recomend¨® para otra pel¨ªcula tras concluir su trabajo juntas en Irresistible. Blunt pod¨ªa haber sido la Black Widow de Los vengadores de no haber existido un conflicto de fechas. La factor¨ªa Marvel lo intent¨® de nuevo invit¨¢ndola a formar parte de Capit¨¢n Am¨¦rica: El primer vengador. De nuevo, conflicto con otro rodaje. Ahora hay rumores de su posible trabajo en Capit¨¢n Marvel, algo no oficial, pero con una campa?a de apoyo friki en la Red en defensa de su nueva hero¨ªna de acci¨®n. Cruise nunca dud¨® de que esta era su chica y Blunt tampoco vacil¨® en ponerse en sus manos. ¡°Dicen que el personaje que interpreto en Destino oculto [2011] es al que m¨¢s me parezco¡±, admite la actriz. Esa fue el papel que le interes¨® a Cruise, seguro tras ver esa cinta de que quer¨ªa contar con ella para Al filo del ma?ana. La princesa encorsetada pas¨® a ser la chica guerrera dispuesta a matar para sobrevivir. ¡°De Cruise aprend¨ª a no darle importancia a lo que los dem¨¢s piensen de ti¡±. Otras cosas que aprendi¨® es que las grandes pel¨ªculas de acci¨®n no son solo cosa de hombres. Al respecto cabr¨ªa afirmar que ella es una bocazas. No hace mucho dijo en una entrevista que prefer¨ªa trabajar en teatro sin cobrar ¡°antes que llevar una lanza en una pel¨ªcula de Tom Cruise¡±. Ahora se tiene que comer sus palabras.
Tambi¨¦n ha llegado a decir que no sab¨ªa cantar, neg¨¢ndose a hacerlo delante de su marido, a pesar de haber grabado un disco junto a su anterior novio, el cantante canadiense Michael Bubl¨¦. ¡°Siempre dije que yo no era esa persona. Cuando me invitaron a las pruebas para Nine, para Mamma Mia!, dije eso de ¡®antes muerta¡±. Hoy no sabe decir qu¨¦ la posey¨® para deso¨ªr sus propios consejos en el caso de Into the Woods. Quiz¨¢ el hecho de trabajar en familia. Ya conoc¨ªa a Rob Marshall, su director; a Meryl Streep e incluso a su compa?ero en la mayor¨ªa de sus escenas, el tambi¨¦n actor y cantante James Corden. ¡°Nos conocimos de la forma m¨¢s brit¨¢nica, tomando fresas con nata y champ¨¢n en un partido de polo al que nos hab¨ªan invitado los pr¨ªncipes Harry y Williams. Uno no dice que no a esas invitaciones. Y all¨ª, entre los efluvios del alcohol, nos pusimos a cantar¡±, recuerda Corden. Tambi¨¦n influy¨® el estado de buena esperanza que hizo de Blunt la madre de la peque?a Hazel mientras interpretaba a esa frustrada e infiel esposa del panadero capaz de cualquier cosa con tal de quedarse embarazada.
Ella se cas¨® en el italiano lago de Como gracias a la ayuda de su amigo George Clooney y con el propio Clooney, Damon y Streep entre los asistentes a una boda ¨ªntima de la que no existen apenas im¨¢genes en la Red. Con los pies bien asentados en Hollywood desde hace cerca de cinco a?os, ha sabido encontrar el equilibrio con los paparazis. ¡°Me niego a cambiar mi vida porque est¨¦n ah¨ª fuera. Voy al gimnasio, salgo de compras y quedo con mis amigos. A m¨ª no me va a detener una mala foto robada¡±. El que s¨ª cuenta c¨®mo se conocieron es Krasinski, su marido, que habla de una chica decidida que le invit¨® a una copa incluso cuando ¨¦l se hac¨ªa el enfermo para evitar lo que fue inevitable. ¡°Soy su admirador n¨²mero uno. No solo de su trabajo, sino de su persona, siempre positiva, siempre contenta. Una verdadera inspiraci¨®n¡±, a?ade el actor. Para no quedarse al margen del halago, la int¨¦rprete deja atr¨¢s por un momento la flema brit¨¢nica y suelta: ¡°Mi carrera no me define. No hay momento m¨¢s feliz en mi vida que cuando respiro el mismo aire que respiran mi esposo y mi hija¡±.
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