La buena estrella de Mar¨ªa Marte
Este domingo contamos la fascinante historia de Mar¨ªa Marte, que entr¨® en el madrile?o Club Allard para fregar platos y termin¨® al frente de una cocina con dos estrellas Michelin
?Por detr¨¢s de la puerta autom¨¢tica se escapan un potente olor a pescado fresco y el estribillo de una canci¨®n ska en euskera. Dentro, con impecable organizaci¨®n, m¨¢s de una docena de cocineros (casi todos hombres) se afana en diversas tareas: picar bacalao, pelar n¨¦coras, dorar rodajas de calabac¨ªn una a una sobre una plancha diminuta... o hacer el sofrito para el almuerzo del equipo, que es a las 12.30, para que d¨¦ tiempo de ultimarlo todo antes de abrir el restaurante. Una sinfon¨ªa orquestada por una mujer de origen domincano de 37 a?os llamada Mar¨ªa Marte.
Entr¨® para fregar platos y ha acabado conviriti¨¦ndose en la chef al frente del madrile?o Club Allard, que tiene dos estrellas Michelin y una largu¨ªsima lista de cr¨ªticas positivas en Tripadvisor. Es un lugar selecto, sin cartel al exterior. El acceso est¨¢ discretamente situado dentro del portal n¨²mero 2 de la calle Ferraz, en la espectacular Casa Gallardo, una joya modernista pegada a la Plaza de Espa?a. A media ma?ana las mesas ya est¨¢n puestas y la moqueta aspirada, aunque a¨²n quedan algunos manteles por planchar, y hay que colocar el vino en el hall y ajustarse las corbatas. En la entrada, sobre un mueble, hay dispuestas varias revistas de lujo en ruso y en ingl¨¦s.
A base de sacrificio e iniciativa, bajo la tutela del anterior responsable Diego Guerrero, Marte ha llegado a chef
Mar¨ªa Marte dirige este tinglado con una sonrisa chispeante y ¨®rdenes eficientes ¨C"quita esas cajas de ah¨ª y limpia la superficie para grabar el v¨ªdeo", le pide acelerada a uno de sus cocineros¨C. Este domingo, El Pa¨ªs Semanal cuenta la ins¨®lita historia de esta nueva estrella de los fogones que a base de sacrificio e iniciativa, bajo la tutela del anterior responsable del Club Allard, Diego Guerrero, ha llegado a ponerse a los mandos de su cocina. "Hace ya tres temporadas", puntualiza ella sonriente; m¨¢s de un a?o al frente, y todos los d¨ªas llenan el comedor.
El ambiente en esta cocina no parece hostil ante las visitas. Sus habitantes permiten incluso husmear entre sus cacerolas y robarles fotos para Instagram e incluso rodar un v¨ªdeo mientras trabajan. Al frente de todos ellos, una cenicienta de estrella Michelin que aprendi¨® los rudimientos del oficio en el restauante de su padre y de su madre, la "delicadeza" para la reposter¨ªa.
Este domingo, la historia completa en El Pa¨ªs Semanal.
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