Amaya Valdemoro, competidora de altura
La mejor baloncestista espa?ola de la historia puso fin en 2013 a 22 a?os de carrera deportiva en la que transit¨® de la gloria de los t¨ªtulos al martirio de las lesiones Asumida la retirada repasa su epopeya competitiva en una emotiva biograf¨ªa: ¡®Nac¨ª luchando¡¯
Hiperactiva de nacimiento, competidora de profesi¨®n, leyenda por car¨¢cter, rebelde con causa, l¨ªder por vocaci¨®n. Plusmarquista y pionera. Luchadora en cuerpo y alma. Tit¨¢nica y vulnerable. La historia de Amaya Valdemoro Madariaga (Alcobendas, 1976) mezcla a partes iguales pasi¨®n y talento y viaja desde los sue?os de la ni?a que fue hasta los planes de futuro de la exjugadora que se plantea, a los 38, qu¨¦ quiere ser de mayor. La mejor baloncestista espa?ola de todos los tiempos llev¨® m¨¢s alto y m¨¢s lejos que nadie su epopeya deportiva, disput¨® sobre el parqu¨¦ una constante revancha con la vida, ningune¨® la rendici¨®n canasta a canasta, estir¨® su capacidad agon¨ªstica hasta el umbral de la gloria y, tras 22 a?os de carrera, se retir¨® subida a un podio y con un oro colgado al cuello.
Ese t¨ªtulo de campeona de Europa conquistado el 30 de junio de 2013 en Orchies ante Francia, fue su sexta medalla con Espa?a, su ¨²ltima foto con la cinta rojigualda en el pelo y el n¨²mero 13 en la camiseta, y el ¨²ltimo recuerdo de su memorable ¨¢lbum de baloncesto, que estos d¨ªas repasa para documentar su biograf¨ªa Nac¨ª luchando (Editorial Planeta), que se publica el d¨ªa 24 de marzo. ¡°Ni so?¨¢ndolo hubiera imaginado un final mejor¡±, repite la principal art¨ªfice de que la selecci¨®n dejara de ser ¡°el ej¨¦rcito de Pancho Villa¡± para convertirse en referencia europea y subcampeona del mundo. ¡°Fue el campeonato m¨¢s especial. Jugu¨¦ minutos contados para ayudar a las j¨®venes a superar momentos de presi¨®n, pero disfrut¨¦ m¨¢s que nunca. Fui incre¨ªblemente feliz¡±. Aquel torneo final result¨® la met¨¢fora de una trayectoria de ¨¦xito y martirio.
Meses antes estaba en Turqu¨ªa, padeciendo los impagos y las extravagancias de un dirigente retr¨®grado y las penalidades de un f¨ªsico castigado. ¡°El presidente del club estaba como un cencerro, pero sal¨ª del Tarsus porque ve¨ªa que mi cuerpo no iba a dar de s¨ª para llegar a la selecci¨®n. No lo hab¨ªa dicho, pero sab¨ªa que ese iba a ser mi ¨²ltimo a?o y sufr¨ª horrores para llegar al Europeo¡±. Escap¨® con coraje de la traum¨¢tica experiencia. Se ofreci¨® al Canoe, de Segunda Divisi¨®n, sin cobrar un euro, con el ¨²nico prop¨®sito de preparar un rodaje espec¨ªfico que la permitiera apurar su ¨²ltimo torneo con Espa?a, su equipo de toda la vida. Para entonces, los fisioterapeutas se hab¨ªan convertido en sus psic¨®logos y su d¨ªa a d¨ªa parec¨ªa m¨¢s el de una convaleciente que el de una jugadora de ¨¦lite. El reto era llegar hasta el verano para batir el r¨¦cord de internacionalidades: 258. Lo logr¨® ba?ando en oro su ambici¨®n y convirti¨¦ndose en patrimonio nacional. Fue la coronaci¨®n de la reina del baloncesto espa?ol. ¡°Lo m¨ªo ha sido pasi¨®n por jugar y por ganar¡±. Tres anillos de la WNBA, una Euroliga, ocho Ligas espa?olas, nueve Copas de la Reina, cuatro Supercopas, una Superliga y tres Copas rusas y tres Mundiales de clubes colman un palmar¨¦s admirable que inaugur¨® con apenas 16 a?os. A los ocho, sus padres intentaron encauzar su esp¨ªritu ind¨®mito a trav¨¦s del atletismo y en sus primeras enso?aciones se imagin¨® como campeona ol¨ªmpica de 1.500m. ¡°Era un torbellino. Desde muy peque?a supe que iba a ser deportista, no sab¨ªa en qu¨¦, pero sab¨ªa que iba a ser mi profesi¨®n. Estaba predestinada. Lo tuve claro¡±. Mientras corr¨ªa, el baloncesto se cruz¨® en su camino. Debut¨® en Primera Divisi¨®n en 1992 con el Dorna Godella y en la selecci¨®n un a?o despu¨¦s, con 17 primaveras.
¡°Entend¨ª que para ser el mejor ten¨ªas que tener una cabeza muy fuerte. Si no, tendr¨¢s destellos, pero ni llegas ni te mantienes. Tienes que ser muy duro¡±
Con apenas dos a?os de formaci¨®n y m¨¢s temperamento que t¨¦cnica, el diamante cay¨® en manos de uno de los m¨¢s acreditados gem¨®logos de la obsesiva escuela yugoslava: el entrenador Miki Vukovic. ¡°Viv¨ªa en un piso tutelado y ¨¦l me llevaba y me tra¨ªa en su coche a los entrenamientos. Cada viaje era una clase intensiva de baloncesto. Despu¨¦s me transmiti¨® la autoexigencia con las broncas que me echaba mir¨¢ndome a los ojos y a un palmo de la cara. Cuando dicen que a lo mejor esas cosas afectan al jugador yo pienso que, si le afecta, es que no vale para esto. Si no lo aguantas, va a llegar el d¨ªa en el que tengas que meter un tiro libre decisivo para ganar un partido y el aro se te va a hacer peque?o. Entend¨ª que para ser el mejor ten¨ªas que tener una cabeza muy fuerte. Si no, tendr¨¢s destellos, pero ni llegas ni te mantienes. Tienes que ser duro, tener mala leche contigo mismo y con el que tienes al lado. Hay que espabilar y hacer espabilar al resto¡±.
Cuando el talento comenzaba a despegar, cuando apenas se hab¨ªa hecho mayor, sufri¨® el mayor rev¨¦s de la vida. ¡°Siempre que metas una canasta acu¨¦rdate de m¨ª¡±, le dijo su madre pocos d¨ªas antes de morir por culpa de un c¨¢ncer fulminante. Amaya ten¨ªa entonces 18 a?os y la frase le acompa?¨® para siempre. Fue su lema, su fuerza y su est¨ªmulo. ¡°La ¨²nica pega a mi carrera es no haberla podido compartir con mi madre. La casta y el car¨¢cter se los debo a ella¡±. Aquel mensaje indeleble acrecent¨® su af¨¢n competitivo y perfeccionista. En ese instante, aprendi¨® a hacerse la fuerte. Aquella dedicatoria sempiterna forj¨® su rebeli¨®n. Desde ese d¨ªa, estir¨® su competitividad hasta el infinito. Por miedo al porvenir sin baloncesto pero, sobre todo, por miedo a dejar de meter canastas y a dejar de cumplir la promesa. ¡°Ahora pienso muchas veces que ya no meto canastas. Me dec¨ªan chula porque cada vez que anotaba levantaba el dedo y se pensaban que era para reclamar que era la mejor o la n¨²mero uno, pero era el homenaje a mi madre y no ten¨ªa por qu¨¦ explic¨¢rselo a nadie. Tengo el recuerdo de estar en el vestuario rez¨¢ndola. No se puede explicar lo que supuso perderla tan pronto¡±.
A ella le dedic¨® un viaje encomiable que la llev¨® a la luna de la canasta cuando los Houston Comets, el mejor equipo femenino de la historia, la ficharon para la reci¨¦n inaugurada WNBA. S¨®lo Fernando Mart¨ªn hab¨ªa llegado a la meca del baloncesto. S¨®lo ella antes que Pau Gasol logr¨® el anillo de campeona. ¡°Result¨® duro, pero aprend¨ª un mont¨®n. En mi posici¨®n estaban las mejores del mundo y jugu¨¦ muy poco. Eso s¨ª, era muy joven y me la tra¨ªa al pairo. Cada vez que sal¨ªa, bal¨®n que cog¨ªa bal¨®n que me tiraba. Me daban dos minutos y dec¨ªa ¡®ya ver¨¢s¡¯. La gente flipaba conmigo. Estaba muy bien f¨ªsicamente, en el gimnasio entrenaba como los chicos y adem¨¢s me hice una obsesa del tiro. Luego llegu¨¦ a Espa?a y hac¨ªa 25 puntos de media¡±.
Regres¨® a Europa para coleccionar t¨ªtulos con una amplitud t¨¦rmica de 60 grados, de los 30 bajo cero de Samara a los 30 de Valencia. Un ambicioso trayecto que fue haciendo mella en su cuerpo, con la operaci¨®n de ambas rodillas en 2002. Lleg¨® in extremis a los Juegos de Atenas en 2004 ¨Cque disput¨® con Madariaga, el apellido materno, en la camiseta- tras superar un problema en el s¨®leo de la pierna izquierda y se sum¨® a la convocatoria para el Mundial de 2010 en la Rep¨²blica Checa tras una dur¨ªsima recuperaci¨®n de una compleja lesi¨®n de gemelo que la tuvo meses apartada de las pistas. El esfuerzo mereci¨® la pena y tuvo la recompensa de un bronce heroico, pero el 12 de octubre de 2011 regres¨® a la fatalidad: se fractur¨® las dos mu?ecas y volvi¨® el suplicio. ¡°Jam¨¢s pens¨¦ que se pod¨ªa sentir tanto dolor. Estuve dos meses impedida. Me ten¨ªan que limpiar y atender para todo. Era horrible¡±. Tambi¨¦n lo super¨®. ¡°Nunca calcul¨¦ los riesgos y jam¨¢s me reserv¨¦. Me acostumbr¨¦ a convivir con el sufrimiento. Llegu¨¦ a jugar coja. Mi cuerpo me mandaba se?ales morse que me anunciaban la retirada, pero estir¨¦ much¨ªsimo la cuerda. Me tomaba un nolotil l¨ªquido y dos comprimidos de efferalg¨¢n antes de cada partido¡±. Su tal¨®n de Aquiles ten¨ªa epicentro en el gemelo derecho, su motor lo ten¨ªa, en la cabeza. Una resistencia estoica para no escapar de su h¨¢bitat de seguridad. ¡°Luch¨¦ contra muchas inseguridades, pero sab¨ªa que cuando saltaba a la pista era de las mejores si no la mejor. Ya no lo voy a sentir, puedo contar lo que he sido pero me tengo que reinventar. Empiezo de cero¡±.
En su curr¨ªculo luce ahora el cargo de embajadora del Mundial femenino de 2018 que se celebrar¨¢ en Espa?a y el trabajo de comentarista de la Euroliga y la NBA en Canal+. ¡°Me estoy volviendo una friki, todo el d¨ªa viendo partidos y analizando estad¨ªsticas. Tengo que aprender a ser la mejor en otras cosas¡±.
Tras una vida de renuncias en lo sentimental para centrarse en su carrera, la ni?a que naci¨® luchando contra la p¨²rpura, una enfermedad extra?a que la convirti¨® en superviviente con menos de un a?o, quiere ser madre soltera antes de los 40, mediante fecundaci¨®n in vitro y tras congelar un ¨®vulo, para contar a su hija su relato ¨¦pico.
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