Islandia se permite un lujo
El pa¨ªs n¨®rdico retira su candidatura a ingresar en la UE
Islandia acaba de retirar, con prosa desenvuelta, su candidatura para ingresar en la Uni¨®n Europea (UE). El argumento del gobierno conservador island¨¦s es sucinto, pero sustancioso: los intereses del pa¨ªs se pueden defender mejor sin formar parte de la UE. Eso es precisamente lo que pensar¨ªa cualquier observador de las relaciones grecoeuropeas, cualquier analista de los rescates de Portugal o Irlanda, o cualquier testigo de los flujos financieros que vuelan desde la periferia (Espa?a, Portugal, Italia, Grecia) hacia el centro (Alemania y sat¨¦lites). Aunque suene a boutade si se habla de Islandia, no se trata s¨®lo de un g¨¦lido c¨¢lculo financiero o del desacuerdo radical en materia de pesca y agricultura; es que los islandeses desconf¨ªan de las virtudes de la UE y el euro. Cultivan un cierto rencor porque entienden que Europa en general y Londres en particular pretendi¨® estafarles con la crisis de los bancos. All¨¢ por 2011 los islandeses se negaron a pagar los 4.000 millones que reclamaba la City en concepto de indemnizaci¨®n a los depositantes de los bancos islandeses quebrados en el Reino Unido. En refer¨¦ndum ¡ªraro m¨¦todo en las democracias europeas¡ª decidieron que no iban a pagar y sentaron un precedente que quiz¨¢ un d¨ªa pueda rentabilizar alg¨²n deudor.
Afrontaron la crisis con imaginaci¨®n, entereza y sin separarse de los principios proclamados, pero pocas veces cumplidos, del capitalismo. Como mandan los c¨¢nones, dejaron quebrar los bancos causantes del desaguisado; como manda el sentido com¨²n, se garantizaron los dep¨®sitos y se nacionalizaron las entidades; y como manda la ley, se proces¨® a los banqueros causantes de la cat¨¢strofe. El criterio espiritual del modelo island¨¦s, aplicable en teor¨ªa en todos los pa¨ªses, fue que los bancos son globales cuando prosperan y nacionales cuando mueren; y eso no puede ser.
Tampoco hay que enga?arse. Islandia puede proponer una autonom¨ªa con probabilidad de ¨¦xito porque es un pa¨ªs peque?o, con una poblaci¨®n similar a Valladolid. Pero, advierten, no quieren enfriar las relaciones econ¨®micas y comerciales con Europa. Quieren estar fuera, pero cerca. Pueden permitirse ese lujo.
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