La lucha de clases hundi¨® Teotihuac¨¢n
La gran metr¨®polis americana cay¨® por una revuelta entre gobernantes y una pujante burgues¨ªa, seg¨²n un estudio de ADN y otros compuestos en cad¨¢veres
La ciudad de Teotihuac¨¢n se ha comparado en grandeza a Alejandr¨ªa, Roma o Constantinopla. Durante d¨¦cadas, las excavaciones en sus ruinas, a unos 50 kil¨®metros de la ciudad de M¨¦xico, han aportado descubrimientos sobre los usos religiosos de las grandes pir¨¢mides, los pasadizos subterr¨¢neos con significados rituales y la compleja organizaci¨®n pol¨ªtica de esta ciudad que floreci¨® entre el siglo I y VI. Ahora, un nuevo trabajo recopila los resultados de las excavaciones m¨¢s detalladas que se han realizado en otra zona de la gran ciudad: los barrios que rodeaban el centro. En ellos, propone el estudio, una incipiente burgues¨ªa fragu¨® la revuelta social que provoc¨® la ca¨ªda de esta urbe, una de las mayores de la Am¨¦rica prehisp¨¢nica.
Como muchas otras capitales actuales, Teotihuac¨¢n era una ciudad de inmigrantes. Muchos de ellos hab¨ªan llegado en dos grandes ¨¦xodos provocados por erupciones volc¨¢nicas. Al llegar intentaban ganarse la vida trabajando en alguno de los barrios que rodeaban la ciudadela y que eran controlados por una ¨¦lite intermedia. A cambio recib¨ªan alimento racionado (tortillas) y jornadas de trabajo extenuantes. As¨ª lo indica el estudio, que recopila los datos de casi 10 a?os de excavaciones en Teopancazco, uno de los barrios influyentes de Teotihuac¨¢n. El an¨¢lisis de ADN y los minerales en los huesos de las personas all¨ª enterradas ha permitido desvelar su dieta, sus enfermedades, sus lugares de procedencia.
Trabajaban tantas horas acuclillados que dej¨® huellas en su esqueleto"
Los resultados dan fe de lo dura que era la vida para parte de ellos. Muchos de los cad¨¢veres muestran rastros de patolog¨ªas causadas por la malnutrici¨®n durante la infancia como la anemia o el escorbuto, debido al bajo consumo de frutas. La promesa de alimentos, aunque fueran siempre tortilla racionadas, bien pudo ser la raz¨®n que les trajo a la ciudad. All¨ª pudieron evitar morirse de hambre, pero a un precio.
¡°Trabajaban tantas horas acuclillados que dej¨® huellas en su esqueleto, algunos estuvieron muchas horas en lugares sin exposici¨®n al sol, otros cargaron pesos en las caravanas y otros m¨¢s cosieron los trajes vistosos de las ¨¦lites, tambi¨¦n durante muchas horas¡±, resume Linda Manzanilla, antrop¨®loga de la Universidad Nacional Aut¨®noma de M¨¦xico y autora del estudio, publicado en PNAS. Las caravanas eran las rutas comerciales establecidas por las ¨¦lites intermedias que dominaban el barrio. Estas serv¨ªan para traer g¨¦nero a la ciudad y reclutar artesanos y mano de obra. ¡°Desde sus inicios, Teopancazco presenci¨® la llegada de gente de Puebla, Tlaxcala, Hidalgo, Veracruz, Oaxaca y probablemente Chiapas¡±, comenta Manzanilla. Fruto de aquel tr¨¢fico entre el campo y la gran urbe, entre los cad¨¢veres hallados en el barrio, dice, hay gente de los cuatro grandes grupos gen¨¦ticos de Mesoam¨¦rica.
Es posible que emergiera una burgues¨ªa muy agresiva en su competencia y muy deseosa de poder"
El barrio de Teopancazco estaba a casi dos kil¨®metros de la pir¨¢mide del Sol, s¨ªmbolo del poder de las ¨¦lites superiores y que hoy es uno de los monumentos m¨¢s visitados por los turistas que van a Teotihuac¨¢n. Los barrios y sus jefes compet¨ªan por traer a la ciudad los bienes m¨¢s lujosos y elaborar las vestimentas m¨¢s vistosas para sus l¨ªderes. La especialidad del barrio que ha estudiado Manzanilla eran los vestidos y mantas de algod¨®n fino de Veracruz adornados con conchas de moluscos.
Uno de los grandes misterios de Teotihuac¨¢n es qui¨¦n la gobernaba. La ciudad estado estaba organizada de forma corporativa, dice Manzanilla, posiblemente dominada por varios jefes al mismo tiempo. Al contrario que en Roma, aqu¨ª no hab¨ªa escritura y las personas firmaban con sellos que solo transmit¨ªan conceptos. ¡°Por eso no sabemos cu¨¢ntos ni qui¨¦nes eran, ni nadie ha hallado tumbas reales, como s¨ª sucede en el ¨¢rea maya, que tiene una dinast¨ªa que era la cima de la pir¨¢mide social¡±, resalta Manzanilla. Seg¨²n la antrop¨®loga, estas ¨¦lites m¨¢ximas controlaban las grandes rutas comerciales de materias primas, que llegaban hasta lo que hoy es Honduras y Guatemala. Bajo su sombra estaban las ¨¦lites de los barrios, una nobleza menor cuyas rutas comerciales eran m¨¢s modestas, pero cuyo poder y riqueza fue creciendo con el tiempo.
En 550, el a?o en que Roma fue conquistada y saqueada por los ostrogodos, el fuego arras¨® los edificios administrativos y las pir¨¢mides de Teotihuac¨¢n. Los palacios de sus gobernantes fueron asaltados y muchos de sus habitantes abandonaron la ciudad. No hay evidencia de que hubiese una invasi¨®n extranjera y, aunque las causas del desastre no est¨¢n claras, Manzanilla y otros expertos creen que la explicaci¨®n est¨¢ en la lucha entre clases. Los jefes de los barrios habr¨ªan iniciado una revuelta contra los gobernantes y su forma de Estado corporativo. ¡°Es posible que emergiera una burgues¨ªa o una clase media en Teotihuac¨¢n, muy agresiva en su competencia y muy deseosa de poder¡±, explica Manzanilla. Esa clase ¡°pudo organizar una revuelta contra el co-gobierno del Estado teotihuacano, quiz¨¢s por ver amenazadas sus prerrogativas y autonom¨ªa¡±, resalta. El fuego de Teotihuac¨¢n marca el final de su hegemon¨ªa y su progresiva disoluci¨®n unos siglos despu¨¦s. Seg¨²n Manzanilla, la estrategia corporativa de Gobierno no volvi¨® a darse m¨¢s.
Cosas que Egipto hac¨ªa bien
Las excavaciones del barrio de Teopancazco no son tan extensivas como las del otro gran barrio conocido de Teotihuac¨¢n, La Ventilla. Pero s¨ª son las m¨¢s importantes debido a su ¡°intensidad y precisi¨®n¡±, opina Natalia Moragas, profesora de Historia de la Universidad de Barcelona, quien ha excavado en la ciudad mexicana. Lo importante del estudio, dice, es que permite esclarecer las diferencias entre las diferentes clases sociales y extrapolarlas al resto de barrios. Tras el incendio de los centros de poder hubo saqueos y el tipo de cer¨¢mica cambi¨® de forma ¡°radical¡±, lo que apoya la idea de un cambio de poblaci¨®n en la ciudad. ?Por qu¨¦ no volvi¨® nunca a su esplendor? La a ciudad ten¨ªa dos debilidades, seg¨²n Manzanilla. Era un estado multi¨¦tnico fundamentado en un pacto social ¡°d¨¦bil¡± que no era dif¨ªcil de romper. Adem¨¢s, como las primeras ciudades de la Historia que surgieron en Mesopotamia, Teotihuac¨¢n era una concentraci¨®n de mucha gente con poca capacidad de defenderse, vulnerable por tanto a ataques o revueltas. ¡°Egipto eligi¨® otro modelo, el de distribuir homog¨¦neamente su poblaci¨®n a lo largo del Nilo, con peque?os centros administrativos y pol¨ªticos y aldeas de productores¡±, apunta Manzanilla. ¡°Quiz¨¢s esta fue una de las caracter¨ªsticas que permiti¨® que el Estado perdurara dos milenios¡±, a?ade.
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