Ticketea Unite: una buena idea (que no todos entienden)

Concierto organizado en Londres en 2005 por la organizaci¨®n Live 8. Foto: Wikipedia.

La semana pasada particip¨¦ en la presentaci¨®n del proyecto Ticketea Unite, una iniciativa por la que esta empresa de entradas online ofrece a ONG y otros grupos la posibilidad de utilizar sus servicios gratuitamente para la organizaci¨®n de eventos. Como en el caso de otras compa?¨ªas privadas, el recurso de las donaciones econ¨®micas se ha ido transformando en una filantrop¨ªa m¨¢s moderna en la que una empresa ofrece lo mejor que tienen: sus capacidades, conocimientos e infraestructura. A la hora de plantear su idea, sin embargo, los responsables de Ticketea se han encontrado con una respuesta mucho m¨¢s fr¨ªa de lo que esperaban. ?Les sorprende?

La idea es buena por dos razones: en primer lugar, supone una manera eficaz de recaudar fondos. Como ya hemos comentado en este blog en otras ocasiones, la crisis ha golpeado con dureza a un sector excesivamente dependiente de los recursos p¨²blicos. Solo en el caso de las ONG de cooperaci¨®n y en los dos ¨²ltimos a?os, la coordinadora nacional afirma que 3 de cada 4 organizaciones han perdido fondos p¨²blicos y m¨¢s de la mitad reciben menos apoyo privado. La situaci¨®n es incluso peor para las ONG que luchan contra la pobreza en Espa?a. En este contexto, la organizaci¨®n de eventos supone una manera eficaz de recaudaci¨®n y fidelizaci¨®n de socios para ONG de todo pelaje. Los organizadores de esta iniciativa aspiran a facilitar la recaudaci¨®n de un mill¨®n de euros en el primer a?o, y las pruebas que han realizado hasta ahora sugieren que no es una cantidad exagerada.

La segunda raz¨®n no es financiera, sino social. Ticketea Unite -como Change.org, Avaaz, Goteo y otras- es una m¨¢s de las v¨ªas que ayudan a los individuos organizados perseguir sus causas en ausencia de intermediarios. Porque, adem¨¢s de un concierto de una ONG en un estadio, la herramienta permite, por ejemplo, convocar la movilizaci¨®n de un grupo de vecinos para evitar un desahucio y apoyar a las familias afectadas. O financiar un documental sobre los estragos medioambientales de una empresa local adelantando la venta de entradas por internet. Las posibilidades son inmensas y la movilizaci¨®n social necesita todo el apoyo que pueda recabar.

Lamentablemente, los impulsores de esta iniciativa se han sorprendido con la fr¨ªa respuesta del sector. Seg¨²n me contaban (y no es la primera vez que lo escucho), en las reuniones previas de presentaci¨®n abundaban las condiciones para respaldarlo e incluso el recelo sobre los intereses ocultos de la empresa. Con franqueza, no s¨¦ muy bien qu¨¦ beneficio tendr¨¢ este proyecto para la marca de Ticketea, pero espero que sea mucho. Estar¨ªa bueno. Sus promotores quieren enfangarse sinceramente en la resoluci¨®n de los problemas comunes y lo hacen con lo mejor que tienen a su alcance: su experiencia y su tecnolog¨ªa (adem¨¢s del voluntariado corporativo de sus trabajadores). Cierto que si las ONG hubiesen comprendido este tema a la primera, tal vez no tendr¨ªan la grave dificultad que han demostrado durante a?os para conectar con los donantes privados, pero resulta dif¨ªcil entender la miop¨ªa del sector cuando sus necesidades son tan elementales.

Esta crisis va a transformar muchos de los h¨¢bitos que arrastramos del pasado. Conf¨ªo en que el modo ineficaz en que los sectores privado y no lucrativo trabajan juntos en nuestro pa¨ªs sea uno de ellos. Mientras tanto, le deseo lo mejor a Ticketea Unite.