Enrique Ponce, el artista incombustible
Pocos toreros han conseguido permanecer 25 a?os en primera l¨ªnea. Pero ¨¦l ni se plantea la retirada: ¡°Estoy en un momento excepcional¡±. Amante de las rancheras y el f¨²tbol, forma con Paloma Cuevas una de las parejas m¨¢s famosas de la cr¨®nica social
"Un regalo del cielo¡±, contesta Paloma Cuevas cuando le preguntan por su marido Enrique Ponce. ¡°Una de las mejores personas que he conocido en mi vida¡±, apostilla su jefe de prensa. ¡°Un torero para la historia¡±, anuncia uno de sus bi¨®grafos.
Discreto, sencillo, comedido, exquisito, encantador, hijo y padre cari?oso, amante esposo¡ Un torero clarividente, nacido para la gloria, catedr¨¢tico de la tauromaquia¡ Rico, muy rico porque se lo ha ganado; ordenado, meticuloso, positivo, temeroso de Dios, cat¨®lico practicante¡ ¡°Pero si es que Enrique no tiene defectos, cr¨¦etelo¡±, asegura convencido el periodista sevillano Jos¨¦ Enrique Moreno, que lleva ocho a?os a su lado.
Enrique Ponce Mart¨ªnez (Chiva, Valencia, 1971), hijo de una humilde familia de trabajadores, se hizo torero por obra y gracia de su abuelo materno, Leandro, quien cuando era un ni?o lo convenci¨® para que abandonara la pelota (¡°?ves, Enrique, lo peligroso que es el f¨²tbol?¡±, le dijo con motivo de una leve lesi¨®n), y encaminara sus pasos hacia el toro. Y no estaba equivocado, porque Enrique se convirti¨® pronto en una figura del toreo, y deslumbr¨® por su privilegiada cabeza, por su conocimiento, por su dominio de la t¨¦cnica. ¡°Soy nieto de un sue?o¡±, ha repetido m¨¢s de una vez.
Pronto se encaram¨® en todo lo alto, y ah¨ª lleva 25 a?os como primera figura de la tauromaquia moderna. Y cuando todos le preguntan por el momento de la retirada, contesta lo mismo que dec¨ªa hace un par de d¨ªas a este peri¨®dico: ¡°No lo pienso, aunque soy consciente de que tendr¨¦ que parar; por ahora, no me lo planteo, pero est¨¢ cerca¡±.
Los n¨²meros de su carrera son mareantes. M¨¢s de 4.000 toros lidiados, 41 de ellos indultados, tres salidas a hombros por la puerta grande de Madrid, una por la del Pr¨ªncipe sevillana, de 1992 a 2001 no baj¨® de las 100 corridas anuales, triunfador en todas las grandes ferias de Espa?a, Francia y Am¨¦rica, ¨ªdolo de multitudes y figura respetada por todos los aficionados, incluso por aquellos que no comulgan con su tauromaquia. Y as¨ª, uno tras otro, durante 25 temporadas.
Hoy, con 43 a?os cumplidos, casado y con dos hijas, sigue visti¨¦ndose de luces con la misma seriedad y compromiso del primer d¨ªa a pesar de que ha cumplido todas sus metas, ha alcanzado el reconocimiento un¨¢nime, es millonario, due?o de cinco fincas y tiene intereses en distintos sectores econ¨®micos.
Pero, ?qui¨¦n es este hombre, este grand¨ªsimo torero, con esa cara de no haber roto nunca un plato, de imagen almibarada, que forma la pareja perfecta, elegante y un poco cursi con Paloma Cuevas, hija de torero?
La primera respuesta es del propio Enrique: ¡°Creo que lo primero es que hay que estar tocado por la mano de Dios, que te da el talento; siempre he tenido mucha afici¨®n y af¨¢n de superaci¨®n. He tratado de mejorar cada d¨ªa y no estancarme. Insisto: talento y afici¨®n¡±. Talento le ha sobrado a este torero desde que era un ni?o. Su inteligencia y clarividencia en la cara del toro es lo que le ha empujado a la cima. ¡°Trato de que el toro no me coja y que pase por delante 40 veces¡±, ha confesado en alguna ocasi¨®n. ¡°Enrique es una combinaci¨®n de talento natural, esfuerzo y disciplina¡±, dice de ¨¦l el Premio Nobel Vargas Llosa. ¡°Ponce torea como si pintara¡±, a?ade el artista colombiano Fernando Botero.
Su depurada t¨¦cnica le ha permitido visitar pocas veces las enfermer¨ªas, pero sus cr¨ªticos, que tambi¨¦n los tiene, destacan su fr¨ªo academicismo, lo que le ha impedido ser un arrebatador de masas. No obstante, Ponce une a sus dotes taurinas excepcionales unas condiciones personales que le han ayudado en su larga carrera. ¡°Extraigo siempre lo positivo, ¡ªdice de s¨ª mismo¡ª, porque creo que es lo mejor para avanzar; trato de aprender de los momentos malos, pero los olvido pronto¡±. Quienes lo conocen a?aden que es una persona ¡°naturalmente feliz, inquieto y abierto¡±.
Abandon¨® pronto la escuela porque la profesi¨®n taurina requiri¨® toda su atenci¨®n, pero cubre esa carencia con una permanente curiosidad por aprender. ¡°Es una esponja cultural¡±, dice Jos¨¦ Enrique Moreno, su jefe de prensa.
Sus padres le inculcaron valores como el respeto, la religi¨®n o la familia. ¡°Enrique es un hombre de creencias religiosas muy arraigadas¡±, cuenta Moreno. ¡°Tendr¨ªas que ver la capilla que monta en el hotel cada d¨ªa de corrida. Es impresionante. Toda una mesa llena de estampas, relicarios, figuras, crucifijos¡ Tarda una hora en montarla, y besa todas las estampas antes de colocarlas siempre en el mismo orden¡±.
Mantiene a sus amigos de la infancia, y siente adoraci¨®n por su esposa, Paloma, con quien se cas¨® en 1996 y se ha introducido en la vida social, y sus dos hijas, las tres personas que alg¨²n d¨ªa conseguir¨¢n que se retire de los ruedos. Es muy aficionado al f¨²tbol, al que juega desde ni?o y se le ha dado bien, y mantiene una buena amistad con los exmadridistas Ra¨²l y Mijatovic. Le encanta la moda, y practica el golf, la caza, que es su afici¨®n m¨¢s apasionante, y el esqu¨ª. Y canta. Dicen que posee una buena voz y que entona bien. De hecho, se atreve con boleros y rancheras, e imita a Luis Miguel, de quien es amigo, Julio Iglesias y al mism¨ªsimo Frank Sinatra. Tanto es as¨ª que, incluso, se ha aprendido la letra de la famosa canci¨®n My way, aunque su dominio del ingl¨¦s no da para tanto.
¡ª ?Por qu¨¦ sigue toreando?
¡ª Porque me encuentro muy bien, muy fuerte, y he conseguido perfeccionar mi toreo. Porque soy torero y estoy vivo. No busco nada, solo seguir madurando. Y porque estoy en el mejor momento de mi vida.
Todo comenz¨® en la plaza de su tierra, Valencia, el 16 de marzo de 1990, cuando tom¨® la alternativa. Desde entonces, ha pisado muchas veces la Espa?a, Francia y Am¨¦rica taurinas. Sabe lo que es la gloria y ha recibido cientos de premios. Posee la medalla al M¨¦rito de las Bellas Artes y es miembro de la Real Academia de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes de C¨®rdoba.
Y ah¨ª contin¨²a. Se sigue vistiendo de luces (¡°es cuando el hombre se convierte en torero¡±) con parsimonia y respeto. Y ah¨ª seguir¨¢ mientras siga pensando como hace dos d¨ªas: ¡°Es que estoy es un momento excepcional¡¡±.
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