La migraci¨®n como oportunidad para Europa
Algunos ven el Mediterr¨¢neo como la parte m¨¢s vulnerable del continente, pero su verdadero tal¨®n de Aquiles es no ser capaz de construir sociedades estables y diversas
El a?o pasado m¨¢s de 4.000 hombres, mujeres y ni?os perdieron la vida al intentar cruzar el Mediterr¨¢neo desde ?frica a Europa. Sus tr¨¢gicas muertes no han afectado en nada el aumento de la marea humana, que crece semana a semana, mientras que los traficantes de personas en las costas se vuelven cada vez m¨¢s descarados y crueles. Solo desde comienzos de este a?o miles de migrantes han sido rescatados de las g¨¦lidas aguas.
En este contexto, y el del temor sembrado por los ataques terroristas en Par¨ªs y Copenhague, la Uni¨®n Europea se dispone a desarrollar una nueva y muy importante agenda sobre inmigraci¨®n. Cuando los comisionados de la UE se re¨²nan para debatir los pasos a seguir, deben superar la tentaci¨®n de buscar soluciones reactivas y cortoplacistas y, en lugar de ello, desarrollar un plan de acci¨®n amplio y verdaderamente creativo tanto en sus pa¨ªses como en el exterior.
La ¨²ltima vez que Europa tuvo que hacer frente a un punto de inflexi¨®n as¨ª fue en 2011, cuando la Primavera ?rabe desat¨® una oleada de inmigrantes que hu¨ªan de la violencia y el caos en el Norte de ?frica, pero la oportunidad de tomar medidas atrevidas (como un Plan Marshall Mediterr¨¢neo que canalizara la inversi¨®n a la integraci¨®n de las inmigrantes) pas¨® sin que se la aprovechara. En su lugar, la UE hizo un par de ajustes burocr¨¢ticos a su sistema de asilo y se consumi¨® en debates sobre asuntos no esenciales, como los ¡°fraudes al sistema de bienestar¡± por parte de los migrantes.
En 2014, la financiaci¨®n de emergencia de la UE para migraci¨®n y asilo fue de apenas 25 millones de euros, un pat¨¦tico intento de acci¨®n colectiva, aunque complementado con fondos de los estados miembros. En el oto?o pasado, la valiente operaci¨®n italiana de rescate mar¨ªtimo Mare Nostrum, que hab¨ªa salvado cientos de vidas, se reemplaz¨® por una iniciativa de la UE mucho m¨¢s d¨¦bil y que ha tenido problemas para hacer realidad su cometido.
Cuando los solicitantes de asilo lleguen a costas europeas, la UE deber¨ªa asumir una responsabilidad colectiva
Para empeorar las cosas, es evidente que dentro de la misma UE existe un desequilibrio entre compromiso y compasi¨®n. Suecia y Alemania han acogido a la mayor¨ªa de los solicitantes de asilo procedentes de Siria y otros pa¨ªses, mientras que la mayor¨ªa de los dem¨¢s miembros de la UE han admitido a pocos o ninguno. Por ejemplo, el Reino Unido ofreci¨® apenas 90 plazas de reasentamiento para refugiados sirios el a?o pasado. (En comparaci¨®n, Turqu¨ªa, L¨ªbano y Jordania est¨¢n destinando miles de millones de d¨®lares a gastos para albergar a cerca de cuatro millones de refugiados.)
Grecia, Italia y Malta han debido cargar con el grueso del impacto de acomodar a quienes llegan, con todos los costes financieros, sociales y pol¨ªticos que ello entra?a. Como resultado, la tragedia que se vive actualmente en el Mediterr¨¢neo est¨¢ sometiendo a serias presiones la solidaridad al interior de la UE.
La inmovilidad no har¨¢ que el problema desaparezca ni beneficiar¨¢ a los gobernantes europeos en sus elecciones locales. ¡°Luchar contra los traficantes de personas¡±, la soluci¨®n f¨¢cil para muchos en la UE, tomar¨¢ muchos a?os en dar alg¨²n resultado, sobre todo si se considera la inestabilidad en varios gobiernos norafricanos. Mientras tanto, una mayor desestabilizaci¨®n en Oriente Pr¨®ximo (que es una posibilidad muy real) podr¨ªa poner en peligro la seguridad de decenas de millones de personas que, en virtud de las leyes internacionales, tendr¨ªan derechos leg¨ªtimos a pedir asilo.
Se precisa un enfoque mejor y m¨¢s viable. La respuesta necesaria inmediata requiere muchos recursos pero es factible en lo operativo: una fuerte operaci¨®n mar¨ªtima conjunta de la UE con un mandato expl¨ªcito de rescate.
Cuando los solicitantes de asilo lleguen a costas europeas, la UE deber¨ªa asumir de manera colectiva la responsabilidad financiera y administrativa de procesarlos y albergarlos, independientemente de d¨®nde desembarquen. Y deber¨ªa dar un paso solidario adicional si proceden de Siria, distribuyendo de manera equitativa la responsabilidad de albergarles en todos los estados miembros.
Mientras tanto, para para aligerar la cantidad de personas que acaban optando por subirse a embarcaciones de traficantes, la UE deber¨ªa comprometerse a reasentar a muchos m¨¢s de los 30.000 refugiados sirios que ha aceptado hasta ahora. Como m¨ªnimo, ser¨ªa de justicia una cifra cercana a los 250.000, si se consideran los millones de refugiados que existen hoy en L¨ªbano, Turqu¨ªa y Jordania.
Es necesaria y factible una fuerte operaci¨®n mar¨ªtima conjunta de la UE con un mandato expl¨ªcito de rescate
Entretanto, los ministros de exteriores de la UE har¨ªan bien en intensificar sus conversaciones con los pa¨ªses africanos a fin de crear nuevos medios legales y de seguridad para quienes se encuentran en situaciones de riesgo y desean cruzar el Mediterr¨¢neo, lo cual podr¨ªa implicar extender visas humanitarias, de trabajo y de reunificaci¨®n familiar, con solicitudes que se habr¨ªan de procesar en el exterior. La UE deber¨ªa considerar metas de m¨¢s largo plazo, como crear un mercado mediterr¨¢neo com¨²n para estimular el crecimiento de las econom¨ªas norafricanas y lograr que la regi¨®n acabe por convertirse en un destino para los migrantes, m¨¢s que una mera zona de tr¨¢nsito.
Lo que es m¨¢s importante: Europa necesita fortalecerse desde adentro. El continente necesita desesperadamente una manera distinta de ver la diversidad. Los pa¨ªses de la UE tienen dos opciones: o hacen un vano intento por retroceder a modelos de estado obsoletos y mono¨¦tnicos, o aceptan la diversidad entendiendo que sus culturas nacionales no solo sobrevivir¨¢n, sino que florecer¨¢n gracias a ella.
Proceder de ese modo no implicar¨ªa de manera alguna abandonar los valores centrales europeos, pero requerir¨ªa respetar a todos quienes los adopten, independientemente de su raza o credo. Algunos ven el Mediterr¨¢neo como la parte m¨¢s vulnerable de Europa, pero el verdadero tal¨®n de Aquiles del continente es no ser capaz de construir sociedades estables y diversas.
Traducido del ingl¨¦s por David Mel¨¦ndez Tormen.
Peter Sutherland es Representante Especial del Secretario General de las Naciones Unidas para asuntos de Migraci¨®n Internacional.
Copyright: Project Syndicate, 2015. www.project-syndicate.org
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